Invisibles, miles de ejemplos vivientes de la insoportable superficialidad del ser humano

imageLa pasada semana traje a este blog a una bulldog francés adulta que necesitaba un hogar. No es el tipo de perro que suelo mostrar aquí, los ejemplares sanos de razas de moda no necesitan difusión. Les salen muchos y buenos novios antes de pisar una protectora.

«No vas a tener problema en encontrar un buen hogar para Lola», auguré al amigo que le buscaba adopción.

«Tenías razón, no ha dejado de sonar el móvil en todo el día», me confirmó tras publicar el post.

Ha podido elegir entre muchos candidatos, todos deseosos de adoptar a un perro adulto.

A un bulldog francés adulto debería puntualizar. Y no es poca puntualizacion.
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Chihuahuas, yorkshires, beagles, gatos rusos, caniches, persas, malteses… También ellos necesitan con frecuencia una segunda oportunidad por el motivo que sea. La encuentran en un abrir y cerrar de ojos, probablemente en el mismo entorno de la persona que ya no los quiere o no los puede tener. Incluso aunque haya inconvenientes, como pequeños problemas de salud y comportamiento.

Y ahora vamos al reverso del espejo. A diario muestro aquí perros y gatos sin raza. Adultos perfectos, con un carácter equilibrado, sanos como peras, mestizos preciosos cada uno de ellos único y lleno de vigor híbrido.
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Perros como hay patadas en las protectoras y perreras de España, pudriéndose sin que nadie se digne a interesarse en ellos. Invisibles. Incomprensiblemente invisibles. Bueno, no es incomprensible en absoluto, es otra muestra de la superficialidad del ser humano. No buscamos compañeros, buscamos complementos. A veces de forma inconsciente. Somos un rebaño influenciado hasta extremos que ni imaginamos por ideal es estéticos absurdos. También en esto, también con los seres vivos.

Los malteses, chihuahuas, caniches y bulldogs que tantos quieren no tienen nada que no tengan ellos.

No es justo.

Dublín, Robin y Bull son los tres mestizos, guapos a rabiar, que ilustran este post, dos de tamaño pequeño, uno grande. Están en Amigos del Perro de Asturias esperando un hogar, pero se envían a toda España.

Ojalá reciban la mitad de la mitad de personas interesadas que cualquier perro de una raza de moda que se me ocurriera mostrar aquí.

Me encantaría preguntar a todos esas personas deseosas de adoptar a Lola: ¿Por qué a ella sí la querías y a Dublín, Robin y Bull no?

Contacto: 636157439

11 comentarios

  1. «No buscamos compañeros, buscamos complementos». Desde que ‘compañía’ se puede entender como lo contrario a ‘soledad’, un compañero va a ser siempre al menos eso, alguien que te ‘complemente’, que te ‘complete’ en lo que a ti te falta. Lo hacemos con objetos, lo hacemos con animales y, lamentablemente también, con personas. Y así, paso a paso, nos vamos sintiendo menos solos, aunque nos hayamos convertido, casi sin darnos cuenta, en rebaño

    04 diciembre 2014 | 8:30

  2. Dice ser Prais

    En efecto, somos superficiales, más de lo que nos creemos. A veces hay personas que piensan que no lo son que por ejemplo quieren a su pareja por su forma de ser, pero en realidad te ha tenido que aportar algo físico para que te guste. Si no los humanos nos emparejados con ordenadores inteligentes o parejas virtuales. Necesitamos lo físico.

    Y para las mascotas y cosas igual, la misma persona que se queja de que no adoptamos perros sin raza luego se compra el móvil/coche/ropa de moda porque le parece más bonito o exclusivo ¿Los demás móviles/coches/ropa no hacen lo mismo? Pues si. Así somos, es inherente al ser humano

    04 diciembre 2014 | 9:17

  3. Dice ser Paola

    Yo soy una acérrima amante de los perros, sea cual sea su raza; pero también soy una persona joven que trabaja y se tira fuera de casa casi 10 horas al día. No miento si digo que el sueño de mi vida es poder darle una oportunidad a un perrito abandonado y quererlo hasta su último día, pero no puedo. Antes, cuando trabajaba menos horas, acogí a varios perros de protectoras durante al menos un tiempo. Ahora ya no puedo ni hacer eso, ¿cómo voy a meter en un piso, solo, durante 10 horas, a un animal que ha pasado auténticas penurias?
    En fin… A mí me da rabia no poder llevarme uno a casa, pero la responsabilidad está por encima de todo, y hoy por hoy la gente soltera que trabaja muchas horas no puede tener un perro en un piso.

    04 diciembre 2014 | 9:49

  4. Dice ser Jaione

    Nunca más razón en todas las palabras que pones en el post.

    Todos mis perros son adoptados, ni uno solo de los 4 ha sido comprado por nosotros, pero una de ellos, la cocker, es de raza. Fue el capricho de alguien que duró unos años y luego… adiós. Cada uno de los 4 tiene su carácer, su inteligencia, sus necesidades, pero hay algo que los 4 han vivido: el abandono. Más o menos tiempo, pero los 4 han sido no queridos y ahora están en casa.

    La mezcla donde predomina podenca saltarina, despierta, «pedidora de mimos». Pasan los años y a sus 10 añazos sigue corriendo como los más jóvenes… ahora eso sí, cae más cansada por las noches pero.. ya nos gustaría a todos llegar a la edad adulta tan sanos y fuertes!

    La cocker es saltarina alegre pero muy tranquila el 95% de su tiempo. Es EXCELENTE con los niños, pueden jugar con ella y no tenemos absolutamente ningún miedo de que les haga nada. Ella no se siente identificada con la manada de perros de la casa y los ignora absolutamente. Ella sólo se siente identficada con una persona de la familia, el resto, estamos ahí igual que si fuésemos una silla.

    La «mileches» que fue adoptada a través de este blog… al principio iba a ser una dogo alemán de color merlé, luego una pitbull y luego… se quedó en nuestra adorable perrita. Buena hasta la médula con las personas, cariñosa pero no exigente, miedosa pero… una cachorra de 4 años ahora (cuando vino apenas tendría 2 meses). Tras superar el «hemos educado a una cachorra» ha venido el «nunca más tengo un cachorro». Esa teoría de «sí mejor un cachorro que les puedes educar…» educar el qué? no sabemos educar bien! nosotros hemos sido muy estrictos con ella y ha aprendido algunas cosas. Pero los otros 3, que fueron recogidos más adultos, han aprendido las mismas pocas cosas que ha aprendido la cachorra con muchísimo menos esfuerzo y además ya tenían muchas más otras aprendidas.

    Luego está nuestro «mezcla de algo así como pastor alemán pero muy negro, no?». El único macho de la manada. Listo, listo, listo. Eso es lo que le caracteriza. Vino hace 2 años ya adulto y no tenemos nadie la más remota idea de qué edad tiene. Ha aprendido sólo de ver cómo les pedimos las cosas a las otras 3, no ha hecho falta ningún tipo de atención especial para él. Vino de la carretera con muchísimas cosas aprendidas. Tiene el temperamento perfecto, tranquilo pero no se deja pisar por las «cachorrazas de 10 y 4 años».

    Cuando decidamos tener otro perro (me temo que será cuando uno de nuestros amigos no esté) será un perro adulto, será un perro que l@s voluntari@s de la perrera o protectora nos digan: ESTE es tranquilo, bueno, se adapta a todo. Ell@s son quienes mejor conocen a los perros, quienes más los quieren, quienes más pueden ver si se adaptará a ti. L@s voluntari@s son quienes mejor pueden aconsejarnos y les escuchamos demasiado poco…

    04 diciembre 2014 | 9:56

  5. Dice ser Ivan C

    Es triste pero muy cierto lo que escribes,yo desde hace mucho tiempo decidi no volver a comprar una perra (siempre he tenido hembras,su caracter me parece mas tranquilo y sociable),he tenido familares peludos toda mi vida (gatas y perras entre otras)y salvo en una ocasion que cometi el error de pagar por una de ellas (D.E.P. Perla)(digo error por que ahora soy un firme defensor de la adopcion)siempre he adoptado o me han regalado perros «mestizos»,en estos momentos tengo 3 familiares peludos,una hermosa perra mestiza de color blanco llamada Lula,otra perrita mestiza tambien de color negro llamada Zuna y una gatita (mestiza tambien como no :D)tricolor llamada Lizzy.Y sinceramente…las adoro a las tres,no me importa que sean «mestizas» me da absolutamente igual,soy un amante de los animales y la raza me da muy igual,es algo secundario y sin la mas minima transcendencia o importancia ya que son seres vivos,no objetos o complementos como bien dices en tu articulo.No tengo nada en contra de aquellos que prefieren perros con «raza» o pedigree,cada cual es libre de elegir a sus familiares peludos,pero yo desde luego consideraria friamente si lo que estoy buscando es un amigo,compañero o familiar o si sencillamente me estoy dejando llevar por la mas pura frivolidad ( y que conste que no trato de sermonear a nadie y tampoco hago alusion a nadie)

    04 diciembre 2014 | 10:51

  6. Dice ser adela

    Es MUY injusto, ver tantos perros en escaparates y a la vez el doble en perreras, mucho, es para llorar, que nadie se acuerde de ellos a la hora de comprar. Pero es lo malo, que en esta vida nadie quiere problemas, no queremos ya ni al abuelo en casa, ¿como vamos a querer a un perro abandonado? . mejor cogemos uno mas bonito..con mas problemas de salud, de piel sobre todo o pulmonares como tienen la mayoria de los perros de raza, pero da igual, mejor me gasto 600 euros en un cachorro antes que 50 (ya vacunado y con chip) en darle la oportunidad a alguien que me lo agradecerá toda la vida

    04 diciembre 2014 | 11:31

  7. Dice ser Leim

    Pese haber adoptado una perrita de la perrera en el pasado, sigo pensando lo mismo: Mientras no exista una regulación sobre la reproducción de los perros callejeros y sobre las personas que tienen perros en general, seguirá habiendo canes en las protectoras.
    Por otra parte no siempre significa superficialidad. Los perros no se «crearon» para ser compañeros en primera instancia, sino para trabajar. Cada raza de perro tiene un carácter bastante marcado el cual ayudaba a la realización del trabajo. Hoy en día debería de haber un control para saber si la persona que compra un perro va a darle lo que necesita. Pero no lo hay. Compran un perro bonito pero cuyo carácter está hecho para otro tipo de vida y lo abandonan. Pero no pasa nada porque siempre habrá alguien que le adopte. No?

    04 diciembre 2014 | 11:37

  8. Dice ser Arufina

    Tienes toda la razón, es una pena que a mucha gente sólo le interesen los perros de raza.

    04 diciembre 2014 | 12:51

  9. Dice ser Jorge

    Pues yo estoy totalmente en contra de las razas. Si tengo que elegir, me voy a por un mestizo. Cuando adopté a mi perra, lo tuve muy claro: mestiza y adulta. Y ahí está tan feliz y tan sana cinco años después. Sé que el pobre perro de raza no tiene la culpa de la estupidez humana, claro… Parece que es más importante lucir un perro de raza, que tener un perro adecuado… y sano, porque normalmente los de raza, arrastran problemas de salud por cruzarse endogámicamente…

    04 diciembre 2014 | 12:59

  10. Dice ser JM

    Mi perrita es IGUAL que el/la de la primera foto. Una familia tuvo siete crías y las iban a llevar a la protectora. Se anunciaron en internet, vivían al lado de mi casa. Tardé dos días (estaba de vacaciones) en recogerla. Es la primera vez que tengo un animal, y me da alegría, me da juego, me saca a la calle. Sí, estáis leyendo bien: son ellos los que nos obligan a jugar, a estar de buen humor, a tomar aire fresco. Son ellos los que nos rescatan del tedio, de las depresiones, de las cosas oscuras. Son ellos los que SIEMPRE van a darnos amor. Y eso no entiende de razas, sólo de la infinita humanidad que, paradójicamente, tienen ellos dentro.

    Me considero un afortunado de tener a mi mil leches, a mi mestiza, a mi chucha. Ojalá me dure muchos años. Porque es mi amiga de aquí hasta la eternidad.

    04 diciembre 2014 | 15:04

  11. Dice ser Myt

    Está lleno de razón todo lo que escribes. Hace un año adopté una perra en este albergue, es increible como trabajaban luchando contra el frío de Asturias, la gente del albergue. Era Diciembre del 2013 y fuí varios días a sacar de paseo y a conocer a la que había elegido a través de la fría pantalla de un ordenador.
    Pasar a la acción, llamando al teléfono, buscando como llegar al albergue y por fin conocerla…fué una experiencia que me cambió la vida, se lo recomiendo a todo el mundo.
    Nunca olvidaré la primera vez que la fuí a conocer, ese primer paseo, ella y yo a solas, con el frío, la humedad y el precioso paisaje del entorno que rodea este albergue lo recordaré toda mi vida.
    Ese día, después del paseo, me fuí feliz porque sabía que había encontrado una perrina maravillosa y que unos días más tarde volvería a buscarla, estaba segura!
    Cuando volví a mi ciudad, contaba a todo el mundo mi nueva ilusión y lo que recibía eran comentarios negativos; ¿un perro de albergue? estas loca! va a morder a tu hija! si la abandonaron es por algo!,…
    Yo siempre he sido muy tozuda, no les hice ni caso, aposté por ella y es una experiencia que nunca olvidaré y que me ha hecho muy feliz.
    Con esto quiero decir, que hay mucha gente buena, que compra en vez de adoptar por ignorancia, por desconocimiento. Es muy importante hacer llegar el trabajo de los albergues a las personas y que en un albergue encontrarán un amigo a su medida, a su medida en tamaño, en carácter, en energía y además guapísimos …tienen que saber que un mestizo de albergue son todo ventajas!!

    04 diciembre 2014 | 17:43

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