¡Hay tanto que aprender de ellos! También a envejecer

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Troya tiene dieciséis años. Eso calculamos teniendo en cuenta que tenía unos cinco cuando la adoptamos hace once años. Es una mestiza con mucho de cruce de caza, con leishmania y perdigones bajo la piel. También llevaba bajo la piel miedos y palos, pero de todo eso ya no queda nada.

Cuando llegó a casa una perra atlética, que disfrutaba corriendo y jugando y que podía ir a recoger la pelota hasta que se te cayera el brazo.

Ahora es una abuelita saludable, que se mantiene en su peso y en buena forma. La gente se sorprende cuando les digo la edad que tiene. «Es que estos cruces de caza son muy duros», decimos. Pero nosotros que la hemos conocido sabemos que es la sombra de lo que fue. Duerme constantemente, casi tanto como los gatos. Se le escapa el pis y hay que bajarla varias veces al día y tener la fregona a mano. Si subimos los tres pisos por las escaleras, lleva arriba jadeante. Oye poco y tampoco ve como antes. La cara está más blanca y ha salido alguna verruguita.

Es cierto también que ya no coge la pelota al vuelo, que se la tiras un par de veces y se tumba con ella buscando un descanso, pero los ojos le brillan igual. Ella se sigue sintiendo joven y motivada para jugar, continúa disfrutando como hace diez años.

Pero os voy a contar un secreto, nada de esto le importa a ella. Sigue feliz en el mundo, sin preocuparse por la fuerza y la agilidad perdidas, por la piel que cuelga y el final que cada vez está mas cercano.

Se limita a disfrutar de la vida. Sin más. Nada menos. Aceptándose a ella y sus circunstancias.

Ojalá a los seres humanos nos pasará igual.

Nos sobra soberbia cuando los observamos. ¡Hay tanto que aprender de ellos si se sabe mirar! También a envejecer con dignidad, a no vivir temiendo a la muerte.

A vivir.

Sin más. Nada menos.

Noli timere messorem.

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6 comentarios

  1. Dice ser Jom

    Porque no es consciente de su limitada existencia. Aquí el artículo parece querer decir que la felicidad está en la ignorancia. Pues dale duro con ello.

    01 septiembre 2015 | 10:41

  2. Dice ser Jaione

    Cómo me ha recordado esta historia a la de nuestra Canela, la perra que tiene mi madre desde hace 11 años, ahora ha dejado de ser una cachorra solemos decir aunque ella sigue vital, alegre y todo el mundo se sorprende de que tenga 11 años porque está taaan bien pero… ya no es lo que era. Aunque siempre envejece como una reina, lo que es.

    01 septiembre 2015 | 12:17

  3. Dice ser Fuengirola

    Llevas razón, dicen que la información es poder, pero el no concebir la muerte hace que la ignorancia sea felicidad.

    01 septiembre 2015 | 12:56

  4. Dice ser Silvia

    Para mi es algo que es envidiable en los animales, la ausencia de preocupaciones. Nosotros tenemos que aprender a gestionar muy bien lo que pensamos y como lo pensamos para poder vivir felices, ellos no tienen esta necesidad. Claro que nuestra capacidad también tiene sus beneficios y podemos planificar y valorar las situaciones, prevenir peligros… Todo tiene ventajas y desventajas

    01 septiembre 2015 | 17:39

  5. Dice ser evam

    Kenzo tiene 14 años y está un poquito sordo, así que ya no te lo encuentras en la puerta porque te ha escuchado meter la llave, moviendo contentísimo el rabo como si no te hubiera visto en años, aunque te acabaras de ir. Ahora nuestro juego es casi más divertido: buscar dónde está echando su cabezadita, llegar a él y ver que se pone igual de contento, mueve incluso el rabo, tendido en el sillón. En casa está claramente más tranquilo, durmiendo muchísimo, pero en la calle revive y se convierte en el perrillo que ha sido siempre, curioso y sociable: la gente se sorprende mucho cuando les digo que ya tiene 14 años y yo estoy incluso más orgullosa de él que cuando tenía 3 años y llegó a nuestras vidas.

    03 septiembre 2015 | 11:53

  6. Dice ser ariel

    Adoro los animales pero estos artículos ya me parecen fast-help-food y rizar el rizo. Yo tb disfrutaría de la vida si me lavaran las meadas, me pusieran de comen, y me cuidaran como una reina sin tener que trabajar hasta los 70 porque en esta sociedad de mierda solo se valora la productividad. Si eres un jubilado sin recursos TE PUDRES COMO TODOS. Che, que adoro a los animales, pero NO SOPORTO a quienes NOS COMPARAN. Ellos son más nobles porque NO CONOCEN LA CAPACIDAD DE ELEGIR LO QUE HACEN. Basta ya de estas cosas porque en las redes sociales parece que podamos aprender más de los perros que de las personas que dan la vida por otras personas. Ale, ya podéis llamarme de todo.

    03 septiembre 2015 | 21:08

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