¿Quién querría adoptar un perro enfermo? ¿Quién llevaría a su hogar a un animal joven que sabe que morirá antes de lo que le correspondería en condiciones normales? Alguien generoso. Alguien que sabe que llorará igual cuando llegue el momento, sea antes o después, porque las lágrimas son siempre un peaje obligado cuando compartimos nuestra vida con un animal. Alguien que entiende que la vida no es en ningún caso un contrato con fecha clara de finalización, que no hay nada firmado y puede presentarse en cualquier momento.
Alguien sabio, alguien muy difícil de encontrar.
Keko necesita a alguien así. Es un American Stafforshire de apenas dos años, «tan guapo por fuera como por dentro. Es noble, cariñoso, bueno, obediente…».
Keko también tiene una enfermedad del sistema nervioso periférico «que le hace caminar un poquito raro moviendo el culete muy gracioso y le provoca dificultad para respirar si se pone nervioso».
«Es por eso que no se puede quedar solo con otros perros ya que le encanta jugar pero se ahoga fácilmente. Debido a esa enfermedad no tiene una larga esperanza de vida«.
Está en la perrera de Cunit (Tarragona). Una de sus voluntarias, Cora, ha escrito al periódico y está difundiendo su caso, porque «no es justo que siga viviendo en una jaula con lo gran luchador que es».
También ha creado una página en Facebook en la que se pueden ver más imágenes y vídeos de este precioso animal, que merece una buena familia tanto como cualquier otro.
Para saber más sobre Keiko podéis escribir a Cora al correo amancu.amancu@gmail.com