Ha regresado. Esa historia hiperrealista llamada Águila Roja regresa a nuestras pantallas, con una mezcla de estilos y argumentos que mezcla lo mejor de Juego de Tronos, Matrix, Braveheart y La Vida de Brian. Porque ese es el secreto, de esta sexta temporada que comienza el miércoles y de las anteriores: no tener complejos.
Las reuniones de guión de Águila Roja deben ser como cuando llega Navidad y los niños se ponen a pedir. ¡Y explosiones como si fuera gratis la pólvora!, vale, lo metemos, ¡y sangre que salte y salpique!, hecho, ¡y alguna teta, que se vean tetas!, apuntado, ¡y chascarrillos a gogó y gente que haga mucha risa!, concedido…
No se han privado de nada. Es una serie en la que prima el entretenimiento, la hipnosis del espectador… y que salga el sol por Antequera.