En pocos días, desde que ETA anunció el miércoles pasado un «alto el fuego permanente», la vida política española se ha sosegado a unos niveles insólitos.
Veníamos de unos meses a cañonazo limpio entre los dos grandes partidos. Uno, el que no gobierna, criticando toda iniciativa del que gobierna y sacando cada dos por tres a su gente a protestar en la calle, fuera por la nueva ley de educación, por el Estatut catalán o por la presunta negociación del Gobierno con ETA. El otro, el que gobierna, negando al primero el pan y la sal, y hasta la información en cuestiones muy relevantes (como ETA) porque no se fiaba del opositor. El líder del PP, Rajoy, llamándole «bobo solemne» al del PSOE, Zapatero. Y éste, calificando a aquél de «patriota de hojalata». Hoy se van a dar no un abrazo, pero sí al menos un apretón de manos. Y posiblemente posen juntos y levemente sonrientes (no mucho) en la puerta de la Moncloa.
La política, además de extraños compañeros de cama, suele provocar también bruscos cambios de rumbo. El PP llevaba media legislatura apostando a que a Zapatero no le saldría ninguno de sus grandes empeños. El pacto del PSOE con CiU para el Estatut catalán dejó a los populares estupefactos… y en una compañía que no querían: junto a ERC en el «no» al Estatut. El anuncio de ETA ha sido otro clavo en el mismo cajón. ¿Se ponía Rajoy en contra y pasaba ante los ciudadanos como el dirigente que, por celos, no quiere que su rival se apunte el tanto del final del terrorismo o se sumaba a la ola de la unidad? Lo segundo, claro, como las asociaciones de víctimas del terrorismo el sábado (algunas de ellas, las mismas que hace sólo un mes sacaban a la gente a la calle) o como los obispos ayer.
Unidad democrática y poca crispación. No es mal escenario. A ver si son capaces entre todos de no romperlo.
Si la crispación ha desaparecido de golpe por los «detalles» de los últimos días, que han dejado mudos a los del PP, se deduce que la crispación ha desaparecido porque se han callado los peperos. ¿Debemos entender que la culpa de la crispación, por tanto, era responsabilidad del PP?. Pienso que sí, pese a que siempre se habla de la responsabilidad de todos, de unos y otros, todos en la misma medida,etc. Dejemonos de zarandajas: la crispación es culpa entera del PP, porque le interesa electoralmente.
30 noviembre -0001 | 00:00
A ver si son capaces de usarlo para cosas UTILES y solucionar problemas REALES de todos los ciudadanos, no de unos pocos.
28 marzo 2006 | 10:29
Supongo que 8 años en la oposición le han valido al Psoe para aprender a medir los tiempos políticos y a los populares se les ha olvidado. Hasta ahora se han movido por impulsos, mientras que el Psoe ha ido regando poco a poco sin inundar para comenzar la cosecha a año y medio vista de las municipales. El PP lo tiene crudo y más porque quizás haya recogido ya bastante de lo que tenía por cosechar.www.theblog.es
28 marzo 2006 | 10:57
Es que yo creo que la cripación del PP SI es una tregua trampa ;)
28 marzo 2006 | 13:48
Buenas al personal( a los voluntarios escribanos)No quiero liarme( que me hago muy larga); pero ya he dicho otras veces, que el futuro será de las asociaciones, las que marcarán las decisiones, y de lo importante que la calle se sume para impedir concentraciones de poder… asociacinismo vecinal mucho más fuerte que cualquier partido… desde este punto de cosas( y que es un derecho, y que un político detrás de una pancarta es de comedia griega)las manifestaciones me parecen la forma más democrática de ser… la manera mejor de sentirse arropado en el sentimiento( emocional o intelectual) y que jamas( y me molesta profundamente que se haga) veré a los manifestantes como peleles en manos de nadie… Y por la indignación que me produce siempre que se les quite razones alegando su fácil mente de potranco al colectivo, en el empeño de ser de manera ágil amaestrado, protesto.Las manifestantes tienen razón siempre. Porque son los clientes, a ver si no olvidamos que su palabra es la del sabio… más de cien huelgas ayer o hoy en Francia… por algo supo acoger muy bien los principios democráticos venidos del otro lado del Atlántico en su revolución francesa…Las huelgas y manifestaciones es el instrumento más eficaz por el pueblo para controlar el poder… de hecho de no haber habido sumas de voluntades, físicamente visibles, nunca se hubiera producido el cambio en el siglo 18, y una votación popular no es más que la expresión de ese agrutamiento mayoritario imaginario como el meridiano cero.No sé, así lo veo yo. Que de vez en cuando viene muy bien hacerse tangible. Eso sí que sean las asociaciones quienes convocen y acudan junto la calle( que pena que no toda la calle este extructurada políticamente, pero no tardarán en darse cuenta de su poder, y la redistribución de todo que pueden hacer), un político ya tiene el parlamento… y reunirse, juntarse, sumar hombros bajo una plaza arquitectónica, en contra de esa celula de poder, o de sus acciones… no esta nada mal, pero que nada mal.
28 marzo 2006 | 16:20