Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

Nos toca a nosotros

El post anterior se titula Alemania y otro. El otro equipo debe ser España. Porque

a) Por encima de todo, porque España es mejor equipo que Rusia. No hombre a hombre, en eso no me meto, aunque daría para coger confianza. Línea a línea y como conjunto. A pesar de la enorme calidad de Zyryanov, a pesar de contar con dos estrellas arriba como Paulyvchenho y Arshavin, Rusia tiene una defensa con demasiado escote y se le encuentra la espalda con facilidad. Saldrán a acojonarnos y, si nos dejamos, estamos muertos. Pero dudo mucho que puedan quedarse con el balón mucho tiempo si nuestro centro del campo sigue jugando con el orden y la decisión que lo está haciendo. Imagino que habrán estudiado como parar a nuestro niños, the Kid y el Guaje: éste debe ser el partido de la segunda oleada, de los Silva, Senna o Xavi. O Ramos.

b) Porque el precedente que conocemos (Eurocopa de Francia-84) se presentaba aún más espeso, con Alemania, campeona del mundo, como rival (¡un abrazo, Maceda!) De aquel seleccionador se decía que tenía una flor en salva sea la parte: aquella que se agostó con los calores de Méjico y con la ausencia de un central alto de repuesto. Luis, trabajador y sabio como Miguel Muñoz (y con más carácter, todo hay que decirlo) presenta la misma peculiaridad botánica. Pero no se puede comparar la temperatura de la capital de Austria, refrescada por el Danubio y sombreada por los árboles del Prater y de Schönbrunn.

c) Porque aunque no esté de acuerdo en algunas cosas con el seleccionador (que, naturalemnte, ni me ha pedido opinión ni tiene por qué hacerlo) se están haciendo las cosas bien, con cabeza, con sentido común, con humildad y con talento. Este grupo humano está muy bien trabado: y ésa es una ventaja enorme.

Nos queda el miedo, como es lógico: ellos son muy buenos, han ido de menos a más, han recuperado a una auténtica estrella y todo eso. No será Arshavin la primera estrella rutilante que se vaya: hay uno, buenísimo, que está deshojando una margarita blanca y él puede verse dentro de poco haciendo lo mismo con una rosa bicolor, grana y azul. Al menos, eso dice.

Hoy, más que nunca, hay que apretar los puños. No es un desdoro perder, y menos dando la cara, como se dio ante Italia. Pero esta vez podemos ganar.

Podemos.

1 comentario

  1. Dice ser Histerias

    Esta vez podemos y debemos, la ocasión pinta bien, semifinales y contra Rusia. Nadie temía especialmente a los soviéticos en nuestro primer partido, aunque aquí ya comentamos su peligro. En pocos días parece que la sombra blanca del equipo de Hiddink se ha alargado demasiado, ha cobrado su verdadero valor futbolístico tras cargarse, ahí es nada, al mejor equipo del europeo, Holanda. Y pienso que España pasará, pues los Rusos sí que parecen hermanados con la mala suerte y los malos arbitrajes en grandes eventos. Ahora bien, nos costará sudor y lágrimas, y otro apunte, esta vez contamos con noventa minutos, no me gustaría llegar a la prórroga, en donde parecen muy superiores físicamente. Así que a España le toca jugar a lo que sabe, éstos dejan, a tocar, a buscar los huecos que ya dejaron en el primer envite. También reclamo más empujón desde atrás, con Ramos rompiendo en banda, o Capdebila. Pero sobre todo espero a Senna, que siga como hasta ahora, el mejor de todos.En el banquillo abrá otro duelo, Luís vs. Hiddink, que conoce bien nuestro fúbol y a nuestros jugadores. Así como contra Italia veía lógico que Luís le ganara la partda a Donadoni, en esta caso temo la tela de araña que planteará el holandés errante… Qué emoción poder vivir un partido así, suerte…

    30 noviembre -0001 | 0:00

Los comentarios están cerrados.