Gigi y sus bebés entraron el miércoles en una perrera infame. Tuvo a su camada en un palleiro (un pajar) y allí los recogieron a todos. Entonces eran diez cachorros, ahora ya son siete. Están muriendo por las condiciones en las que están en una perrera de Ourense en la que ni siquiera permiten que se les ponga bajo una manta. Ahí podéis verla, intentando protegerles tanto como puede en una esquina del chenil.
En algún momento puntual que no están con la madre lo que hacen es meterlos en un cubo para guardar el calor y que no estén en contacto con el frío hormigón. Soluciones precarias de un lugar vergonzante.
Es pleno invierno, son solo unos bebés, seguirán muriendo a menos que puedan salir de ahí, y para eso necesitan una casa de acogida con mucha urgencia, para la madre y para los cachorros. Preferiblemente por la zona o regiones limítrofes.
No mirar a otro lado, hacerles un hueco sí que sería una demostración de espíritu navideño de las de verdad. Si alguien puede ayudar, que mande un correo a pacarballino@gmail.com o que escriba un mensaje por facebook a Proanimales Ourense, voluntarias que se dedican a rescatar a los animales de la perrera de Orense, voluntarias a las que no dejan entrar con mantas, leche, camas ni ningún otro tipo de ayuda. En su página podéis ver otros casos.
Evitar que con dinero de todos se mantengan perreras como esa también sería una demostración de humanidad. Las perreras municipales deberían estar gestionadas, con fondos suficientes, por protectoras de animales que busquen su bienestar y no empresas que se conformen con la escasa dotación e ignoren el sufrimiento.
Os recuerdo un post que publiqué el pasado mes de mayo: ¿Sabes cómo funciona la perrera de tu municipio? ¿Quién tiene la gestión? ¿Si se esfuerzan en salvar vidas?
Tal vez también sería buena idea proponerle (de buenas maneras y con educación por favor) un cambio en la gestión del servicio municipal de recogida de animales de Ourense al presidente de las poblaciones de Diputación Provincial de Ourense, Manuel Baltar, de la que dependen las cuatro perreras que dan servicio a la provincia. Y si se deciden a hacer algo, espero sinceramente que no sea poner más trabas a las personas que intentan salvar vidas.
Deberían aprender de la ciudad de Ourense, que tiene la gestión de la perrera en manos de una protectora: Progape.
.@ManuelBaltar ¿Cree posible permitir al menos el paso a voluntarios con mantas? Aunque sea solo porque es #Navidad https://t.co/g3ZnOBwoqq pic.twitter.com/mYtEnbVpxb
— melisatuya (@melisatuya) 23 de diciembre de 2016
ACTUALIZACIÓN- la misma tarde del 23 de diciembre Gigi y sus cachorros han logrado salir en acogida. Pronto necesitarán adoptantes. Y se siguen necesitando acogidas y adopciones para los animales que hay en esa perrera. Más información en Proanimales Ourense.