Entradas etiquetadas como ‘celo’

El celo en las gatas y tres jóvenes mamás

Tengo a mis cuñados en estos momentos sufriendo el primer celo de su gata, adoptada no hace mucho en la asociación GATA.

Y ya están preparando su esterilización. Lo mejor que pueden hacer por ella.

Si el refranero popular ha recogido el celo de las gatas, es por algo. Es uno de los más intensos del reino animal.

El primer celo sucede normalmente entre los seis y los doce meses de edad, y su comportamiento se verá alterado notablemente.

Se trata de un ciclo hormonal muy particular, altamente irregular y dependiente de condicionantes externos (presencia de otros gatos, estación del año…).

Aunque cada animal tiene sus particularidades, generalmente:
– Se muestra insistentemente cariñosa, frotándose y adoptando la postura típica de la monta (alzando la parte posterior del dorso y la cola) cuando la acariciamos.
-Come y duerme menos.
-Está más inquieta, se revuelca y retuerce y recorre constantemente la casa.
-Emite unos maullidos muy particulares, incluso cierto tipo de chillidos. Puede parecer incluso que está experimentando dolor, aunque no se así.

Puede incluso tener varios celos seguidos, con poco intervalo de descanso, si no consigue su propósito: se fecundada por un macho.

Además de resultar molesto, si esta situación (celos continuos que nunca son satisfechos) se prolonga durante años, la gata puede acabar mostrando comportamientos agresivos o sufriendo alteraciones mamarias o quistes ováricos.

Muchos dueños optan por aplicar a sus mascotas un tratamiento hormonal inyectable, cuyo uso a largo plazo es completamente desaconsejable.

La mejor solución pasa por la esterilización. Una operación sencilla que eliminará los molestos celos, mejorará la calidad de vida y eliminará el riesgo a padecer ciertas enfermedades.

Sin contar con que evitará que se produzcan, accidentalmente, camadas con un futuro de lo más negro.

Puede resultar muy cara o muy barata, dependiendo del veterinario. Si quieres esterilizar a tu animal ponte en contacto con alguna protectora de tu zona, que te pondrá recomendar un buen veterinario.

——————–

Y aquí tenéis las historias de tres mamás gatas que buscan una segunda oportunidad.

La gatita de la primera foto, color canela, se llama Concha.

Llevaba una eternidad en la calle sin comer de manera adecuada, porque una patada le destrozó y le infectó la boca.

Aunque la controlaban y le daban de comer, no tuvieron en cuenta lo esencial: esterilizarla y curar esa infección…

De manera que Concha trajo al mundo tres gatitos más, a los que apenas podía lavar, debido al dolor de la boca.

Fue recogida, pero para los gatitos fue tarde; murieron uno tras otro.

Concha aún tenía las placentas dentro, (fue esterilizada inmediatamente) calvas por todo el pelo, rinitis, y tuvieron que sacarle los dientes.

Las fotos de su convalencencia son estremecedoras: una gata salvada de la muerte, con ojos verdes de Dolorosa, dorada y flaquita, sin sus crías.

Concha sería feliz como gata única, con quien no la agobiara y le permitiera pedir mimos cuando quisiera (es ronroneadora y mimosa, pero no siempre, no le gusta que la cojan, pero sí que la cepillen.

Es perfecta para alguien que pase tiempo fuera de casa, pero tenga sensibilidad y paciencia. Se porta de maravilla con todos los gatos nuevos que conoce.

La gata romana de la segunda foto se llama Crisania.

Fue recogida a las 12 de la noche. Estaba pariendo en un jardín bajo una lluvia infernal.

Intentaba al mismo tiempo superar los dolores del parto y proteger a sus bebes, en ese momento había parido dos y otro prácticamente asomando. Estaban todos empapados.

La tercera gata, de color negro, se llama Cocacola Light.

Estaba escondida en un sumidero y allí se había refugiado para parir a sus pequeños.

Es una madraza, los niños trataban de machacar a sus hijos con palos y ella los defendía con todas sus fuerzas, que no eran muchas ya que como su nombre indica es ligth: pequeñita y muy joven y desnutrida.

Cuando nos dieron el aviso nos dijeron que era una gata «salvaje» y que cogiéramos sólo los bebés. La sorpresa fue al llegar a casa cuando Cocacola empezó a pedir mimos y a darnos las gracias.

Es un abandono de verano. Un abandono cruel y frecuente: a la calle joven, sola y preñada.

El contacto para adoptarlas o apadrinarlas es adopciones@gataweb.com y 636476454 (dejad mensaje)

———————-

NOVEDADES: 31/07

Concha, Crisania y sus cachorros y Cocacola Light siguen en adopción.