Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

La confiada mano del cirujano

El paciente entró al cuarto en estado crítico. Hacía varios segundos que no respiraba, el color de su rostro se tornaba cada vez más azulado y estaba a punto de morir cuando el filo del cuchillo abrió su garganta. Los nervios y las gotas de sudor que brotaban desde la frente del cirujano dificultaban el trabajo, pero sus confiadas manos hicieron una perfecta incisión creando un hueco dentro de la tráquea. Aprovechando la abertura realizada, el cirujano insertó el tubo que facilitó el paso del aire hacia los pulmones del paciente que pedían a gritos unas gotas de oxígeno. La traqueotomía dio los resultados esperados y permitieron que el oso de peluche pudiera volver a respirar. Limpiándose las manos manchadas con el algodonado relleno y teniendo solo siete años de edad, el niño, orgulloso de haber realizado la operación con éxito, sonreía tranquilo al ver que su juguete seguía vivo.

13 comentarios

  1. Dice ser Víctor

    Buen relato, Walter, aunque para mi gusto desvelas el final un par de líneas antes de lo deseado. Si apuras la vuelta de tuerca un poco más, será muy potente.

    Un saludo y me pego una vuelta por aquí, que hacía días que no pasaba.

    05 junio 2010 | 10:52

  2. Dice ser Enmascarado

    Hola Walter, hoy estoy un poco con Víctor, tal vez debieras haber aguantado un poco más la trama.
    Por lo demás muy acertado, hay niños así.
    Acerca de anécdotas infantiles, recuerdo una de una prima mía a la que su muñeca se le había puesto enferma.
    Decidió que con jarabe se le quitaría.
    Si bien el jarabe que encontró, no era tal, sino aguardiente dulce.
    El segundo problema vino al negarse la muñeca a tomarlo, por lo que decidió hacerlo ella en su lugar.
    Ella no paraba de decir:
    – Bullllequida, bullequita, pedo vida…si eztá buedo.
    Del pedal que agarró con 4 años, salió de milagro.
    Hoy día casi se los pilla a diario, lo mejor de todo, es que ya, por fin, ha tomado la determinación de no invitar a la muñeca.
    Nota: “por fa”, usa el corrector, las faltas de ortografía a veces duelen a la vista.

    05 junio 2010 | 12:19

  3. Dice ser Pagafantas

    Buena idea, pero debe desarrollar mas la trama por favor:

    http://www.aprendeseduccion.com/?p=5

    05 junio 2010 | 13:02

  4. Dice ser antonio larrosa

    Pues la chica , como cada dia se puso a insuflar aire a su muñeco inchable que hacia dias que perdia algo de rigidez pero cuando fué descubierta por sus padres con aquella cosa tan larga en la boca no se creyeron la tipica escusa de… «Esto no es lo que parece.»

    Clica sobre mi nombre

    05 junio 2010 | 13:05

  5. Dice ser Mabel

    Walter me gustó mucho tu relato, a seguir y pelear,no hay otra forma de conseguir,sino todo, lo mas cerca posible lo deseado.
    Tendrás por delante dos grandes cosas a tu favor, la edad y las ganas. Un abrazo de una marplatense que por ahora esta viviendo en Adeje,Tenerife.

    05 junio 2010 | 14:51

  6. Dice ser Rosario Cruz Blandón

    María madruga, cada mañana se prepara para atender a pacientes, usuarios, clientes, se han llamado tantas cosas, que ahora solo son personas tristes, desamparadas, agobiadas por el paro, por la falta de medios, que no duermen, que son infelices, pero eso sí, con la esperanza puesta en un mañana mejor, mientras, tienen que leer en cada periódico de la mañana, cómo todavía, tienen que apretarse más el cinturón.
    María piensa en tiempos pasados, cuando cada mañana disfrutaba con su trabajo, haciendo bien a los demás, ilusionada con lo que hacía. Pero hoy tiene que decirles que no hay consulta, que su psiquiatra está enfermo y no le sustituyen. Se violentan con ella, como si fuera culpable, y alomejor lo es, casi seguro, a quien se le ocurre ser funcionario con los tiempos que corren.

    05 junio 2010 | 17:07

  7. Walter de 150xdia

    Víctor, Enmascarado, Pagafantas, tuve la misma sensación. Voy a seguir trabajándolo porque me parece que vale la pena. Gracias por la crítica.
    Enmascarado, muy divertida la anécdota.
    Es que no es lo que parece, Antonio. O sí? 🙂
    Gracias por los buenos ánimos Mabel.
    Rosario, me gustó el estilo.

    05 junio 2010 | 17:50

  8. Dice ser Papela Anderson

    No estaría de más repasar la diferencia entre traqueotomía y traqueostomía

    http://www.medicosecuador.com/espanol/articulos_medicos/32.htm

    05 junio 2010 | 18:40

  9. Dice ser Poe

    un paciente que se ahoga no pide aire a gritos, no es esa la figura literaria a utilizar. Se contorsiona, agita los brazos llevandoselos a la garganta. Esta agitado y sudoroso. Los ojos desorbitados.
    Otra cosa, lo que le hace al osito es una traqueotomia de urgencia. La traqueostomia suele ser con cirurgia programada de antemano.

    de nada

    05 junio 2010 | 19:37

  10. Walter de 150xdia

    Papela, gracias por marcar traqueotomía, ya está arreglado.
    Poe, la frase es: “…los pulmones del paciente que pedían a gritos unas gotas de oxígeno”. La concordancia del verbo se da con los pulmones y no con el paciente, si es que te referís a eso.

    05 junio 2010 | 22:27

  11. Dice ser Enmascarado

    Pues disculpa por pedir rectificar. Ante mi ignorancia, no sabía que existía la traqueostomía, pero si es cierto el dato de Poe… el ceporro soy yo.
    Me gustó la simpatía de Larrosa y el texto de Rosario. A ver si conseguimos animarnos aunque sea a base contrarelatos al tuyo.
    Saludos

    05 junio 2010 | 23:18

  12. Dice ser Marisa G.S.

    Pues conozco a una asturiana, cuya especialidad es medicna interna, que cada vez que va al quirófano, antes pasa por la capilla, pues dice que si tiene en sus manos una persona, «la ayudita de arriba», nunca le sobra.
    Elisa, sabes que yo lo cuento todo, lo bueno desde luego, y tú eres una bellísima persona. Aunque no leas esto, cuando me escribiste lo que comento, que fue antes de hacer una operación de pancreas(creo dijiste), bueno, tus palabras en concreto fueron»marisina, siempre me encomiendo a la santina de Covadonga»,me dejaste con un sabor agradable al pensar que estamos en buenas manos al tener médicos como tú

    07 junio 2010 | 01:49

  13. Dice ser Torcuato

    Genial. Muy original.
    Un saludo

    11 junio 2010 | 12:55

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