La pasada semana os hablaba de Mina, la perra que me acompañó antes que Troya y Tula. Adoptada en Proa, al poco de llegar a casa en una revisión rutinaria descubrimos que tenía filaria (o filaria sis). La enfermedad de los gusanos del corazón la llaman, que transmiten los mosquitos y que logramos eliminar con un tratamiento de pastillas e inyecciones.

Os dejo un fragmento de un artículo de Consumer que explica lo que es:

La filariosis canina es una enfermedad producida por un parásito que puede acarrear graves secuelas para la salud del perro. Esta patología se conoce como enfermedad del gusano del corazón, porque es en este órgano donde se aloja el parásito que ataca al can. Un perro enfermo de filariosis puede llegar a morir, si no recibe un tratamiento adecuado a tiempo. Por eso el diagnóstico es crucial para la vida del animal.

La filariosis canina no se transmite a las personas. La enfermedad tiene cura con un tratamiento específico que determina el veterinario. El reposo es fundamental durante el tratamiento. Hay que restringir el tiempo del paseo, así como cualquier tipo de ejercicio físico, ya que es clave para prevenir el desprendimiento masivo de gusanos muertos por el tratamiento inyectable y la aparición de coágulos sanguíneos.

Leo, que está en Madrid, tiene filaria y necesita que le ayudemos para empezar su tratamiento.

Leo, al igual que muchos galgos en España, ha sido sacado de la rueda que fomenta la explotación y el uso de perros como de una herramienta se tratase. Últimamente esta decaído, necesita reposo y mucho cariño.

Después de haberle detectado filaria muchos somos los que intentamos buscarle una vida mejor, pero no conseguimos que Leo encuentre una acogida de dos meses para empezar a tratarle. Por eso pido por su bien que sigamos moviendo en redes, grupos y amigos su historia.

Tiene un carácter tranquilo y curioso pero no es apto con gatos.

Contacto: acunrmadrid@gmail.com