David Villa fue el mejor jugador del partido ante Australia sin ninguna discusión. De hecho, apenas 56 minutos le valieron para convertirse en el jugador más destacado de España en el Mundial. Y ello es motivo para reflexionar.
El asturiano, máximo goleador de la historia de la selección española, hizo el tanto que abrió el marcador ante los socceroos y tuvo una destacada actuación, lo que abre el debate de si debió jugar en los momentos decisivos, cuando España aún estaba viva en el campeonato.
Villa no jugó ni un minuto ante Chile y Holanda. Del Bosque prefirió a Diego Costa, que fue titular en ambos partidos, pese a su evidente mal estado físico. El hispano-brasileño llegó con el privilegio de ser titular indiscutible por haber elegido a ‘la roja’ antes que a Brasil, pero no llegó al torneo al 100% y es incomprensible que jugara tantos minutos.
Cuando Costa no rindió como se esperaba, el elegido para sustituirle en ambos partidos fue Fernando Torres. Su mal año ha tenido continuidad con un torneo desastroso, tanto en los dos primeros partidos saliendo desde el banquillo como ante Australia, a pesar de que ante los socceroos sí que marcó. Para el recuerdo, su fallo ante Holanda a puerta vacía.
David Villa fue sustituido en el minuto 56 y no pudo evitar las lágrimas al llegar al banquillo. Lágrimas de rabia por no tener más minutos en el partido que supone su despedida y, a buen seguro, por haber jugado tan poco en este Mundial. La sensación que queda es que ‘el Guaje’ es el mejor de los delanteros con los que contaba Del Bosque y no ha jugado ni un minuto de relevancia. Un fallo más en la dirección del equipo.
PD: Que Villa sea el delantero que mejor estaba de los tres presentes, no justifica su presencia en el Mundial. Los que mejor temporada han hecho están de vacaciones.