Apenas un día después del desastre en Dortmund que casi acaba en tragedia, el Real Madrid se ve ahora envuelto en un mar de dudas en el que pocos son los jugadores que no están discutidos.
Las sensaciones no pudieron ser peores y queda el poso de que ganar la Champions con un equipo con tantos defectos solo será posible por la inspiración de sus estrellas, nunca por tener un equipo trabajado y sólido.
De Dortmund regresan muchos jugadores bastante señalados, pero uno especialmente: Asier Illarramendi. Su clinic de pérdida de balones en los primeros 45 minutos de partido ante la presión alemana demostró que no está preparado aún para sostener el centro del campo de un equipo como el Real Madrid en las grandes citas.
De un fallo suyo vino el segundo gol, pero lo más preocupante fue verle desbordado por el nivel del partido y cómo el Borussia Dortmund detectó que era el gran punto débil -hubo más, bastantes más- del equipo para robar el balón y salir a la contra.
Su posición en el campo, sin duda, le perjudicó. Recibió de espaldas en numerosas ocasiones, pues fue Alonso el que actuó como mediocentro puro e Illarra de interior, pero en este Real Madrid es la posición en la que le va a tocar actuar, de momento Xabi es indiscutible.
¿Tiene cualidades Illarramendi para ser el mediocentro titular en el Real Madrid en un futuro cercano? Esa es la gran pregunta que deja un jugador por el que se pagó este verano casi 40 millones de euros.
La cara de la moneda es Casemiro. Una pretemporada espectacular hizo que todo apuntara a que gozaría de muchos minutos este año, pero no ha sido así ni siquiera con la lesión de Khedira, el jugador que le cerraba el paso a priori.
Buen manejo de balón, visión de juego, poderío físico y un extraordinario dominio del juego aéreo fueron la carta de presentación del centrocampista el pasado verano, pero Ancelotti le ha condenado durante toda la temporada al ostracismo.
El agobio sufrido por el Real Madrid en la segunda parte hizo que tuviera que salir al campo, más por ausencia de alternativas que por confianza en él de su entrenador, y el brasileño fue el mejor de su equipo en los apenas 20 minutos que estuvo en el partido. Su criterio con el balón, actividad defensa y fortaleza física dio aire a los blancos e hizo que estos apenas sufrieran con él en el campo. El motivo por el que no juega más solo Ancelotti lo sabe, pero está claro que merece más presencia en este equipo demasiadas veces roto y perdido en su centro del campo.