Feliz Navidad.
Hace un par de semanas leía que el Seprona interceptaba 125 cachorros de raza de contrabando para la campaña de Navidad. Son una pequeña muestra de los miles de animales que se crían de cara a estas fiestas.
Se crían en el extranjero y se traen en largos viajes, se les separa prematuramente de su madre, se fuerza a perras muy jóvenes a parir o a perras que han tenido otra camada demasiado pronto sin respetar tiempos de descanso, se cría sin preocuparse de que los padres transmitan buen carácter o vigor.
Y todo se llena de cachorros de cristalera. Cachorros expuestos en vitrinas como sí fueran un par de pendientes o un anillo de diamantes, cachorros demasiado pequeños e incapaces de socializar como dios manda. Cachorros que te hacen encoger el corazón y querer sacarlos de ahí, llevártelos a casa.
Es la vía fácil, la manera más sencilla para hacerse con un animal, la errónea. No lo hagáis, estáis fomentando una cría equivocada.
Para ir a una protectora a adoptar (la opción que siempre defenderé) hay que informarse, coger un coche y pisar barro. Para ir a un buen criador, de esos que cuidan a sus perros, crían con respeto hacia sus animales y les tienen en entornos caseros con sus madres el tiempo suficiente, también hay que informarse, desplazarse y además sus perros cuestan más dinero.
Pero estamos hablando del que será un miembro más de nuestra familia, estamos hablando de obrar correctamente o de fomentar el lucro ilegítimo de muchos sinvergüenza. Merece la pena complicarse un poco la existencia.
Lo que pido este año, todos los años, por Navidad es que se prohiban de una vez los cachorros de cristalera.
Ya están prohibidos en otros países. En el nuestro también lo está en algunos lugares como Barcelona o Mallorca. En Madrid se están reuniendo desde hace poco muchos establecimientos para crear un código interno que espero sinceramente que incluya esta medida.
Pero mientras tanto, descartadlo como opción por favor. No los compréis así, adoptad. Y sí os negáis a adoptar, buscad un buen criador y comprobad en qué condiciones cría.
Y para acabar, Feliz Navidad a todos aquellos que contribuyen a que este mundo sea un lugar un poco mejor.