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Si la arquitectura te rodea, deberías empezar a fijarte en ella

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El nuevo arquitecto

El nuevo arquitecto:

  • Jamás lleva camisa, siempre camiseta.
  • No tiene un estudio de arquitectura, ni trabaja para una empresa: pertenece a un colectivo.
  • Su ropa nunca se ha acercado a una plancha a menos de doscientos metros.
  • Los mismos doscientos metros que necesita para hacer arquitectura, porque él o ella no hace arquitectura:  crea espacios transversales de reorganización urbana con participación social no jerarquizada y reaprovechamientos integrales. Además quiere poner un huerto. Y muebles con palets.
  • No tira nada, todo lo recicla y hace sillas con ello. Con las sillas rotas hace sillas. Con ordenadores rotos hace sillas. Con las sillas que sobran después de hacer sillas a cascoporro hace mesas y está pensando seriamente en hacer un coche con sillas. Sillas de palets, claro.
  • Se agarra a la valla de las antiguas obras como un niño lactante a los pechos de su madre, y de su boca, oculta tras una barba rala, sólo sale una frase ¿te sobran palets?, es que pertenezco a un colectivo que…
Foto 112. Quema de sillas previamente a su reciclaje y montaje sin gota de CO2

Foto 112. Quema de sillas previamente a su reciclaje y montaje sin gota de CO2

 

  • Cada vez que se afeita el espíritu del  corbu le hace un arañazo a sus gafas de pasta y un niño se hace ingeniero.
  • Lleva gafas de pasta, sí, aunque tiene vista de piloto de caza. Es capaz de ver un palet a dos kilómetros por muy empañadas que tenga las gafas.
  • No quiere hacer edificios. Bueno sí. Pero no. Mejor acciones urbanas. Bueno no, mejor una  consulta a los vecinos del barrio a ver que quieren. Bueno no. Mejor ampliar la encuesta no sea que los del barrio de al lado tengan una idea mejor. Bueno no. Mejor una asamblea, pero no solo de vecinos, que participe todo el mundo. Bueno, no, mejor buscamos palets.
  • Es macquero. Esto no es discutible. Bill Gates es Belcebú y solo la manzana tiene la respuesta. Aunque lo deja todo por Linux. Bueno al menos así será cuando autocad corra bajo linux, no vamos a prescindir de eso.
  • Es capaz de decirme las toneladas de CO2 de las que soy culpable por cada vivienda que he levantado. Claro, claro, pero ese sofá que tiene en su casa está hecho con los palets de mis obras ¿o es que ya no se acuerda?
  • No sabía lo que era un descampado hasta el último año de carrera, pero luego ha visto la luz. Estaba escondida en un poblado chabolista donde queman las sillas para calentarse. Bueno son palets, pero él-ella ve sillas. Ahora sueña con hacerles un parque con materiales reciclados a ver si dejan de quemar palets que están escaseando a la misma velocidad que crecen los colectivos.
  • Yo tengo varios amigos así. Miro con envidia sus relucientes Macs y sus tabletas digitales. Me dicen que viene una nueva arquitectura y que todo ha cambiado, pero yo se lo que quieren: ¡dejad de mirar mi palet, coño!

Nota del arquitectador: Conste que habrá otro capitulo para los «viejos»arquitectos y uno más para los de entretiempo. Aquí cada cual peca lo que puede. Este post lleno de rencor es por llenar de cosas los descampados, esos en los que yo me crié y me llené las rodillas de heridas. En aquellos tiempos por no haber, no había ni palets.

¿Google proyectando edificios?

Cuando el culo de los gigantes de Sillicon Valley veas menear, pon el tuyo a trabajar.

A las pocas semanas de que Bill Gates nos sorprendiese comprando acciones de unos de nuestras grandes constructroras, el gigante Google parece haber posado sus ojos en el software de desarrollo de modelos de edificios, apostando por un nuevo modelo y entorno gráfico, el BIM en el que los profesionales del mundo y por supuesto los españoles están intentando formarse a toda velocidad para no perder el tren del futuro.

Google, en un proyecto no exento de secretismo está probando según publica Globes , a la vista de un informe del equipo de desarrollo de Genie, dirigida a cofundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, el software Genie, como una  plataforma de colaboración basada en la nube con «aplicaciones de planificación para ayudar a los arquitectos e ingenieros en el proceso de diseño, especialmente para los rascacielos y grandes edificios. La plataforma incluye herramientas de planificación de los arquitectos e ingenieros expertos y análisis avanzadas y herramientas de simulación «.
No hay mejor premisa en los tiempos que corren que fijarse en lo que hacen los que saben, y los que saben apuestan por el diseño y la construcción mediante el BIM, el Building Information Modeling, un entorno gráfico y de información en el que ya no basta con dibujar lineas en una pantalla de autocad, sino en el que edificio se modela en 3D con la información especifica de cada elemento, y donde ya no habrá que adivinar por donde pasa una tubería antes de clavar un cuadro, sino que los propietarios y gestores de edificios tendrán un control mejor y  más preciso de la información de su edificio durante toda la vida del mismo.

Modelización de edificio 3d hecho en BIM www.bimlearning.es

Modelización de edificio 3d hecho en BIM www.bimlearning.es

Un servidor, que entró en esto del BIM hace ya bastantes años y que renegó de viejas deidades como el CAD para imbuirse en la fe verdadera tiene la certeza de que en unos años, los sistemas de modelado en 3D de la información nos sirvan no solo para trabajar con más seguridad o facilidad sino también para hacerlo con mayores garantías y con mejores proyectos. Puede que ese espíritu de falso chauvinismo en el que nos encanta sumergirnos en España para afirmar que somos el reino de la chapuza siga persistiendo en las barras de los bares y en las conversaciones de sofa, pero os aseguro que en la realidad del trabajo diario, los nuevos sistemas nos ayudan a que todo sea cada día un poco mejor. Noticias como la de Google me reafirman en mi teoría de que formarnos sin descanso no es una opción, sino una necesidad.

 Nota del arquitectador: Cuando vivimos el paso del tablero de dibujo al ordenador hubo muchos escépticos que no quisieron subirse al carro y perdieron el tren. Estoy seguro de que hoy, en el siglo siguiente, nadie va a dudar de que todo cambia a tanta velocidad que no podemos bajar el pie del pescante.

 

 

 

Hormigón satánico, la nueva religión que gana adeptos

Aprender a tomarse las cosas a risa es un ejercicio muy serio que a veces conlleva un aprendizaje muy largo. Para ayudarnos a ello en el mundo de la arquitectura ha llegado para quedarse Satán es mi señor, la mejor y más punzante crítica a la arquitectura que nos rodea y a la que con gran mordacidad pero no menos acierto, el autor del blog Vicisitud y Sordidez ha dedicado sus entradas dedicadas a los desmanes que se perpetran en nombre del adorado hormigón y las formas cúbicas.

Resulta que cuando me las enviaron para leerlas pensé que se trataba del típico pataleo injustificado para llegar a la carcajada burlona, pero leyendo se da uno cuenta de que su autor ha sido muy cuidadoso y desde luego en muchos de sus dardos no falta el motivo. Satán es el hormigón, satán es la pantomima formal, satán nos rodea y al menor descuido nos posee haciendonos hablar en idiomas desconocidos y olvidados, el brutalismo, la arquitectura internacional, el modernismo, la adoración a la Bauhaus y otras antiguas deidades. Satán toma la forma del Corbu y nos hace entregar nuestra alma al PAU, gritemos juntos ¡Satán es nuestro señor!

Una captura de Satan es mi Señor en facebook. Las majnas manifestaciones del vajísimo nos rodean

Una captura de Satan es mi Señor en facebook. Las majnas manifestaciones del vajísimo nos rodean

 

Abundando en la nueva religión que estos post de arquitectura han iniciado, llega la página de facebook Satán es mi señor, donde en un grupo abierto cada cofrade o seguidor del «Vajísimo» puede publicar las manifestaciones hormigónicas en forma de «adifisio» de la deidad infernal al que por supuesto los «arjhitecktos» adoramos. Os lo recomiendo decididamente.

Uno de los pecados capitales de la crítica de la arquitectura es sin duda lo selectivo de la misma. Todo el mundo puede ser crítico de cine o literario. Todo el mundo parece tener la varita de sus gustos en música. Pero la arquitectura, como antes pasó con la escultura o la pintura, parece haber querido entrar desde hace mucho en ese reducido grupo de artes, a las que solo se puede criticar desde un púlpito de erudición que la aleja de la ciudadanía, y solo los iniciados en los antiguos ritos parecen haber sido instruidos para poder hablar en el olvidado y complejo lenguaje del jarckitesto. Iniciativas como éstas son un «zas en toda la boca» que deben servir a más de uno para comprender que al ciudadano una estatua o un cuadro no puede cambiarles la vida, pero un edificio o una actuación urbanística sin duda sí.

Nota del arquitectador: Mientras llega una nueva forma de hacer arquitectura -que llegará- es bueno que todos podamos aprender a criticar aquello que no nos guste, pero confieso que es mucho mejor cuando te saca la carcajada. Eso sí, yo lo leo a escondidas mirando de reojo por encima de mi hombro, no vaya a verme disfrutar con ésto algún compañero de profesión y sea excomulgado de las antiguas religiones por hereje.

¿Arquitectura sin arquitectos?

Me sorprende la reacción de las personas ante el borrador circulante de la futura Ley de Colegios y Servicios Profesionales, donde parece que se busca realizar una arquitectura sin arquitectos:

-Los arquitectos miran con temor la entrada de otras especialidades que no tienen la preparación suficiente (1) para realizar proyectos completos de arquitectura.

-Los ingenieros, sean del tipo y especialidad que sean, babean ante «el chollo» de poder firmar proyectos de arquitectura.

-Los ciudadanos se frotan las manos pensando que el proyecto de su chalet le va a costar más barato.

-El gobierno levanta la barbilla aspirando a vender en Europa como una reforma del carajo, un desaguisado que Europa no ha pedido.

-Las grandes empresas constructoras, plagadas de ingenieros, ponen los ojos en blanco ante la posibilidad de que nadie les diga en la obra lo que tienen que hacer ni como hacerlo y poder así generar mayores beneficios a costa de no tener que sufrir la incómoda figura del director de obra externo.

-Los colegios se encogen ante la posibilidad de que el ya paupérrimo ritmo de visados se arrugue como pene en charca helada.

Miguel A Alvarez Perez

 A5 por la arquitectura. Autor Miguel A.Álvarez Pérez.

 

Personalmente creo que si finalmente se aprueba este desastre que no soluciona ninguno de los problemas actuales de la profesión, sucederá lo siguiente:

-Los arquitectos seguirán recibiendo los encargos que recibimos hasta ahora. Alguno hará un ingeniero, por supuesto. Pero cuando descubran lo que supone firmar un proyecto en cuanto  a responsabilidad, seguros, denuncias, y por supuesto costes de explotación y trabajo generado, más de uno dirá «que lo hagan los arquitectos»

-Los ciudadanos seguirán pagando lo mismo por sus casas. Los unifamiliares que salgan más baratos serán un desastre donde el dueño se arrepentirá de haber contratado a alguien que desconocía lo que supone hacer un proyecto y dirigir una obra completa. Las viviendas en bloque costarán al usuario lo mismo que siempre. Las viviendas siempre cuestan lo mismo queridos, cuestan lo que el promotor estima que el propietario puede llegar a pagar. Eso me parece que no hace falta que lo explique, ya lo dijo Alvarez Cascos.

-El gobierno se enfrentará a Europa cuando le lleguen las correspondientes quejas por incumplir determinados acuerdos sobre lo que debe de incluir la formación de los profesionales que se dedican a hacer arquitectura y urbanismo y al resto de la ciudadanía cuando a la vuelta de unos años se compruebe en arquitectura lo que significa liberalizar como ya hemos comprobado en otros sectores como la banca o la energía.

Si es eso lo que queremos vamos bien. Si no, todo tipo de actos son bienvenidos, como el acto que se realizó ayer en la puerta del museo del Prado en favor de la arquitectura y en contra de esta LCSP. Habrá más y más ruidosos y espero que sea antes de que nos caigamos del Guindo. Uy, perdón.

acto arqu

 Foto COAM

(1) Nota del arquitectador: Tengo la enorme suerte de haber sido y ejercido durante muchos años como aparejador antes de ser arquitecto, y haber trabajado con ingenieros, lo cual me faculta para decir que la formación necesaria para hacer arquitectura la tienen los arquitectos, cosa que uno entiende cuando se forma para ello, así como para hacer otras cosas la tienen otros. Esas otras cosas sobre las que SÍ quieren mantener la reserva de actividad.

La loca historia de la arquitectura (II): Hipodamo de Mileto, ese cabezón cuadriculado

Hoy damos un salto en el tiempo para conocer la historia de un personaje que aún hoy, organiza nuestras vidas: 

Cuando al pequeño Hipodamo su madre le trajo una clámide a cuadros para poder distinguirlo de todos aquellos efebos con túnicas blancas a la más clásica moda griega del siglo V a.C.,  la vida se le vino abajo. No hay como distinguir a un niño de entre los demás para convertirlo en el centro de las mofas y las befas de esos crueles angelitos desprovistos de moral que gustamos de mirar con arrobo.
Pasó mucho tiempo hasta que aquella túnica le quedo corta, pero como estaba hecha con lana de ovejas traídas de la parte baja del Peloponeso, alimentadas con yogur y macedonia (esto último si miráis el mapa de la época, tiene una chispa que no podéis negar), no llegaba a romperse, por lo que su hacendosa madre le confeccionó con ella una manta para su mula. Hipodamo, siempre respetuoso con sus mayores y pelín cuadriculado en sus costumbres como veremos después, llevó durante otros tantos años la manta bajo su trasero para evitar los pinchazos del pelo de su jumento en las zonas más nobles y sensibles, hasta que finalmente llegó a la edad adulta con una visión del mundo marcada por aquellas líneas entrecruzadas y la utilizó para cubrir la ventana de su casa, lo que le obligo a seguir viendo cuadros durante muchos años más.

Plan Cerdá en Barcelona, novedosísimo trazado ideado 2500 años antes.

Hipodamo, que vivía su vida según marcaba el estampado de aquella vieja tela, se convirtió, merced a su ordenada y cuadriculada manera de ver el mundo en un preeminente arquitecto, matemático, político y meteorólogo, aunque en realidad pasó a los libros de historia de arquitectura y urbanismo por sus trazados de ciudades basados en la retícula o damero hoy conocido como trazado hipodámico, es decir por imponer en la planificación urbana un canon de orden y funcionalidad para convertir la polis griega en un lugar donde pudieran convivir mejor las diferenciadas clases sociales de aquella civilización llena de esclavos que inventó la democracia. Guiño-codazo-guiño. Hoy estoy que lo tiro.

Su trazado en las ciudades de Mileto o El Pireo, fue extendido más tarde por toda la península griega y adoptado por las milicias romanas que lo extendieron en sus campamentos, origen de muchas de nuestras ciudades actuales, aunque esta es otra historia de la que hablaremos el día menos pensado.

Hoy en día, 2500 años más tarde, lo que tarda en hacerse un bacalao al pil-pil, el trazado de nuestras ciudades ha sido deformado hasta la saciedad pero sin movernos de la trama reticular. Grandes calles y avenidas desoladas que harían al bueno de Hipodamo rasgarse sus vestiduras estampadas a cuadros, pues nos hemos quedado con la geometría y hemos olvidado en gran medida la funcionalidad de la ciudad y su uso a la ciudadanía.

Y es que a veces no se cual de las dos historias de la arquitectura es más loca, está que aquí escribo o la real.

Nota del arquitectador: Antes de que arremetáis contra el pie de pagina de la foto, sabed que llegaremos al plan Cerdá en esta loca historia y hablaremos de él y de sus muchas virtudes, pero asumamos que el trazado no fue ni mucho menos una novedad. Otras cosas sí. Llegaremos.

 

 

¿Un hotel de lujo en una antigua terminal de aeropuerto?

¿Pasarías tus vacaciones en una terminal de aeropuerto?
Sí, ya supongo que si eres de esos que han sufrido las huelgas de servicios aeroportuarios debes estar acordandote de mis ancestros, pero no va la cosa por ahí.
Hablo de un edificio, la terminal de la TWA del aeropuerto JFK , que conoces sin duda, por diversas imágenes que el cine ha dejado en nuestra retina, la última, Atrápame si puedes.

El impresionante edificio del arquitecto finlandés Eero Saarinen, reúne una serie de virtudes arquitectónicas innegables. Saarinen estudió durante meses el comportamiento y la trayectoria de las personas en las terminales de comunicación, para concluir que los recorridos nunca son en línea recta, lo que trasladó al proyecto sin generar innecesarios recorridos o vueltas que impidiesen a los viajeros localizar su mostrador de destino o la puerta de embarque, casi de un vistazo. Ese trabajo previo que la arquitectura de calidad requiere, y que el paso de los años y los usuarios agradecen en silencio.
Además de todo esto, la terminal no carece del aura que la abstracción arquitectónica otorga a unas pocas obras privilegiadas. La volumetría exterior, tal y como pedía el presidente de la compañía, responde a una alegoría del vuelo, y sus líneas curvas y orgánicas son toda una referencia a unas alas, sin ser la representación facilona y burda de un mero símbolo. Mucho tenemos que aprender.

El edificio, terminado poco después de la muerte de su autor, cumplió fielmente su cometido hasta 2001 en que la compañía se fusionó con otra aerolínea y es ahora cuando hay rumores de remodelación y reconversión en alojamiento de lujo por una cadena hotelera. No se vosotros, pero yo estoy deseando ver el resultado final.

Nota del arquitectador: Que maravilloso debe ser tener un encargo que te permita dedicar meses de trabajo al estudio de las necesidades del cliente. El cielo es una sala de reuniones en la que un Dios con traje y corbata da un sorbo a su destilado de malta on the rocks y te dice….tomate tu tiempo, lo que quiero es que quede bien.

La loca historia de la arquitectura. Capítulo 1

Nota del arquitectador: En lo sucesivo, intentaré que cada semana aparezca en el blog un capítulo sobre una historia de la arquitectura que no se pueda enseñar en las aulas, que no incluya ni teoría, ni grandes reflexiones y que los catedráticos de esta noble dedicación reprobarían sin dudar. Algo que avergüence al autor y a su familia. Una historia contada por los protagonistas, tantas veces ajenos a sus aportaciones a la arquitectura, pero siempre imprescindibles en su desarrollo. Cuidado con esa teja mal puesta o ese chapuzón que has hecho al reparar esa gotera en tu casa, puedes estar contribuyendo sin saberlo a La Loca Historia de la Arquitectura. Os dejo con el capítulo 1.

 

Earg nunca supo si su pre-neanderthálica madre pensó en su nombre durante su gestación o le llamó así debido a un acceso de eructo inoportuno. Como tampoco pronunciaba muchos más vocablos, fuera de aquellos gritos histriónicos con que anunciaba la llegada de los cazadores a su cueva de invierno, las posibilidades eran reducidas

Cuando a las dos estaciones de su llegada a este mundo, su madre tuvo al hermano de Earg y lo llamó Earg-Earg, el resto del grupo comprendió la secuencia lógica de inmediato y agradeció a los dioses que aquella ruidosa hembra solo llegase a los cinco partos. De todos, Earg era el más atento, pues llamasen a quien llamasen de entre sus hermanos, a él siempre le tocaba estar ojo avizor.

Es de recibo reconocer, que Earg-Earg-Earg-Earg, su tercera hermana, era un prometedor espécimen de hembra, con grandes fosas nasales y unas caderas esperanzadoramente anchas, al menos hasta que aquella roca se desprendió de la ladera y rodó sobre su cabeza una noche de verano especialmente calurosa, lo cual fue un alivio, pues en esos días la comida escaseaba y una boca menos aumentó las raciones diarias del resto de la comunidad.

EARG

Earg meditaba en ésto mientras trepaba a los arboles para conseguir aquellas enormes bayas que a duras penas crecían entre los grandes herbívoros. Su color verdoso y su sabor amargo no gustaban especialmente a Earg, aunque las comía con fruición pues eran jugosas y estaban llenas de un líquido amarillento que le quitaba el hambre durante días y hacía de sus defecaciones una temible masa maloliente de la que sus compañeros de grupo, varias ramas por debajo del ágil Earg, se protegían como podían, juntando las ramas y las enormes hojas sobre su cabeza. Había que estar bien cubierto cuando Earg subía y sus jugos gástricos se ponían a funcionar. Sin saberlo, ellos habían hecho el primer gesto formal de lo que unas decenas de miles de años después, otra especie más desarrollada daría en llamar arquitectura y Earg, nacido junto a un eructo, se convirtió en el primer promotor inmobiliario de la historia.

 

 

¿Encargó Messi esta casa o es todo una mentira?

Os juro por el oficial de miras de Inhotep que hay imágenes que a uno le cuesta borrar de la mente. De entre ellas, ocupan mis sueños recurrentes las edificaciones en forma de perrito, gatito, violín, piano, libro y nave espacial y por supuesto todas aquellas que en su forma o volumen hacen alusión al uso interior, al oficio del usuario o a la bendita señora madre de Domingo Ortega , que tiene lo mismo que ver -la pobre señora, Q.E.P.D – con lo que nos atañe que las formas reconocibles, alegóricas y simbólicas con los proyectos de arquitectura.

Viene este calentón a que arquitectos tuiteros, críticos facebookeros y todo tipo de aficionados a la crítica constructiva y destructiva en las redes, andan revueltos por el proyecto que os traigo aquí, una supuesta vivienda para ese señor que da patadas a un balón y arrastra masas desde el Camp Nou con el diez a la espalda: Leo Messi.

Resulta que circula este vídeo que os traigo a continuación, donde el arquitecto – no voy a nombrarlo, lo veis en el vídeo si queréis- dice haber proyectado esta vivienda para el futbolista por encargo suyo. Parece ser, que el futbolista no ha encargado nada, o sus abogados están muy mal informados y tienen muy mala memoria. Claro que también es posible que al ver el proyecto, se hayan arrepentido y nieguen la mayor y hasta el saludo al imaginativo autor del proyecto, cosa que les honraría.

 

El proyecto, tiene forma de 10 en planta, y por supuesto, el cero desde el aire tiene forma de balón: por esto te hacen pasar varios años de penitencia en la peor de la escuelas de arquitectura y tus compañeros te señalan y se ríen de ti durante varias generaciones. Esto lo sabe cualquiera que tenga el foulard blanco-amarillo de arquitectura.

Luego está lo de que la casa sea desmontable, cosa muy práctica los fines de semana si tienes semejante casoplón, que te la puedes echar a la mochila -¡cuánto echo yo ésto de menos!- y lo de la dualidad del personaje, y lo de la necesidad de que la forma de su casa sea un símbolo que lo relacione con su personalidad o su profesión. Señor, no suelo pedirte nada, pero por favor, por favor, ilumina a Nacho Vidal para que me  llame y me encargue un proyecto, he tenido una idea que no adivinarías nunca….

Pero es a partir del minuto 3:41 cuando el autor dice haber creado una casa con nulo impacto ambiental en la que uno se siente plenamente integrado con la naturaleza y puede trascender como humano, donde me he dicho: mira, tu ponlo en el blog y que lo digieran como puedan. Tenéis Almax a la salida.

Nota del arquitectador: Dice en la wikipedia que el proyectista es profesor en la universidad. Madredelamorfermoso.

 

 

Un coliseo con 200.000 piezas de Lego©

Maravillosa imagen del blog de Joaquin Morales

Maravillosa imagen del blog de Joaquin Morales

Conozco personas que confiesan haber querido ser arquitectos, pero que no se atrevieron o escogieron otro camino, los más de ellos agobiados por «lo mal» que se les daba el dibujo, hay quién ya desde tierno infante aspiraba a ser arquitecto y también quién, como yo, nunca pensó seguir este camino, sin embargo la vida nos va llevando por cualquier senda mientras creemos ser dueños de nuestro futuro.

Sin embargo, cuando uno mismo se pone a analizarlo, puede recordar premonitorias señales, pequeños acontecimientos que presagiaban este final. En mi época, el juego de construcción por excelencia era el Exin Castillos, un puzzle de piezas encajables con los que dejar soltar la imaginación y las ansias constructoras rematadas siempre con aquellos capuchones rojos que coronaban la inevitable torre, a la espera de que un seis de enero después, nos cayera del cielo otra caja de piezas que nos permitiera hacerla más alta, más ancha, más grandiosa. Los pelos como alcayatas, oiga.

Tras la generación del beibibum llegaron aquellos otros juegos de construcción con más accesorios, más versátiles -al final tanto castillo se nos quedaba un poco monoestilístico- más coloristas y con más capacidad de innovar y de imitar construcciones de todas las épocas, y ampliar el espectro de las fortalezas a cualquier edificación. Todo esto me lo ha recordado el articulo de los siempre recomendables chicos de Cosas de Arquitectos en el que nos cuentan como se puede construir, si tienes 200.000 piezas de LEGO©, una reproducción del Coliseo romano , que me gusta tanto por su escala como por su puesta en escena, con esa sección en tres dimensiones que lo hace casi tan apetecible como el propio coso de la ciudad eterna. Os recomiendo pinchar en la foto -¡al terminar este post! y leer el articulo.

coliseo

Ya imagino que no todo el que juega con piezas de construcción o hace castillos de arena, dirige sus pasos hacia el mundo de la construcción al llegar a adulto, pero puedo deciros que si mis padres hubiesen analizado el numero de horas que jugué con estas maravillas en comparación con mis sobrecitos de soldados, o aquel fuerte-empalizada del oeste por el que tanto suspiré, habrían descubierto -y me lo podrían haber dicho antes, ahorrándome años de búsqueda- cual habría sido mi final.

Nota del arquitectador: A los veinticinco años, me llegó otro regalo por el que suspirábamos muchos en aquella época: un Meccano. Me aterroriza la idea de que si además del Exin Castillos los reyes me hubiesen traído el Meccano, hoy podría ser…..¡Calatrava! ¡Glub!

 

 

Arquitectura para vivir tras el apocalipsis

Me pueden los mundos post apocalípticos. Es decir, me dejan el alma y la hombría como pasas de Corinto, pero me atraen más allá de lo razonable, y no es poco el tiempo que dedico a pensar como sería este valle de lagrimas más allá de nuestras pequeñas cuitas, si a algún loco le diera por sentarse en el botón rojo por descuido, o simplemente nos dejaran destrozar la tierra a placer. Lo cierto es que no me decido sobre si me da más miedo llegar a verlo o marcharme antes (es que lo veo cerca, chavales).

Si el apocalipsis llega, aquí no se va a estar tan mal....al principio

Si el apocalipsis llega, aquí no se va a estar tan mal….al principio

En todo caso, imagino que tras el impacto inicial del meteorito, la llamarada nuclear o el virus mutante, nuestros edificios, como consecuencia de que nuestras preocupaciones se centrasen en otros menesteres, fuesen cayendo en el abandono y finalmente en la ruina. Por eso me sorprende que en todas las películas que uno puede ver con estás hipótesis tan poco halagüeñas para la humanidad, los edificios están casi impolutos y apenas un poco de basura mal repartida, nos recuerde que hay un director de atrezzo que hace su trabajo.

Verdaderamente, en no muchos años los revestimientos continuos se desprenderían, la humedad y la falta de mantenimiento de las cubiertas harían que se abriese la primera brecha en nuestras casas y en no más de diez o quince años la mayoría de los edificios normales tendrían severas muestras de necesitar una ITE o al menos un proyecto de reforma. La boca se me hace agua y podría llegar al climax solo de pensarlo si no fuese por esos malditos zombies que entorpecerán semejante burbuja.

Para solucionarlo, el estudio KWK Promes realizó este proyecto de vivienda de seguridad con muros móviles y huecos en las fachadas, que no son simplemente ventanas, sino que pueden convertir la vivienda en un cubo cerrado -la tentación era decir hermético, pero no será para tanto, digo yo- que impida la entrada de intrusos, visitas no deseadas y suegras que traen pañitos de ganchillo para los brazos del sofá. Evidentemente también puede utilizarse para mantener un tropel de zombies fuera de los límites de nuestro sereno hogar mientras damos buena cuenta de las latillas que nos quedan y de aquella pata de jamón rancia.

Me imagino un día dentro de esa casa, chupando esa pezuña reseca y preguntándome si esos chillones de ahí fuera no comen mejor que yo. Maldita sea, yo muto.

Nota del arquitectador: Observo con frustante resquemor como en ese proyecto falta la barbacoa y un buen cartel de forja a la entrada que ponga Villa Cubo. Esos pequeños detalles cuya falta destroza cualquier proyecto.