¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Tabú I de España

Los 30 años de reinado de Don Juan Carlos, que se cumplen ahora, han levantado toda una nube de incienso en los medios de comunicación. El Rey merece, sin duda, muchos elogios, incluso el apelativo de el Grande que algunos historiadores ya le dan. Cuando llegó al trono, dos días después de la muerte de Franco y habiendo sido designado por éste como su sucesor, ninguna de las dos Españas esperaba mucho de él. Lo de Juan Carlos I el Breve era chiste de la derecha y de la izquierda, del franquismo y de los antifranquistas. Luego, día a día, año a año, se ganó el respeto de ambos lados con su actuación en momentos cruciales de la transición… Pero creo que estos días nos estamos pasando con el incienso, con la tufarada.

Hace ya unos cuantos años, mi jefe en una revista me encargó que investigara y escribiera un reportaje sobre los silencios que la prensa nos habíamos autoimpuesto sobre el Rey: nadie hablaba de la opacidad del dinero que recibe de los Presupuestos del Estado (se sabe el total, 8 millones de euros anuales ahora, pero no cómo lo reparte, cuánto es su sueldo o el del Príncipe…); nadie hablaba sobre los regalos que recibía el Monarca, desde yates a acciones en empresas… Titulé mi trabajo Tabú I de España. Nunca salió publicado.

Hoy seguimos a oscuras. Hace unos días, IC-IU y ERC propusieron en el Congreso que se hiciera público el sueldo del Rey y que se igualara al del presidente del Gobierno (87.552 euros anuales en 2006) y que los miembros de la Casa Real (los Reyes, los Príncipes, las Infantas y sus maridos…) declararan en un registro, como cualquier alto cargo público, las actividades económicas en las que tengan intereses y los bienes que poseen. Las propuestas de IU y ERC fueron rechazadas.

Felicidades, señor. Pero con un poco más luz Su Majestad pasaría definitivamente a la historia como el Grande.

51 comentarios

  1. Dice ser g

    Dispuestos a votar autodeterminación o no, pero que den unos diez años para regresar, que la vida discurre montada en otros lugares, diez años para regresar, y diez años para que las relaciones se normalizen…al menos un poco de tiempo¡JOER!Claro que si los presos salen en la calle, más autodeterminación se pierde, no se puede ganar sobre cadáveres, y no pagar ni precio político ni judicial…( es que han sido muy tontos al mezclar ambas cosas, los dirigentes vascos, claro que los necesitaban, para llegar el 50% de la representación nacionalista)

    05 abril 2006 | 16:03

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