No soy capaz de ver la arquitectura como un arte, aunque comprendo que en este oficio hay, hubo y habrá, verdaderos artistas. Como en tantos otros.
El arte, tal y como lo entendemos en la actualidad, puede ser cualquier cosa. Dicen.
Manifestaciones de un sentimiento, de una visión vital, de un estado de ánimo o de una reivindicación Pero para mí, la arquitectura, no empieza siendo nada de esto, y no lo es por una razon: Mis clientes no se lo merecen.
No puedo someterles a mi estado de ánimo a mis reivindicaciones sociales, a mi parcial visión de la vida para manifestar en ese edificio que precisa, que necesita para un fin, aquello que no me han pedido.
Lo demás, me vais a perdonar, me parece de un egocentrismo intolerable. Y generará obras de arte extraordinarias. O no.
Y sé ,que muchos de mis compañeros me pondrán en la lista negra de los que no merecen ostentar su misma profesión. C´est la vié.
Viene a cuento por aquello de que todo arquitecto tiene que dar su definición de la arquitectura. Cosa que no entiendo. Ningun carpintero, fontanero, panadero, transportista, abogado, juez, se dedica a definir su profesión en los ratos libres. Será que a lo largo de la vida, los arquitectos tenemos demasiados ratos libres (guiño acidamente irónico a la situación que vivimos hoy en día, no me lo tengais en cuenta).