404 cachorros de raza intervenidos destinados a venderse en cinco provincias españolas y que entraban con irregularidades y más pequeños de lo debido. Otra noticia más sobre la labor incautadora de la Guardia Civil que se suma a la que ya os traje la semana pasada, con 73 cachorros de raza que venían de Europa del Este rumbo al sur de Madrid intervenidos. Esos que hayan pillado. Es un no parar de producir de mala manera más perros y gatos en un mundo en el que sobran.
Criadores particulares que se lucran sin cotizar y sin saber realmente lo que se traen entre manos, factorías de cachorros en las que tienen a las perras como gallinas ponedoras, criaderos ilegales y legales en los que se crían las razas de modas y sustituyen unas razas por otras cuando esa moda pasa, aprovechados que trampean con pedigrís, no se preocupan de la salud de sus ‘productos’ e incluso utilizan perros de raza robados… Todos los desmanes que podáis imaginar y que acaban generando más cachorros para atender caprichos superficiales. Y mientras decenas de miles pudriéndose en protectoras. No exagero, según el informe de la Fundación Affinity cada año se abandonan 150.000 perros y gatos en España.
Que sí, que me repito. Bien que lo sé. Pero es que yo no sé ya cómo decirlo, cómo gritarlo.
La Guardia Civil ha intervenido de 404 cachorros de perro de diferentes razas en el mes de diciembre en operaciones llevadas a cabo en Toledo, Zaragoza, Málaga, Sevilla y Burgos. Con motivo de las fiestas de Navidad, la Guardia Civil ha intensificado las inspecciones y el control sobre el transporte de animales de compañía, la venta ilegal de mascotas, las cartillas de vacunación debidamente cumplimentadas y los centros y residencias de animales. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha realizado estas inspecciones, sobre todo en instalaciones dedicadas a la cría y comercialización de perros, y ha levantado actas de diversas infracciones. En estas actuaciones, los agentes han detectado «numerosas» irregularidades en el transporte de mascotas, entre ellas la falta de la madurez legalmente requerida para su desplazamiento intracomunitario.
Ante esta situación, la Guardia Civil aconseja a la hora de comprar una mascota adquirirla en un centro con autorización para la venta de animales y que ofrezca «la suficiente garantía», y pedir información sobre su origen, solicitando el pasaporte sanitario si es importado para comprobar que el número de microchip y la fecha de nacimiento coinciden con la cartilla sanitaria del animal. También es necesario conocer las vacunas que precisa, las que tiene y dónde han sido puestas, y pedir información sobre el tiempo de cuarentena que la mascota ha estado en el establecimiento de venta desde que fue comprado hasta que va a ser vendido, ya que este periodo asegurará que el animal no enferme a los pocos días de la compra. La Guardia Civil subraya que hay que prestar especial atención a la venta por Internet de animales, especialmente cuando los precios sean excesivamente bajos, y comprobar que se cumple toda la normativa. Y recalca que a la hora de adquirir una mascota hay que concienciarse de que el animal necesitará atención y cuidados a lo largo de toda su vida.
No compréis perros ni gatos, adoptadlos (harta estoy de decirlo, pero habrá que seguir desgañitándose). Aunque me quede afónica, insistiré. Lo haré en cualquier momento del año, pero sobre todo cuando se acerca la Navidad: no compréis perros ni gatos, adoptadlos.
¿Me ayudaréis gritando conmigo?
Los cachorros de las tiendas también merecen un hogar me dicen a veces. Es cierto, pero al comprarlos estáis fomentando todos esos desmanes.
En este blog os he mostrado varios ejemplos de perras que han sido usadas sin miramientos como máquinas de fabricar cachorros. Cuando veáis las dulces caras de los cachorritos que venden, evocad los rostros y las historias de los caniches Adán y Eva, de la bull terrier Nala, de las labradoras Dalila y Nora, de la san bernardo Loira, de la cocker Perla, de los bulldogs ingleses Bully y Tanque o de la dálmata Selma.
Claro que existen los buenos criadores. Los buenos criadores cuidan la salud y el carácter, y no solo se preocupan de la belleza. Los buenos criadores cuidan a las madres, no las hacen criar demasiado jóvenes y las dejan tiempo suficiente entre preñez y preñez. Los buenos criadores conservan y cuidan a esos perros cuando ya son mayores y no sirven para criar. Los buenos criadores están especializados en una determinada raza, dos a lo sumo, es imposible ser un buen criador de veinte razas diferentes. Los buenos criadores dejan que los cachorros permanezcan con sus madres y sus hermanos al menos cuatro meses socializando. Los buenos criadores son tan difíciles de encontrar en nuestro país como los urogallos porque el beneficio económico criando bien es más lento y escaso. Haberlos haylos, casi igualito que las meigas.
Queda mucho para que las cosas cambien. Y mientras no cambien, mientras se siga criando tan mal a los perros de raza y se sigan abandonando decenas de miles de animales, no tiene sentido comprarlos. Ningún sentido.
Y ahora vamos a hacer memoria gráfica sobre la realidad de la cría de perros de raza con unos cuantos vídeos:
Los secretos del pedigrí. Lo siento, no lo he encontrado con subtítulos.
El de Adam lo arruina todo:
Aquí se ve peor, pero está subtitulado.
Aquí un comunicado de El Refugio en el que contaba su denuncia a un criadero ilegal, ‘El Chincol’, que albergaba a más de cien perros de raza en condiciones pésimas.