Una estrella menos, más solidaridad

A veces, la suerte se alía con un entrenador y un equipo de la manera que menos se espera nadie. Y esto le ha sucedido al Real Madrid de cara a los dos partidos más importantes de la temporada, la final de Copa y la ida de las semifinales de la Champions.

Gareth Bale sustituye a Cristiano Ronaldo en el partido ante el Bayern (EFE)

Las lesiones de Cristiano Ronaldo y la gripe de Gareth Bale han hecho que Ancelotti se haya visto obligado a cambiar el dibujo, pasando de un 4-3-3 a un 4-4-2, y ahí se encuentra en gran medida la clave de las dos victorias ante Barça y Bayern.

La modificación de esquema ha plagado el centro del campo blanco de jugadores y ha convertido al Real Madrid en un equipo solidario, con mucho sacrificio. Isco ha entendido perfectamente lo que de él se exigía y se ha puesto el mono de trabajo junto a Xabi, Di María y Modric. Tenores vestidos de obreros, jugadores de gran talento que han sabido aunar su calidad con un modélico sacrificio.

Ante el Bayern, el sacrificado fue Gareth Bale. Su gripe fue la excusa perfecta para que Ancelotti repitiera el esquema que tan buen resultado le dio en la final de Copa, y la lesión de Ronaldo su coartada para después introducir en el campo al galés.

El rodillo alemán se encontró delante a un equipo con un entramado defensivo que rozó la perfección y solo concedió una clara ocasión de gol y que a la vez fue capaz de generar ocasiones de gol con veloces contras.

Dentro de una semana, Ancelotti deberá tomar una decisión. Con todos sus jugadores sanos, el italiano sabe que será clave repetir el mismo esquema para volver a frenar al poderoso Bayern de Pep, pero ello implicaría dejar en el banquillo a Bale o Benzema (Cristiano no se cuestiona). Veremos la decisión que toma, sacrificar lo que está funcionando o a una de sus estrellas.

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