No se adiestra con castigos y lo de ser el alfa está sobrevalorado

Hace ya algún tiempo que en la muy recomendable web de SrPerro hicieron una igual de recomendable entrevista a Santi Vidal de estrés, de cómo adiestrar sin castigos y de la peligrosa etiqueta de la ‘dominancia’. Es una entrevista que me gusta mucho, porque rompe muchos viejos mitos,  algunos como el tema de ser el alfa de la casa promulgado hasta el hastío por el encantador de perros televisivo César Millán.

Os voy a dejar únicamente unos pocos párrafos, pero es mucho más extensa y os invito a leerla entera.

Primero, ¿por qué educar en positivo? ¿Por qué no castigar?

Hay un millón de razones. Alguna de ellas: Los castigos hacen perros más inseguros, estresados y en muchas ocasiones agresivos. Los castigos nos hacen poco predecibles delante de nuestro perro. Los castigos cuando no han sido bien aplicados (casi nunca) no extinguen comportamientos, los dejan latentes (es fácil ver que cuando regañamos a nuestro perro por algo, este aprende a no hacerlo DELANTE NUESTRO. Seguro estamos todos de acuerdo en esto. En la otra cara de la moneda, entendiendo la teoría del aprendizaje, repetimos lo que nos da beneficio y dejamos de hacer lo que no nos reporta nada. Esto que sucede en los humanos y en el resto de los animales, es la base del adiestramiento en positivo. Procurar que las conductas adecuadas salgan beneficiadas (con la idea que el perro repita ese comportamiento) e impedir que sucedan las que nos resultan problemáticas o molestas, con la idea de que se extingan.

Son muchas las razones para dejar de usar las correcciones y castigos, en realidad castigar es el síntoma claro del fracaso educativo y refleja nuestra frustración al carecer de otras herramientas para conseguir un fin. Por último matizar para que quede muy claro, adiestrar de esta manera amable no significa estar todo el día dando salchichas de Frankfurt ( hay un millón de premios en la vida diaria, nuestra atención por ejemplo), ni tampoco significa permitir que un perro haga lo que le dé la gana. En realidad la educación canina en positivo debería ser el objetivo de todo entrenador, mejorar cada día la técnica para poder entrenar y educar a los perros con el respeto que se merecen. Todos los que lo intentan, aunque no lo hayan conseguido al 100 por 100, merecen el respeto profesional, por su esfuerzo diario.

 

Toda la razón tiene Santi Vidal. Y daos cuenta que lo mismo sería aplicable a los niños. No se les enseña pegándoles, en ningún caso. No hace muchas generaciones se justificaba que se enseñará con mano dura a las mujeres; niños y perros son la última frontera.

Y respecto al famoso tema de tener que ser el líder de la manada a toda costa:

David Mech, famoso biólogo y profesor universitario , conocido por ser el “padre” de la jerarquía y la “dominancia” en sus trabajos en los años 70, al profundizar en el estudio de las manadas de lobos, durante 13 años y retractarse de sus ideas originales, nos cuenta que los cambios en la sociedad tardan unos 20 años en llegar desde las comunidades científicas hasta el gran público.

En España se empieza a aparcar la jerarquía y la dominancia, en mi opinión, sobre el 2000 hasta el 2004. Si Mech tiene razón aún quedan bastantes años para cambiar este enfoque sobre la vida social de los perros.

En realidad es algo muy establecido todavía, pese a que cada vez más gente está en desacuerdo. Es lógico por varios motivos. Es atractivo que te “vendan” la idea de convertirte en LIDER o Dominador. Algunos programas sobre educación canina, como “El encantador de perros” ayudan a vender esta atractiva idea para cualquier propietario. Además el etiquetado de los perros como dominantes exculpa a profesionales y a propietarios.

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La pequeña Arnia está en un chenil de la protectora ‘el amigo fiel’ de Córdoba con sus dos bebés de nueve días: un macho y una hembra. No es lugar para ellos y necesitan con mucha urgencia un hogar de acogida en el que pueda seguir demostrando lo buena madre que es.

Hemos tenido que separarla de sus compañeros de chenil y dejarla sola con sus dos bebés. Es inviable tenerla en el albergue, hace demasiado frío y además no es sitio para esta situación. Necesitamos una casa de acogida en Córdoba, no podemos trasladarla más lejos en estos momentos por su estado.

Los tres necesitarán buenos hogares más adelante.

Contacto: informacion@amigofielcordoba.org

10 comentarios

  1. Dice ser Pablo

    Como todo, se trata de encontrar el equilibrio, al igual que es malo educar exlusivamente a base de castigos, lo es hacerlo unicamente con premios.
    Lo del alfa es lo que hay, es su estructura de sociedad, al igual que un padre o una madre son los lideres de la familia y permiten que los niños crezcan sin preocupaciones.
    Esta claro que no comparto las ideas de este post….

    26 enero 2016 | 9:36

  2. Dice ser Marisa

    He tenido perros toda la vida y la experiencia no me permite compartir tu opinion.

    26 enero 2016 | 10:26

  3. Dice ser Yomismo

    Usted compara el castigo con pegar » No se les enseña pegándoles, en ningún caso»
    Estoy de acuerdo que no se debe pegar, ni a niños ni a animales ni a nadie. Pero el castigo no tiene por que ser físico.
    Cuando desaprueba la conducta del perro y no le hace caso, no le atiende, le está castigando.
    Utiliza el refuerzo positivo (el premio) pero también el negativo (el castigo) aunque sin usar la fuerza, la violencia. Usa otras cosas, pero hay refuerzo negativo. Hay castigo.
    Hay dos cosas que pretendemos en la educación: que determinadas conductas se repitan, las que consideremos positivas, y por lo tanto las reforzamos. Pero hay otras conductas que queremos eliminar, las negativas, y ahí debe haber un refuerzo negativo por que no hay otra forma de hacerlo. Por ejemplo, enseñar al animal a hacer las necesidades en un determinado lugar se puede reforzar premiándolo cuando lo hace, pero enseñarle a no subirse al sofá, no lo puedes premiar cuando no se ha subido por que no va a entender nada: lo coges, lo bajas y le dices que no con firmeza, que note tu tono de voz. No hay violencia, hay refuerzo negativo, lo que viene a ser un castigo.

    26 enero 2016 | 10:32

  4. Dice ser saul

    Los animales son seres muy sensibles y nunca hay que enseñarles con la fuerza.Con paciencia se consigue más y ellos serán mas felices

    26 enero 2016 | 14:56

  5. Dice ser Munch

    Los programas de Cesar Millan no tratan sobre educacion de animales, tratan sobre rehabilitacion de perros, cuyo comportamiento por unos u otros motivos salen de la norma.

    Solo quien no ha visto los programas puede afirmar que Millan les educa maltratando.

    En la mayoria de los casos, se trata de animales con miedo o estres y donde se limita con paciencia a mostrarle respeto y calma al animal. Solo en los casos en los que los animales lanzan ataque los corrige con la correa y en casos y con la mano en otros (vean algun programa ey entenderan de que se trata).

    Solo las mentes obtusas pueden enfrentarse a estos metodos acusandoles de violentos. Gran parte del trabajo lo realiza con los dueños y sus comportamientos.

    26 enero 2016 | 15:21

  6. Melisa Tuya

    Hola Munch. No era mi intención borrarte ni nunca lo ha sido. Hace ya mucho que el blog tiene moderación previa y hay que tener paciencia para ver el comentario aprobado y público.

    26 enero 2016 | 16:04

  7. Dice ser carmela

    Creo que debe prevalecer lo que los estudiosos hayan comprobando cientificamente .Si los expertos opinan que el incentivo positivo es lo mas eficaz habra que tenerles en cuenta .
    Si desterramos los castigos mejor que mejor. Sabemos de mas de uno que se ha asesinado al animalito por hacerse sus necesidades ,o no hacerles caso.

    26 enero 2016 | 17:16

  8. Dice ser Javier Ruiz

    Ante todo decir que creo que soy una persona totalmente positivista con mis animales.

    En mi experiencia personal, un perro puede aprender y vivir una vida totalmente feliz adiestrándoles con refuerzos positivos y castigos negativos por definición. Sin embargo, creo que nos cuesta muy poco ir hacia los extremos.

    Dicho esto soy totalmente contrario a prácticas como las de César Millán, quien utiliza métodos MUY CHUNGOS como la indefensión aprendida que hacen que el perro no siga actuando «mal» porque no sabe a qué puede atenerse en muchos casos. Por el contrario, yo que convivo con una perra agresiva sin la impronta que tienen la mayoría de perros creo firmemente que un perro agresivo SIEMPRE será agresivo y debe ser controlado. La mejor opción que yo encontré, con adiestradores/as, para eso fue posicionarme sobre ella y hacerle entender que no debía atacar a otros perros con refuerzos positivos y castigos positivos (sí, positivos).

    Por otra parte, este es un caso entre miles y decenas de miles, y la mayoría de los perros pueden vivir y aprender a convivir con refuerzos positivos y castigos negativos (por ejemplo, retirarles la atención, que me ha parecido que lo etiquetabais de otro modo; como refuerzo).

    Por lo demás, estoy totalmente de acuerdo. En lo único que difiero es que para que un castigo funcione, la persona debe aplicar (o retirar) el correctivo adecuado en el momento adecuado y con la intensidad adecuada. ¿Quién sabe eso? Yo llevo más de cinco años formándome, muchos otros también, pero hay que ser consciente que la mayoría de las personas con las que nos topamos, creen saber de perros porque siempre han tenido perros (como aquel que sabe conducir un coche y cree que es mecánico de Fórmula 1, vamos).

    En resumidas cuentas, para mí, si no sabes por qué y qué quieres conseguir al aplicar un castigo JAMÁS DEBERÍAS APLICARLO y si lo sabes, deberías valorar otras opciones posibles si las hay. Por lo demás, tampoco creo que sea cuestión de crucificar a nadie por usar un lazo de adiestramiento (no hablo de un cordino, algo muy distinto) ni por levantar la voz a su perro ni rociarle la cara con un spray: cada situación debe valorarse en su contexto, aunque siempre tienen que ir dirigidas al bienestar del animal.

    Soy consciente de que aquí mi opinión quizá no sea la más políticamente correcta, pero creo que tampoco deberíamos aceptar que la educación en positivo deba tener unos límites tan marcados.

    26 enero 2016 | 18:13

  9. Dice ser Daniel L.

    no hace falta darle una paliza para educarle. la educación en positivo sirve unas veces y otras no, los perros pueden ser muy distintos unos de otros.
    un cachete o un susto pueden venir bien, como con la educación de los niños, que, si seguimos tan guays, muchos de ellos se volverán unos tiranos.
    hay videos en YouTube de educación en positivo que son para tirarse por el suelo. Recuerdo uno para que el perro no tire cuando se encuentre con otro perro, que hablaba de esconderse para que no lo viese… JAJA. En este caso con mi perro es mejor un collar metálico y un tironcillo.

    27 enero 2016 | 8:49

  10. Dice ser Cake

    No.
    La controversia por azotar a un niño puedo entenderla, pues somos una especie… digamos «especialita». Pero esta entrada es francamente ridícula. Los animales se rigen por unas pautas muy estrictas, y no hay más que echar un vistazo ahí fuera, a la naturaleza, para darse cuenta. Cánidos, felinos, aves, equinos… y hasta insectos. En su mundo impera la fuerza, el valor y el dominio, incluso en las especies no jerárquicas, y esto es así porque lo necesitan para sobrevivir. Querer negar ese instinto milenario basándose en que «el amor lo puede todo» es poco menos que una patochada típica de nuestra ingenua especie, y es que a veces olvidamos que nosotros somos los raros, y ellos los normales.

    No se puede humanizar a un perro, confórmense con haberlo domesticado que ya es un logro bastante grande.

    28 enero 2016 | 17:49

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