Al mando de la tele Al mando de la tele

"La televisión es una hija del cine que le ha salido disipada y de malas costumbres". Ramón J. Sender

Archivo de noviembre, 2015

Omnipresencia Política

Pablo Iglesias, en 'El Hormiguero' (Antena 3).

Pablo Iglesias, en ‘El Hormiguero’ (Antena 3).

Me levanté sudoroso. El despertador todavía reposaría tranquilo algunas horas más. En mitad de la noche comprobé que la televisión estaba apagada.

Pero los había visto con nitidez, los había oído. Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias… si el valor me hubiera acompañado, habría mirado debajo de la cama para comprobar que no estaban allí.

Y es que a pocas semanas de las elecciones es imposible poner la pequeña pantalla y que no esté uno de ellos intentando llenarla. De repente son las gentes más accesibles, más simpáticas y más colaboradoras que han visto los tiempos.

Si es usted el director de un programa de la tele y no ha ido un político aún, es usted un don nadie y su programa no vale la pena.

Fíjense bien… a los políticos se los puede ver incluso oteando la sabana junto a los leones en los documentales de La 2. Ahora tengo miedo de volver a dormir… y de poner la tele también.

¿Estarán ahí si abro un libro?

Las cadenas privadas no renunciaron a sus formatos banales. El público sí

Los terribles atentados de París del pasado viernes han dejado en España una resaca por las malas decisiones de la mayoría de cadenas privadas españolas. La mayoría optaron por no interrumpir sus programas de entretenimiento y en el mejor de los casos hicieron una breve pausa para mencionar los hechos.

¿Pensaron que no merecía la pena desperdiciar sus formatos de entretenimiento? ¿En términos de qué no merecía la pena? ¿Audiencia, interés?

Mientras en las otras cadenas se contaba la vida de famosetes de segunda o se veían sonrisas y canciones pegadizas, en el canal 24 Horas de TVE estaban informando de la masacre de París. El canal público registró un máximo de audiencia. La gente buscó esa información.

Las cadenas no renunciaron a sus formatos banales. El público sí. Lo fácil no siempre merece la pena.

Unos sanitarios evacuando a una de las personas heridas en la sala de fiestas Bataclan (GTRES).

Unos sanitarios evacuando a una de las personas heridas en la sala de fiestas Bataclan (GTRES).

Conflictos infinitos

Amador Mohedano y Rosa Benito, en 'Supervivientes' (TELECINCO)

Amador Mohedano y Rosa Benito, en ‘Supervivientes’ (TELECINCO)

Jesucristo habría tenido que darse por superado tras multiplicar los panes y los peces si le hubieran puesto Sálvame o Sálvame Deluxe. Porque el  bueno de Jesús no sería capaz como Telecinco lo es de sacar jugo y carne y entrañas de los mismos temas de forma ilimitada. Infinita.

No hablaré de Belén Esteban, que irá para 15 años que vende la misma historia una y otra vez, sino de Amador Mohedano y Rosa Benito. Si no les conocen,  o  se pierden nada.

Se trata de un matrimonio separado que cuenta sus intimidades una y otra vez aprovechando para regalarse mierda, humillarse y ponerse a parir  con milimétrica profesionalidad.

En medio, supuestos enfados de la cadena con ellos y de ellos con la cadena, en lo que es la versión televisiva y moderna del barbecho.

Lo sorprendente no es tanto que Telecinco exprima las cosas hasta más allá de lo imaginable, como que siga funcionando. Menos de lo que venden, pero con unos fans fieles. Adicciones televisivas, S. A.