Me escribe Marta, una voluntaria de la asociación madrileña Animales Con Un Nuevo Rumbo (ACUNR), pidiendo ayuda en la difusión de dos gatos buenos y hermosos que no están teniendo la suerte de encontrar un buen hogar tras haber superado la depresión de perder a sus dueños y su hogar y tener que pasar por un albergue.
La zona del albergue de ACUNR destinada a los gatos está gestionada junto a otra asociación: Los Amigos de Sam. Y hay más de cien felinos allí esperando su segunda oportunidad.
No me cansaré de recomendar la adopción de gatos adultos. Si las posibilidades de encontrar una familia de los perros adultos se reduce, en el caso de los gatos es un drama.
En fin, volvamos al tema que nos ocupa, que es el de las víctimas felinas de un deshaucio para los que es urgente encontrar un hogar, «Hace un año y medio aproximadamente llegaron a nuestro albergue tres gatos procedentes de un desahucio. Los dueños estaban muy deprimidos por tener que abandonar su casa y encima desprenderse de sus tan amados gatos».
No es el primer caso que me llega y asoma a este blog en el que los animales también sufren las consecuencias de un desahucio, dejando atrás además el corazón partido de sus dueños. Si nuestros animales son parte de nuestra familia, circunstancia así nos obligan a romperla y rompernos.
Uno de los gatos, Alba, se ha adaptado bien a la vida en el albergue, aunque estaría mejor en un hogar, pero de los que os quiero hablar es de Duquesa y Alfonso, que lo pasarían muy mal en ese entorno y que tienen la suerte de estar en acogida; pero esa buena fortuna termina en pocos días, el 3 de julio.
Son madre e hijo de 6 y 4 años, Alfonso es un gato muy gracioso y divertido, siempre quiere jugar y te sigue por la casa. Tuvo que someterse a una operación de oído porque tuvo una infección muy grabe en el albergue. Desde entonces ha perdido un poco de equilibrio y no puede vivir en el albergue porque ya se quedó una vez atrapado en una caja un día entero, no calcula bien a la hora de saltar. Duquesa es un encanto de gata, tranquila dulce y muy mimosa. Se cogió tal depresión allí que no se movía de su sitio hasta el punto de dejar de lavarse, tiene marcas en la cara porque se le acumulaban las legañas.
Hemos estado publicándolos de todas las formas posibles pero no hay nadie que se fije en ellos y nos parte el alma la idea de que tengan que volver al albergue con lo mal que lo pasan.
Están acostumbrados a vivir con perros, los dueños anteriores también tenían y tuvieron que desprenderse de ellos. En su casa de acogida Duquesa y Alfonso han estado conviviendo con perros y Alba se acerca corriendo a saludarles cada vez que ve a uno.
Y sería buena idea adoptarlos juntos. Los gatos, mejor de dos en dos, para que se hagan compañía, para disfrutar observando la relación de dos gatos bien avenidos, para que no achaquen tanto la soledad cuando no estamos, porque entre mantener y cuidar a un gato o a dos no hay tanta diferencia.
Contacto: losamigosdesam@gmail.com