Arquitectación Arquitectación

Si la arquitectura te rodea, deberías empezar a fijarte en ella

Entradas etiquetadas como ‘convenio para arquitectos’

Arquitectos: a dos vueltas de foulard de ser trabajadores normales

Os voy a contar algo que no mucha gente sabe sobre los arquitectos. Esos tipos oscuros y distantes a los que uno desea apretarles un poco el foulard a ver sí se les aclara la voz, no son los únicos que ostentan el título, hay muchos otros, tan arquitectos como los primeros, que son verdaderos trabajadores del sector y hasta el momento el trabajador del sector de la arquitectura no ha gozado de ninguno de los derechos que están establecidos para los trabajadores en general.

Decir ésto en un momento en que nombrar el ladrillo remueve inquinas  y efervescentes odios puede parecer temerario, pero si aguantas un par de párrafos, intentaré explicarme mejor.

Para ser trabajador y proletario no hay que estar de grasa hasta la sobaquina

Mientras que en la mayoría de sectores, los operarios y trabajadores gozan de una legislación que los protege ante los abusos que puedan sufrir, en nuestro sector, el de los ratones de pantalla de ordenador, el de los titulados medios y superiores ejerciendo de delineantes a precio de emprendedor, obligados a ser falsos autónomos y a pagarse su cotización a la seguridad social, sin vacaciones pagadas, sin paro, sin indemnización de ningún tipo, ha tenido como protección legislativa un agujero negro del tamaño de la fosa Mariana.

Tengo que decir aquí que he conocido de todo. Arquitectos con estudio que daban a sus empleados la mayor de las ventajas laborales, los que les obligaban a ser autónomos de manera ficticia, los que a mitad  de camino utilizaban este sistema pero pagaban vacaciones  o les mantenían el sueldo cuando no había trabajo, los que cobraban una comisión a los aparejadores que contrataban sobre sus honorarios cuando había honorarios fijados, los que incluso les cobraban a estos una parte de los gastos del estudio, pero sin darles un duro de la parte del proyecto que generaba estos gastos y por supuesto los que con toda la cara del mundo han explotado a los que debían ser compañeros y se convirtieron en mera mano de obra de alta cualificación a precio de mercadillo.

El mundo, amigos, es diverso y no necesariamente maravilloso. Somos de mil raleas y de otras tantas situaciones y la vida, mientras estamos ocupados en sentirnos honestos, nos va llevando a lugares en los que nunca quisimos estar. No los disculpo, pero intento explicarlos.

Ayer, leía con alegría -aunque con el habitual y gruñón escepticismo- que en el año 2013, tras años de que la construcción fuese el motor de este país, los arquitectos asalariados iban a tener por fin un convenio laboral al que acogerse. Tras la alegría inicial, lamenté profundamente que haya sido tan tarde y que solo cuando los convenios, tras las ultimas reformas laborales, son casi papel mojado hayamos sido considerados como trabajadores en lugar de como personal privilegiado.

Y es que por mucho que hayamos estado subidos al carro, sólo uno de cada veinte ha llevado en algún momento las riendas, el resto nos hemos limitado a no caernos en los bandazos del camino y no hemos podido siquiera sujetarlas mientras el cochero en su pescante se sacaba un moco a placer.

Ojalá que a partir de ahora, al menos algún compañero disponga de una protección en su trabajo, al menos igual a la del resto, ¿será pedir mucho?

Nota del arquitectador: Junto a nosotros, compartiendo jornadas de trabajo han operado trabajadores del sector de la construcción con convenios en vigor y alto índice de irregularidades en su forma laboral, es por ésto que las dudas superan a la sorpresa y la alegría, aunque intento con todas mis fuerzas creer que ésta es una buena noticia. Aleluya. Ea.
Nada, no me sale.