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Si la arquitectura te rodea, deberías empezar a fijarte en ella

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¿Qué fue el edificio de la Bastilla?

Todos conocemos el episodio histórico de la toma de la Bastilla, pero: ¿qué fue en realidad la Bastilla de San Antonio?

En realidad hay que empezar por decir que las ciudades actuales, proceden en su mayoría de asentamientos antiguos que más tarde o más temprano y en virtud de su importancia estuvieron en su mayoría rodeados por fortificaciones, murallas, empalizadas y otras formas de defensa militar. De alguna manera las ciudades históricas que hoy habitamos tenían un urbanismo derivado de su necesidad de defenderse y por ello estaban acotadas en un recinto protegido.

A raiz de los avances en ingenios militares y del desarrollo de la artillería, además de la necesidad de crecimiento de las urbes, las murallas fueron  dejando paso a la expansión urbana y a la colonización periferica de unas ciudades más preocupadas ya por su expansión comercial y residencial que por su defensa estratégica.

Durante los periodos en los que las ciudades estuvieron rodeadas por murallas o defendidas por entradas acotadas a la zona interior urbana, el acceso a las ciudades se realizaba por puntos concretos de las mismas, no solo por motivos estratégicos sino también para el cobro de los tributos de las mercancías que salían y entraban de ellas.

Toma de la Bastilla por Jean-Pierre Louis Laurent Houel (1735-1813)

El edificio original de la Bastilla de S. Antonio se construyó para defender la puerta del mismo nombre y acabó sirviendo como prisión por orde,n según parece, del cardenal Richelieu (sí, sí, el de los mosqueperros). Pero no una prisión cualquiera, según indica el oráculo, es decir la wikipedia:

Se trataba de una prisión confortable para las altas personalidades (aristócratas y burgueses), que disponían de verdaderos departamentos con servicio y buenas comidas. Sin embargo, existía una parte más convencional no tan agradable para los prisioneros comunes, y el edificio contaba también con celdas de castigo (pero no mazmorras) que servían de condena a los prisioneros insubordinados

La Bastilla era, para entendernos, aquel castillo que hacíamos de niños con el Exin castillos, exactamente una fortaleza rectangular con cuatro torres que lo flanqueaban y un foso que lo protegía limitando su acceso. No fue sin duda un dechado de arquitectura digno de ser recordado como edificio y como en tantas otras ocasiones en la historia, aquel edificio gris y sórdido  pero con un enorme significado social, fue vendido piedra a piedra como recuerdo, sus sillares utilizados para construir el puente de la Concordia y en algún lugar alguien tendrá, quizá sin saberlo, alguna de sus rejas colocadas en una granja de la campiña francesa. ¡Cómo le envidio!

Nota del arquitectador: Por supuesto hoy me tocaba escribir (sobre) de arquitectura, pero al cruzar el puente de la M-30 como cada día y leer el periódico con las noticias unas palabras brotan en mi boca y las digo como un lamento, como una oración. Digo: la Bastilla, la Bastilla…..