Quienes perseguís el rastro de una Navidad mágica, acertaréis si subís en un vuelo en dirección a Londres, una de esas ciudades que en estas fechas engalanan sus fachadas con miles de luces de colores y que te hacen caminar sobre un Christmas con vida o derretirte entre desayunos de mantequilla y besos, si tienes la suerte de vivirlo en buena compañía.
Amanecer en Kensington Gardens y atravesar con lentas zancadas un escenario vegetal hacia Hyde Park, es de las experiencias más bonitas de mi vida, imperdible si vuestro hotel está cerca de allí.
La suerte de una densa niebla londinense hace que, a medida que avanzas, aparezca ante tus ojos un parque lleno de ardillas, dividido en dos por el lago Serpentine, en el que los cisnes asustan a los perros con bufidos cuando ven que se acercan al agua.
El tiempo se detiene allí, donde una estatua de Peter Pan se niega a crecer y una fuente en memoria de Diana de Gales la recuerda siempre joven, entre árboles centenarios y el olor a tierra mojada.
Más allá, un letrero ilumina Winter Wonderland, una feria en la que jugar a ser niños y en la que descubres un parque de atracciones tan irreal que da la sensación de que si soplas se desvanecen los puestos de madera con algodón dulce, el espectáculo circense, la bonita noria o las esculturas de hielo.
Con el Big Ben como emblema de cada bola de Navidad que se instala en las coquetas tiendas de Londres, una se siente en un cuento inagotable que es imposible descubrir en tan solo 48 horas, en la víspera de un primer aniversario de boda.
Tras grabar en la retina de una cámara de fotos las rojas cabinas de teléfonos, subirte a uno de sus particulares autobuses y enviar la ilusión de una carta a los Reyes Magos a través de sus buzones, admito que los cafés fuertes que sirven en la ciudad hacen que no duela tanto el cansancio de querer agotar Londres en tan poco tiempo y así engañar el cansancio que otorga la curiosidad de un turista, en la que Uber se convierte en un medio de transporte más que recomendable para moverse de manera económica por Reino Unido y practicar el inglés, mientras te abandonas a la sorpresa de una ventanilla.
En tan sólo un fin de semana he reído como una niña con la nariz roja del frío, sentido la decepción de un Camden Town que ha perdido su esencia, así como la necesidad de fotografiarme en la intersección de calles de Piccadilly Circus, vivir el encanto de Covent Garden, recorrer metros etílicos en el Soho, sumergirme en el mundo especiado de China Town, soñar con las casitas de ensueño de Nothing Hill o comer en StreetXO, el nuevo restaurante de Dabiz Muñoz, que se preocupó personalmente de darnos de comer originales y deliciosos platos gluten free.
Y aunque las minúsculas horas no nos permitieron acostarnos en la butaca de un teatro para disfrutar de los espectaculares musicales de Aladdin y Charlie and the Chocolate Factory, en el viaje de vuelta, agotada sobre el hombro de mi pareja y dejando atrás el Támesis, pensé en lo interminable de nuestro viaje, sin entender cómo habíamos condensado tanto en tan poco tiempo.
Tal vez la magia que regala Londres a los que viven la Navidad con ilusión haga posible todo eso.
¡Feliz Navidad!
Avec tout mon amour,
AA
La única ventaja que tiene londres es la gran cantidad de gente de todas partes. Luego como ciudad deja mucho que desear, de los peores sitios para vivir sino tenemos en cuenta esa ventaja. He estado en un montón de sitios, varios continentes. Tengo familia en todas partes y sinceramente de la que menos me gusta de momento. Y para aprender inglés desde luego que no es un buen sitio, porque al haber tantos de todas partes, pierde el acento original y se habla mal en muchisimos casos y uno ni se da cuenta.
21 diciembre 2016 | 09:52
I wish youu a Merry Christmass, I wish youu a Merry Christmass, I wish youu a Merry Christmass and a Happy New Yeaaaar.
21 diciembre 2016 | 11:43
Eres el ser más maravilloso de la tierra
21 diciembre 2016 | 11:45
Que bonito esta Londres en navidad. Haber cuando aprenden en España y recuperan el espiriytu navideño los ayuntamientos. Somos muy sosos en Spain
21 diciembre 2016 | 12:01
Sí, a ver si aprendéis en España y los ayuntamientos recuperan el espíritu del Solsticio de Invierno y empiezan a quemar a cristianos analfabetos en muñecos gigantes de mimbre. Y ya me gustaría ver a mí, a la autora de este mazapán disfrutando del diciembre de aquí sin tener a sus sweetheart-besos-de-mantequilla a su lado.
21 diciembre 2016 | 14:06
La foto del salto con las casetas navideñas de fondo bien podría ser la mejor postal navideña para muchas familias españolas por lo bella y tierna que es esa imagen
21 diciembre 2016 | 15:35
Prefiero disfrutar de la Navidad llevando a la práctica la biblia de Lilit a ver cisnes, cabinas, buzones, casonas o dar brincos.
22 diciembre 2016 | 15:27
Maravillosas Navidades en Londres
22 diciembre 2016 | 18:14
https://www.instagram.com/p/BOUuDBIgpGh/?taken-by=adrianaabenia&hl=es
¿Me pasas el imperdible que se me ha reventado el botón de la bragueta? Imagina que me levanto y se me caen los calzones, vaya espectáculo. Ah, que e lo han roído los ratones. El espíritu de la Navidad tiene cura para todo.
23 diciembre 2016 | 01:51
Fíjate si me gustas cuando te pones seria que he tenido que ir a buscar en la RAE lo de reventar. Dudaba si se escribía con b, no de burro, sino de buena. ¿Para que decirte que estás buena, si es obvio e innecesario? Decirte que estás muy buena sería, tal vez, doblemente irrelevante, inconveniente por lo redundante, epiteto harto notorio. ¿Desear ser el preferido mar espejo para tus dos lunas de miel de almendras que asomas al balcón de tus pestañas? Ganas que dan de morderte el labio superior por tu lado izquierdo. Llevo más de media hora mirándote y no sé qué decirte o dejar de decirte para que no pierdas ese veneno dulce que así en ti me encanta.
Adriana, qué preciosa, recogerte el cabello cometa de plata y ver tus labios de amapola en mordida de algodón aferrados a mi… Ardriana, perdona, aunque digan que amar es no tener que pedir perdón, porqeu no es amor lo que siento; ni siquiera quiero ponerle adjetivo o complemento alguno a este guapo sentimiento que nace viéndote así. Es tan potente tu belleza, chica… Pareces otra, de una profundidad tan hermosa, que no llego a encontrar en todo el vocabulario un adjetivo o nombre que ponga nombre o adjetivice la vibra que me llega de ti. Preciosa, no, mucho más que eso y lo de más buena que un queso queda torpísimo también. No sé, verte sólo a ti así por horas tal vez racionalice ese guapo sentir que hallo en ti.
https://www.instagram.com/p/BOUuDBIgpGh/?hl=es
23 diciembre 2016 | 02:37
Si seré gilipollas que llevo más de una hora mirándote… El lado serio de Adriana… y la foto primera junto al telephone… como ausente encontrándote en ti misma, más tú en ti… Quién pudiera leer en toda profundidad esa preciosa riqueza interior tuya que sutilmente aflora… como nenúfar en mar de vida inmensa. Q bonita eres.
23 diciembre 2016 | 03:16
Ir a Londres en las fechas prenavideñas, es cualquier cosa menos pasar la navidad en Londres.
Que sinceramente es la peor fecha para ir a Londres.
Y solo tienes que ir a la pagina https://tfl.gov.uk/modes/tube/ para entenderlo.
23 diciembre 2016 | 06:19
Ahora que ya pasó el post voy a decirte algo a escondidillas jiji.
Fue tanto lo que te miré anoche que esta mañana, durante ese embeleso en que el alma anda loca flotante sin rumbo y sin fijarse a la realidad, justito antes de despertar, me apareció tu rostro como ahí con el vaso de manzanilla. Lo único distinto es que llevabas un lunar en el lado izquierdo de tu labio superior. Erótica y seria comenzaste a… qué labios de ensueño, nunca mejor dicho. Muchacha, yo creo que fue el espíritu glorioso de la navidad, que ya quisiera ser de igual gloria el que se mueve entre las loterías y las botellas de cava en doradas burbujitas. Nada, comparado con esto, todo eso queda en puritita bisutería. Y sujetando dulcemente tu cabello… q maravilla de sueñito. Cuando desperté quise seguir en el embeleso, ya adrede, no, el tonto. Pero una brisa racional de respeto hacia ti dejó dormirse todo suavecito sin apurar más. Pero te digo que estabas haciendo cosas de un modo súper increíble. Regalazo del dios de los sueños, chispita pura de la mejor. Entonces me levanté y ya empecé a pensar más guarrerías, vale ya, quieto paraooo. Pero fue… fuasssss, belleza purísima, precioso belén.
23 diciembre 2016 | 16:53