Las fiestas navideñas son época de excesos gastronómicos. No para todo el mundo, no siempre, y en muchos hogares de me la impresión de que cada vez menos porque estamos cada vez más concienciados de que los excesos no son recomendables por diferentes motivos. Pero abundan, sin duda.
En muchos hogares tenemos animales compañía. Animales que están presentes durante comidas y cenas en familia, ya sea porque son en nuestra casa o nos los llevamos a las de nuestros familiares (yo tengo la suerte de poder hacerlo, mis dos perras siempre nos acompañan). Animales que, por tanto, también están expuestos a alimentos que no siempre son recomendables.
¿Qué hay que tener en cuenta respecto a ellos?
Los peligrosos suelen ser los perros que, como dice mi hija pequeña, «siempre tienen hambre» y son más dados a probar alimentos desconocidos. Los gatos suelen ser más precavidos, rechazan casi cualquier cosa que no se ajuste a su dieta carnívora y evitan el bullicio. Hay excepciones, ya lo sé…
Respecto a los perros, más allá de no poner bandejas en mesas o encimeras a su alcance y dar por perdido el trozo de queso que se nos cayó al suelo, hay que procurar que no se salgan de su dieta habitual. Al menos eso sería lo ideal.
Hay alimentos totalmente perniciosos, cualquier tipo de dulce debe evitarse que caiga en sus fauces. El chocolate especialmente, ya que puede llegar a ser tóxico.
La obesidad es un problema de salud creciente entre nuestros compañeros cuadrúpedos, así que todo aquello que es especialmente graso no contribuye a su bienestar. Si esos trozos del lechazo tan grasos no los quiere ningún humano, tampoco son buenos para el perro por mucho que nos ponga ojitos.
Ojo también con los huesos del cordero, cochinillo o cabrito. Todo el mundo sabe (o debería saber) que los de las aves no son buena idea porque se astillan, pero los otros también pueden hacerlo, y además pueden estreñir y causar diarreas.
Entonces, si queremos compartir algo rico de nuestra mesa con ellos, por aquello de que es Navidad, que un día es un día, ¿qué podemos ofrecerles?
La doctora Jennifer Adolphe, especialista en Nutrición Veterinaria de la empresa de alimentos para mascotas Petcurean, ha compartido algunas ideas:
Coger algunos kilitos durante las fiestas de Navidad es muy habitual, pero en el caso de nuestros amigos caninos y felinos, no es recomendable ya que puede tener graves consecuencias. Por eso, hay que procurar no darles demasiadas golosinas o al menos reducir las cantidades en ocasiones especiales. Además, los perros (y algunos gatos) pueden olfatear las golosinas que se esconden en los regalos, así que es importante mantener cualquier cosa comestible fuera de su alcance.
Para mantener a las mascotas entretenidas durante las celebraciones, mejor llenar su juguete favorito con pienso.
De todos modos, eso no significa que las mascotas no pueden disfrutar de una deliciosa comida festiva.
- Carne de aves de corral como pollo o pavo: es importante asegurarse de separar la porción de la mascota antes de cubrirla con alimentos que no debe comer como mantequilla, cebolla o queso, y quitar también la piel, ya que es alta en grasa.
- Salmón cocido: es una gran fuente de vitamina B12 (esencial para la formación de glóbulos rojos y la función del sistema nervioso) y vitamina D (responsable de la formación de huesos y articulaciones).
- Hortalizas crujientes: la zanahorias, los guisantes y el brócoli están llenos de propiedades beneficiosas.
- Huevos revueltos: estos son un gran regalo ocasional para la mascota, ideal para la Navidad.
El orejotas de las imágenes se llama Moki y es un cachorro de podenco cordobés al que iban regalando por la calle. Se encuentra en manos de la protectora El amigo fiel de Córdoba y busca una familia.
Se entrega con seguimiento, contrato de adopción/acogida, vacunas, pasaporte europeo, microchip, compromiso de esterilización cuando alcance la edad necesaria, desparasitaciones, analíticas y revisión veterinaria. Se puede trasladar a cualquier punto de España.
Contacto: informacion@elamigofielcordoba.org