¿Recordáis a Regina? Es posible que no, yo perfectamente. Al tener este blog desde hace una década me he encontrado con todo tipo de casos de malos tratos espeluznantes, pero creo que el que recuerdo como peor fue el caso de esta mastina valenciana: en junio de 2008 unos monstruos se colaron en las instalaciones de la protectora para violar, torturar y asesinar a esta pobre perra de cinco años.

Si hubieran dado con los culpables, haberla violado hubiera sido lo de menos. En España el zoofilia no está considerada como delito, al contrario que en otros países de nuestro entorno como Alemania, Holanda, Reino Unido o Francia.

Regina no es el único animal que ha pasado por este blog habiendo sufrido abusos sexuales y maltrato. También está por ejemplo el caso de Rubí, que por suerte sobrevivió.

Y esos son dos casos en los que la zoofilia se une a los golpes o el abandono. No siempre sucede así. No sé vosotros, pero yo creo que la zoofilia es un tipo de maltrato que debería estar contemplado en el código penal. Es algo que está pidiendo desde hace tiempo Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (APDDA), que en su propuesta de ampliar las penas por maltrato quiere que se incluya la zoofilia y la ampliación de penas, de uno a tres años de prisión.

Por eso he firmado la petición de Change en la que se se solicita al Gobierno español que tipifique las agresiones sexuales a animales como delito en el Código Penal. Aquí podéis firmarla y difundirla.

Recientemente El Mundo ha publicado un reportaje en el que se da testimonio de la impunidad con la que proxenetas explotan sexualmente a perros que han sido “adiestrados desde pequeños para un único fin: practicar sexo con personas”. Pero los perros no son las únicas víctimas. Otros animales como caballos, ovejas o burros son también víctimas habituales de los zoófilos.

Los animales son seres sintientes y vulnerables, cuya defensa y protección depende exclusivamente de otros humanos. Debido a su total indefensión, deben ser especialmente protegidos frente a sus abusadores y por eso hemos iniciado esta petición.

España no puede quedarse, una vez más, a la cola de la defensa de los derechos de los animales y convertirse en un paraíso para violadores de animales. No podemos tolerar que nuestro país esté en el grupo de países a los que los zoófilos europeos acuden para cometer sus fechorías impunemente.