Algo así nos habría venido bien a unos cuantos antes de las vacaciones, para planificar.

Acostumbrados a llevar el teléfono móvil encima y a dejar constancia de nuestro paso por lugares a los que solo podemos ir en verano, lo que nos queda después es el recuerdo de lo vivido, las fotos y comentarios subidos en redes sociales, los checkin y también, por ejemplo si hablamos de Instagram, un mapa con los sitios visitados en función de las imágenes geolocalizadas.

La otra opción es hacerse un diario de viaje o poner un mapamundi en la pared con chinchetas. Pero leo en Fast Company que hay una vía alternativa -y mucho más chula- que conjuga geolocalización con tiempo y que no se limita a poner puntitos rojos sobre una imagen.

Se llama Visits y es una web que juega con los datos proporcionados, entre otros, por el historial de ubicaciones de Google maps, por OpenPaths o por las fotos de Flickr.

El resultado, según se puede ver en la web de Visits, es interactivo. Cada lugar es un mapa, así que cada viaje puede dividirse en varios, dependiendo de cómo queramos estructurarlo. En principio, se trata de un contenido para uso propio, aunque Visits te da la opción de compartirlo con otras personas y de decidir con qué limites (más o menos detalle).

Esta herramienta se ha creado a partir de un proyecto de investigación en la Universidad de Calgari (Canadá). El objetivo es transformar los datos generados durante los viajes en algo que se puede guardar y que es práctico. Habrá que probarlo.