Mi admirado Rafael Reig, que hace un año ya nos regaló su impagable Manual de literatura para caníbales, le ha dado ahora otra vuelta de tuerca a su novedosa manera de hacer crítica literaria. Somete a los autores y a sus obras al Juzgado de Primera Instancia de El Cultural, en la edición impresa, y al de Segunda Instancia en elcultural.es.
Hace unos días, por ejemplo, compareció Antonio Muñoz Molina con su reciente novela El viento de la luna ante el severo juez Reig, y acabó sentenciado así:
«Que debo condenar y condeno a D. Antonio, como autor de los delitos de cursilería llamativa y recurso al tópico, a la pena de redactar su próxima novela en forma de atestado de la Guardia Civil, sin metáforas ni hortalizas y con uso continuado del llamado «gerundio benemérito» («Encontrando al sospechoso y habiendo procedido», etc.).»
La sentencia completa, con sus hilarantes Hechos Probados y sus Fundamentos de Derecho, puedes verla aquí.
Y verás cerca también las causas sobre Antonio Gamoneda, reciente Premio Cervantes; Sánchez Dragó; José Antonio Marina, condenado «como autor de un delito de papanatismo reverencial, a la pena de privación de la ducha durante seis meses, durante los cuales sólo podrá bañarse una vez por semana, a imitación de los ingleses, y con la accesoria de alimentarse durante el mismo período de tiempo únicamente con comida inglesa cocinada a la inglesa y jarras de cerveza tibia a discreción»; Rosa Regás; Lucía Etxebarria, Gunter Grass…
En la más reciente, Juan Cruz, adjunto al director de El País, ha sido condenado «como autor de un delito de conspiración para abolir la cultura, a la pena de dedicarse en exclusiva durante dos años a redactar la información relativa a puestas de largo de debutantes, operaciones de cirugía estética de tonadilleras y embarazos de aristócratas, con la accesoria de redactar también todos los pies de foto de la sección deportiva».
-Como te puedes imaginar, estoy haciendo muchos amigos nuevos -me comentaba Reig hace unos días tomando unos vinos.
Los he leído y estoy de acuerdo en casi todo con Reig. Ya está bien de tolerar a tanto santón que escribe con el culo!!!
11 diciembre 2006 | 17:07
jajajaja… súper ‘divo’ de Reig que soy. Cada día más. Jajajajajaja. Tengo pegado su condena a la Regás frente a mi escritorio…’Que debo condenar y condeno a Dª Rosa a la pena accesoria de no participar en presentaciones, congresos, excursiones y saraos, al objeto de que consiga dedicar al menos diez minutos semanales a la gestión (no tan catastrófica) de la Biblioteca Nacional, de la que (según dicen) es directora.’Jajajaja.
11 diciembre 2006 | 17:36
El ego de autor empaña la verosimilitud. Los novelistas de hoy, Muñoz Molina el primero, debieran tener por sentencia releer (¿o leer?) el Quijote para aprender a narrar sin insulto a la inteligencia del lector.
11 diciembre 2006 | 21:24
Había una frase muy buena que decía, aunque no la cito textualmente, por no levantarme, que son las 07:30 de la mañana y entro a trabajar en nada, que a los caballos y a los poetas habia que alimentarlos, no cebarlos. En esta españa nuestra, o a lo mejor es en este mundo, o en este siglo, ve tú a saber, un escritor dedica más su tiempo a pasear palmito por saraos, bodas, tertulias y demas jiliflauteces, que al oficio propio de escribano. Yo los condenaria a estar encadenados a una mesa, con grilletes y escribir con pluma, de tintero, no de cartucho…y en esas les robaría la libreta con la lista de negros, que para muchos ha de ser su bíblia.
12 diciembre 2006 | 07:37
Muy bueno y muy codornicesco :)
12 diciembre 2006 | 12:01