«Lo siento, me he equivocado. No volverá a pasar».
Esta es la frase, que dada mi profesion, no puedo pronunciar ( y espero no necesitar hacerlo nunca, glub).
Y es que en determinadas situaciones, aunque todos sepamos que es inevitable cometer un error, hay quienes no podemos errar dada la naturaleza de las posibles consecuencias de nuestras decisiones.
En mi caso, que suelo pecar laboralmente de «precavido» por no decir otra cosa, puedo llegar a extremos de desconfianza bastante altos, con lo que se provocan situaciones desagradables en las obras. Generalmente el ejecutor o responsable directo afirma que algo está bien hecho ( o simplemente hecho). Ante las dudas que se pueden generar, en ocasiones se ordena destapar un tajo, picarlo…para comprobar si es cierto, lo que genera un considerable revuelo, manos en alto, gritos en el cielo y mentar a la madre (si mama, esto es frecuente) entre dientes.
En el 99% de los casos, los mismos que levantan las manos y gritan en idiomas olvidados terminan por disculparse, siempre echando la culpa a otros que les «malinformaron». Del otro 1% no me arrepiento. Felicito al responsable y a otra cosa. Mi trabajo es comprobarlo y si el de enfrente es un profesional, lo sabe.
Oimos, leemos y tenemos noticia de derrumbes y desplomes repentinos de edificios con periodica frecuencia. En practicamente todos los casos de los que tengo noticia, se estaban «efectuando obras de reforma o mantenimiento«.
Y es que si algo se aprende en este oficio es que las cosas, tienden a no caerse, afortunadamente, y siempre que se hagan con un mínimo de conocimientos y profesionalidad. Otra cosa es cuando entran en los edificios factores externos, que por desconocimiento o por falta de sensatez, realizan …..bueno, dejemonos de literatura: Entra un tio con una piqueta a cambiar un inodoro de sitio y sin preguntar a nadie se lia a mamporros hasta que toca lo que no debe.
A este individuo, que por supuesto «lleva toda la vida haciendo esto», si se le consiente que se equivoque y que prometa por el carajillo de las tres que no lo va a hacer más.
Pero no me quejo. Yo ya lo sé. Pero si tu estas estudiando, que sepas que nadie te lo va a decir.