Freedom Paws Links, un programa de acogida para animales víctima de violencia

Cuando la semana pasada publiqué un post en el que hablaba con Sònia Pujol, Presidenta de la Asociación de Policías por la Defensa Animal (APDA), también os contaba que Sònia era Directora de Freedom Paws Link y os adelantaba que ya os hablaría más adelante de este proyecto. Pues bien, ha llegado el momento.

“Hay relación entre la violencia hacia los animales y los humanos. Están estrechamente vinculadas y somos grandes detectores de estos casos. Cuando hay maltrato a la mujer, el hijo o el abuelo, suele haber previa o simultáneamente maltrato animal. El que maltrata, además, también utiliza al animal, lo maltrata delante de la víctima, amenaza con hacerle daño…», me decía contaba Sònia. Pues bien, el proyecto de Freedom Paws Links está directamente relacionado con esa violencia cruzada: es un programa de acogida para animales víctima de violencia.

Así lo explica Sònia Pujol: «el grueso del trabajo que realizamos pasa por dar a conocer esta problemática a la administración para que tomen las medidas necesarias para dar protección a las víctimas humanas y animales con charlas y otras actividades, asesoramiento y propuestas de colaboración, propuestas de protocolos de actuación en los distintos ámbitos implicados junto con un trabajo multidisciplinar transversal, y la gestión de las acogidas temporales o definitivas de los animales».

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Y así lo cuentan en su página web:

El FPL es un programa que acoge temporal o definitivamente a los animales domésticos de víctimas de la violencia familiar. Esta iniciativa surge desde GEVHA (Grupo para el Estudio de la Violencia hacia Humanos y Animales) y a partir de la relación establecida entre la violencia hacia animales y humanos y debido a la falta de protección de los animales que desemboca en una desprotección total de les víctimas humanas que sufren este fenómeno.

En muchas ocasiones, los animales que conviven en un hogar violento son utilizados como herramienta de amenaza y/o coacción per parte de la persona maltratadora contra la víctima. El animal se convierte en objeto de venganza o control sobre la pareja, hijos u otros personas del entorno familiar. Por este motivo, en el caso de la violencia de género, la víctima retarda su marcha del hogar por miedo a las represalias que pueda sufrir el animal. Incluso, se niegan a ir a casas de acogida para mujeres ya que no se permite la entrada de animales. Hay que tener en cuenta que el animal suele ser un importante apoyo emocional para a la víctima y no quieren separarse de él.

En los EEUU, algunas leyes estatales contra la crueldad hacia los animales se han endurecido e incluso incluyen disposiciones basadas en investigaciones que vinculan el maltrato a animales y la violencia interpersonal. 24 jurisdicciones de los EEUU, permiten a los jueces incluir a los animales en las órdenes de protección en casos de violencia doméstica.

En España no existen medidas similares, ni casas de acogida de mujeres que permitan el acceso a los animales de compañía, lo que disminuiría la victimización.

Aquí es donde el Freedom Paws Link actúa, ofreciendo la posibilidad de acoger temporalmente al animal objeto de maltrato con finalidad de atemorizar a la víctima, eliminando así uno de los factores de riesgo que provocan que la víctima no abandone el hogar y romper el círculo de violencia.

El programa cuenta con la colaboración de diferentes entidades de protección animal repartidas por el territorio español que se encargan de la acogida, mantenimiento y cuidado de los animales, garantizando al máximo la confidencialidad y privacidad de las víctimas y personas implicadas en cada caso, así como la seguridad ante posibles tentativas de recuperar el animal per parte de la persona agresora. Para no romper el vínculo tan importante entre la víctima y el animal, se valora la posibilidad de realizar puntos de encuentro estratégicos que no pongan en situación de riesgo a ninguna de las partes.

Por eso el programa Freedom Paws Links, pionero en España, puede ayudar a muchísimas personas que se encuentran en situación de violencia y que no encuentran el valor para dejar la relación por lo que pueda ocurrir a su animal de compañía.

Su presidenta me cuenta que el programa se creó en 2013: «vamos de la mano de SAF-T en Estados Unidos. Aproximadamente hemos gestionado unos 24 casos además de asesorar en tantos otros a la administración y los diferentes departamentos que tratan las situaciones de violencia familiar»

Julie y Robert, los dos gatitos de las fotos, han sido víctimas de un caso de violencia doméstica, el primero en el que la FPL intervino. Actualmente, la víctima (mujer) vive una situación estable y los gatitos han sido adoptados.

En la iniciativa también participa como coordinadora Núria Querol , doctora y veterana animalista que fundó el Grupo para el Estudio de la Violencia hacia Humanos y Animales (GEVHA) y es la referente en Europa y Latinoamérica de la Iberoamerican Link Coalition de la que Sònia también forma parte junto David Carrasco, subdirector de Freedom Paws Link y vicepresidente de la APDA.

¿Cómo ayudar a Freedom Paws Link? ¿Qué necesitan? Esto me cuenta Sònia: «Puesto que trabajamos con casas de acogida y no disponemos de recursos económicos, necesitamos entidades de protección animal que se adhieran al programa, también particulares».

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Para terminar os dejo com algunos datos de interés respecto a la relación entre la violencia a los animales y a otras personas. Hacen referencia a España y se pueden encontrar ampliados en la web de Freedom Paws Link.

  • El 71% de las mujeres que fueron a una casa de acogida y tenían animal, referían que su agresor había herido, amenazado o matado a su animal de compañía por venganza o para ejercer control psicológico; el 30% explicó que sus hijos habían herido o matado animales.
  • El 87% de estos incidentes ocurrieron en su presencia y, un 75% en presencia de los hijos, para controlarlos y coaccionarlos psicológicamente.
  • Entre el 25% y el 54% de las mujeres maltratadas no son capaces de dejar una situación de violencia debido a la preocupación por sus animales de compañía o de granja.
  • En un estudio, el 70% de los maltratadores de animales también tenían otros antecedentes delictivos. Las víctimas de violencia doméstica,los animales de las cuales eran maltratados, identificaban este maltrato como un episodio más en una larga historia de violencia indiscriminada contra ellas y su vulnerabilidad.
  • Los niños que son testigo de violencia doméstica, maltratan animales de 2 a 3 veces más a menudo que los niños que no sufren violencia doméstica.
  • El maltrato de animales llevado a cabo por niños es uno de los indicadores más importantes y tempranos del trastorno de conducta.
  • Los niños que han sufrido abusos sexuales son 6 veces más proclives a cometer maltrato hacia los animales que los que han sufrido otro tipo de abusos.
  • «La acogida temporal, es una herramienta para dar una oportunidad a las víctimas de iniciar su camino hacia la libertad liberando a sus animales del maltrato”

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1 comentario

  1. Dice ser José Manuel

    Absolutamente genial!

    05 marzo 2015 | 9:02

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