Me escribe una amiga para decirme, con toda la razón del mundo, que los casos de maltrato físico más brutales se difunden sin parar, nos hacen exclamar que son monstruos los que hayan hecho eso al animal, nos conmueven y facilitan la adopción de ese animal que tanto ha sufrido. Estos días está circulación por España el caso de un perro al que arrancaron los ojos y cosieron los párpados en México. Pero cuando hablamos de un corazón maltratado, de perros y gatos que han sufrido tanto o mas pero por la falta de amor y el exceso de ira o desprecio, la gente no se moviliza.
Paradójico. Incomprensible.
El caso de Fifí es uno así, un buen ejemplo de alma rota, pero recomponible con cariño y paciencia. Es un cruce de teckel, tiene dos años y es una perra buena, como todos, sólo que necesita ayuda. En la protectora están desesperadas, no quieren que se consuma allí dentro sólo porque nadie pueda entenderla.
Normalmente nos movilizamos en masa por los casos de maltrato físico, nos impactan los casos de atropellos, de peleas… Pero a las protectoras llegan perros muy «jodidos» sin heridas físicas. Muchos de ellos presentan comportamientos agresivos, casi diríamos que son perros maleducados y lo son, porque con los perros pasa como con los niños, la falta de educación es una falta de cariño, de dedicación, por eso llaman constantemente la atención, es otro tipo de maltrato.
Nosotros somos una protectora muy pequeñita, estamos en un pueblo de 9.000 habitantes, pero ponemos un especial cuidado en estos perros, tratamos de curar las heridas de sus corazoncitos.
Ahora necesitamos ayuda para Fifi. Fue adoptada con un mes y devuelta a la protectora con 2 años por problemas de comportamiento: falta de educación con lo que ello significa. Es una perra llena de miedos e inseguridades, es una adolescente rebelde que ladra para llamar tu atención y calmar su inseguridad. Necesita una adopción que la comprenda y la ayude, sin niños, en un entorno tranquilo, para solucionar su problema de reactividad.
Contacto: apat.trujillo@gmail.com almudenaretamosa@gmail.com 665351866
Dentro de este tipo de maltrato «psicológico», por llamarlo de algún modo, no hubiese estado de más añadir el maltrato por la antropomorfización del perro, o dicho metafóricamente, por un malentendido exceso de mal llamado cariño.
Quizás no he sido realmente consciente hasta bien entrado en el adiestramiento de mi mascota, cuando tras meses y meses de trabajo tu cerebro comienza a percibir la relación de los perros con el entorno, animado e inanimado, de un modo diferente a como lo hacía antes. Es entonces cuando poco a poco te vas fijando más en el comportamiento tanto de tu perro como de otros, y descubres que algunos están aboslutamente desquiciados por una, bajo mi punto de vista, malinterpretación del amor hacia los animales. Valga como ejemplo el típico caniche que pasea junto a su dueño y cada vez que se acerca un perro de mayor tamaño su dueñ@ lo alza en volandas hasta los brazos pues, según su interpretación, tiene miedo a los perros grandes.
Ese animal termina estando cada vez más desquiciado, inseguro, nervioso y, en muchos casos, agresivo.
Así que me pregunto, ¿hasta qué punto esto también puede ser considerado como maltrato?
21 octubre 2015 | 10:33
Pues tienes razón Sergio, me apunto la sugerencia.
21 octubre 2015 | 10:39
También el maltrato a un ave, pájaro,ninfa,periquito te puede hacer llorar de pena
21 octubre 2015 | 12:42
Al hilo del antropomorfismo, me gustó este artículo al respecto:
http://www.madocan.com/blog/2014/3/1/la-humanizacin-del-perro-mara-fernndez-mndez-adiestradora-canina
21 octubre 2015 | 12:48
Es cierto que el dolor físico siempre mueve más que el psicológico. Lo vemos todos los días en los casos de mujeres maltratadas. Tienen que llevarlas al hospital para que la gente realmente se de cuenta del problema. Y con los perros pasa lo mismo. Hace poco leí la historia de una perra de raza pitbull que consiguió cambiar la ley de protección animal en uno de los estados de EEUU, y para ello tuvieron que prenderla fuego.
http://blog.theyellowpet.es/susie-pitbull-ley/
El ser humano tiene mucho más miedo al dolor físico que al mental, por eso los casos de torturas y abusos físicos nos conmueven mucho, por empatía.
Algún día también estará prohibido tener al perro atado todo el día, o en el jardín donde siempre está solo.
Algún día.
Un cordial saludo y enhorabuena por el blog.
21 octubre 2015 | 15:07
Casandra, si hay un dolor físico, segurísimo hay uno sicológico.
No así al contrario, si hay maltrato sicológico quizás no lo hay físico. Por eso se puede alargar más en el tiempo y es menos detectable. Hay personas que soportan maltratos sicológicos hasta límites insospechados. El físico no puede esconderse.
No obstante, para todos los casos, la denuncia lo primero, y no desistir, porque la burocracia te pone trabas y alarga el proceso de la solución
Si las leyes son lentas para las personas, imagínate para los animales. Todo debe agilizarse más en cuestión de justicia y respecto a la población, nunca son pocas campañas machacantes, si hace falta, como hacen con el tabaco o el tráfico: concienciar, concienciar y concienciar.
21 octubre 2015 | 16:40
Muy de acuerdo con el artículo, y con Sergio. Yo he paseado perros grandes y en varias ocasiones me he topado con la típica dueña asustadiza/sobreprotectora que coge a su Yorky en brazos. Dejando de lado el daño psicológico que le hace al perro (que es lo primero), me sienta verdaderamente mal porque pienso que me toman por una propietaria irresponsable. Yo no quiero que mis perros ataquen a otros tanto como no quiero que otros ataquen a los míos, por lo que desde bien pequeños he trabajado para que fueran perros equilibrados. Por eso, me han dado siempre más problemas los dueños de otros perros, que mis propios perros (que no se acerquen a oler, que los sujete bien, que si uno nunca puede fiarse de su perro…) y en todos los casos, son propietarios sobreprotectores, o irresponsables. Creo que, cuando has tenido a tu perro desde los 3 meses y le has expuesto a diversas situaciones, puedes tener una idea bastante buena de cómo actuará tu perro y ello, con el paso de los años, lo vas comprobando.
Creo que un verdadero propietario responsable no solo se preocupa de su comida, su agua, ponerle un techo y tenerlo al día con el veterinario. Creo que también se molesta en comprender lo que el perro quiere decir (orejas, rabo, posición…). En lenguaje humano, el perro gesticula mucho y es posible detectar de antemano la posible reacción a cada situación.
21 octubre 2015 | 18:24
Definitivamente el abuso de la dieta vegana, el sobreconsumo de tofu y seirán y la repetición de comentarios
y consignas sectarias acaba afectando a las entendederas y al cerebro ,y al final los lunáticos y adoctrinados
veganos no distinguen a un perro del vecino del cuarto……. me meo…….
21 octubre 2015 | 18:27
En algunos países tienes que hacer un curso teórico y práctico para poder tener un perro.
Al ser registrado, tienes hasta un año para hacer este curso.
Te pones ahí con tu can y con otros canes y sus dueños a interactuar, a quitar miedos, a corregir posibles defectos, a adiestrarlo, en resumidas cuentas y saber preveer el comportamiento de tu perro y de otros.
Haces un exámen, pagas tus impuestos al año y las bolsas de excrementos, son gratis.
No está mal.
24 octubre 2015 | 11:46
Eva Benítez La ignorancia es muy atrevida Melisa , como se puede llamar maltrato psicologico al exceso de cariño hacia un animal , al desconocimiento de educarlo y al no poder conseguir que un animal se adapte a un determinado entorno . No escribes con conocimiento de causa y
comparas a maltratadores con personas que aman a los animales pero no consiguen que sean felices .Y yo si hablo conociendo el caso de Fifi .Una perrita muy querida pero con muchos problemas de adaptacion , y por la que se ha hecho lo imposible por ayudarla desde que fuera abandonada . Nadie que adopte un animal de una protectora puede despues maltratarlo , pedir ayuda a esa protectora para que encuentre un lugar adecuado y sea feliz , tampoco es maltrato Melisa Privado .
26 octubre 2015 | 22:20
Ay, yo tengo una perrita exactamente igual. Fue abandonada (o se perdió) cuando era un cachorro de unos 5 meses y estuvo mas de dos siendo alimentada por unas personas de una restaurante a donde ella acudia cada noche. Luego se quedó preñada y avisaron a la protectora que la recogio y la operó. La traje a casa de acogida pero me ganó tan pronto que la adopté.
Es hiperactiva y ha dado su guerrilla pero ha sido la mejor compañera de mi otra perrita, abandonada tambien y golpeada por lo que era superasustona. Ahora despues de 2 años juntas se han ido equilibrando. Esta no es tan nerviosa y la otra es mucho menos miedosa.
Y NO HAY NADA MEJOR que verlas como han evolucionado y han curado sus «heridas». Ojalá que adopen pronto a Fifi porque son una delicia de perritos, aunque para mí lo son todos pero estos son tan cariñososssssssssssssssssss.
27 octubre 2015 | 12:17