Tengo que reconocer que Del Bosque me desconcierta absolutamente con el tema de la portería. En la Confedereraciones creía que apostaría por Víctor Valdés, pero se decidió por Casillas como titular. Después, cuando Iker inició también esta temporada como suplente, volví a pensar que el portero del Barça sería el elegido para defender la meta de España, pero nuevamente apostó por el del Real Madrid.
Ahora, con Iker jugando solo la Champions y Valdés ofreciendo una exhibición detrás de otra, al salmantino no le ha quedado más remedio que rendirse a la evidencia. El arquero azulgrana es, en estos momentos, el mejor portero español y su titularidad ante Bielorrusia es un premio merecido.
Tengo la sensación de que Del Bosque ya pensaba que hacía meses que Casillas no era el mejor en su puesto en estos momentos. Sin embargo, su titularidad en la Confederaciones fue un respaldo para el mostoleño tras su ‘guerra’ con Mourinho. Un modo de devolver todo lo que Iker le ha dado a la selección española, que es mucho, para que recuperara la confianza.
En el inicio de temporada, más de lo mismo. El seleccionador volvió a apoyar a Iker cuando el portero madridista, de nuevo suplente, pasaba uno de sus peores momentos anímicos. Pero la suplencia de Casillas persiste y Valdés se ha ganado con sus paradas milagrosas y decisivas ser el que defienda la portería española.
La situación ahora para el cancerbero madridista es complicada. Ya sabe que necesita jugar como titular en su club para serlo también en España, por lo que o convence a Ancelotti y le quita el puesto a Diego López o será más que probable suplente en el Mundial de Brasil. Aunque también existe otra vía para que Casillas juegue minutos: el mercado de invierno. Me pregunto que podría más: seguir en el club de toda su vida o la ilusión de volver a ser titular con España en el Mundial.