140 y más 140 y más

"It's the end of the world as we know it (and I feel fine)" Michael Stipe

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Los DM llegan a Instagram

Era algo esperado. Instagram ha anunciado que pone en marcha Instagram direct, una manera de enviar de forma privada fotos y vídeos a los contactos que queramos.

De forma indirecta, y aunque no haya como tal un chat o una herramienta de mensajería instantánea, los comentarios van a funcionar en realidad así: serán el whatsapp en los DM de Instagram.

Una vez se actualiza la aplicación móvil, aparece un icono en la esquina superior derecha que es el que centralizará la información. Una sola foto se puede enviar de forma privada a varios usuarios a la vez; si envías una foto o un vídeo a alguien que no te sigue, se queda en espera hasta que decida si quiere verlo o no.

Y, por último, si te has arrepentido y eliminas una foto que han mandado por privado, esta desaparece también en las bandejas de entrada de los receptores. Aquí tenéis algunas preguntas y respuestas sobre el tema.

Introducing Instagram Direct from Instagram on Vimeo.

 

Un corto con 852 fotos de Instagram

Poner orden y darle un sentido al caos de Instagram no es tarea fácil.

El director de arte francés Thomas Jullien lo ha intentado con esta pequeña pieza de vídeo que, a golpe de The Black Keys, coloca 852 imágenes, una detrás de otra, para contar una historia.

Reconoceréis varias ciudades y también momentos que, seguramente, vosotros mismos habréis retratado con el teléfono móvil. Cada una de las fotos de este corto es de un usuario diferente.

El autor pide, de hecho, a los que se encuentren entre los seleccionados que reclamen su sitio en los títulos de crédito (de momento hay un par de ellos).

¿Saturados de amaneceres, atardeceres, zapatos, paseos en bici y monumentos conocidos? Así podéis darles una utilidad:

 

‘Selfies’, más que una tendencia

El 11% de las fotos que suben a Instagram las 50 celebrities más seguidas son selfies; en el caso de Twitter, el porcentaje baja al 2%. Son datos que Ebay ha plasmado en una infografía que os dejo más abajo. La reina en Twitter en este campo es la cantante Miley Cyrus (121 fotos); la de Instagram, la modelo Kylie Jenner (451 fotos).

Pero no es oro todo lo que reluce, ya que algunas estrellas como Rihanna o Heidi Klum tienen cierta ayuda para estos menesteres: fotógrafos profesionales o gente de su entorno que se encarga de sacarles las fotos que deberían hacerse ellas mismas. Es una forma de salir siempre bien. En cualquier caso, desde que (Sir) Paul McCartney se ha declarado, en plena promoción de su nuevo disco, inventor de los selfies, nos quedamos todos mucho más tranquilos.

Warhol se lo habría pasado en grande con las redes sociales. Pero también algunas actrices de la época dorada de Hollywood o hasta el mismísimo Napoleón. La sola posibilidad de retratarse a sí mismos de la mejor manera, de forma continua y en todo tipo de escenarios habría sido un caramelo en sus bocas. Algunos reyes tenían al retratista de referencia siempre disponible, por eso, de tener un smartphone en la mano, podrían haber sido adictos a los selfies.

Aunque pasó desapercibido por el huracán Cyrus y su famoso baile de dudoso gusto, el twerk, el término selfie fue incluido también a finales de agosto en el diccionario de Oxford. Hablamos, en definitiva, esas autofotos que subimos a las redes sociales y que, por ejemplo, según The Telegraph, suponen el 30% de todas las que cuelgan  los jóvenes británicos entre 18 y 24 años. Nada muy diferente a lo que pasaba en MySpace o Fotolog, aunque de dimensiones monstruosas.

Según webstagram, más de 51 millones de imágenes en Instagram llevan el hashtag #selfie, más de 143 millones incluyen el hashtag #me y más de 103 millones tienen el hashtag #followme. Yo, yo, yo. ¿Qué pasa con la familia y los amigos? Pues que se quedan en 38 millones (#family) y 62 millones (#friends). Esto, según algunas voces, hasta puede repercutir en las relaciones personales, según un estudio citado por el Daily News. A saber.

El usuario con más seguidores en Instagram, Justin Bieber, no hace más que compartir fotos suyas. Como Benny Winfield Jr, sensación este verano con sus más de 130 sonrisas. La red social Tumblr es otra mina de oro de los selfies, con fenómenos como el de las Tumblr girls, una suerte de it girls virtuales que compiten por obtener el favor de los aficionados al estilo de otros.

Es curioso cómo la multiplicación de nuestras ventanas al mundo -hablemos de redes sociales o de cámaras incorporadas a los teléfonos- han simplificado nuestra manera de mirar. Y si no, fijaos en una cosa tan tonta como la cámara frontal de un móvil, hueco que hasta ahora cubrían los espejos del baño o de los ascensores en lo que se denomina, popularmente, fototuenti. Por si queréis una clase rápida de selfie, la famosa bloguera Michelle Phan ha publicado en YouTube un tutorial para hacerse fotos con el teléfono.

Esta afición narcisista ha llegado hace poco a la exhibición audiovisual Moving Image de Londres con el nombre de The National #Selfie Portrait Gallery, muestra en la que 19 artistas contemporáneos hacen de las suyas con los selfies. El arte moderno ya se ha ocupado de esto antes: recordad ese montaje de Tony Blair haciéndose una foto en plena guerra de Irak y que ahora vuelve a tener un hueco en la exposición Contemporary Art and War.

Y mientras reflexionáis sobre la foto que os vais a hacer ahora, aquí la infografía mencionada al principio del post:

 

Mashable-Selfie

 

La NASA estrena Instagram y le dedica sus fotos a la luna

Aunque el centro de vuelo espacial Goddard de la NASA ya tenía su cuenta, el caso es que no existía un @NASA en Instagram. Hasta ahora.

Las tres fotos que la agencia ha colgado de momento (a la hora de escribir este post son las que hay) en la red social están dedicadas a la luna, coincidiendo con el lanzamiento de una sonda al satélite. Aunque la temática será, explican, variada, así como el formato: habrá fotos y vídeos y serán tanto nuevos como de carácter histórico.

No resultaría nada raro que el perfil superara en seguidores a la popular cuenta de Twitter de la NASA, que tiene 4,7 millones de followers.

La agencia estadounidense cuenta también con perfiles en Facebook, Google+, YouTube, Flickr y Foursquare, entre otras redes sociales.

Para disfrutar:

¿Y si los superhéroes tuvieran Instagram?

Superman sube una foto de la Tierra con la etiqueta #nofilter (sin filtros); Thor, por su parte, cuelga un collage de imágenes de Asgard y se geolocaliza.

Esto es lo que ocurriría si algunos de los más famosos superhéroes tuvieran un móvil siempre a mano con la aplicación Instagram instalada. Así se lo imagina la web Comediva.

Todas las cuentas que aparecen en el post, por cierto, existen en la realidad, aunque evidentemente no son de ningún superhéroe. Tony Stark es un chico real que dejó en 2010 de subir fotos de sí mismo, «Superman» es el nick de otro joven que lleva poco tiempo usando la red social y el perfil de Spiderman está lleno de memes.

Casi me gustan más los inventados

 

Aquí, el resto.

Pixelist, de Instagram a la pared de tu casa

Les queda solo una semana para terminar su campaña de crowdfunding en la plataforma Indiegogo. Del total de 20.000 dólares que necesitan ya han recaudado más de 14.000. Lo que pretenden hacer Will Freeman y Conor Colwell con Pixelist, empresa con base en Hong Kong, es vender pinturas al óleo por encargo a partir de fotografías de Instagram (y otras) de usuarios de todo el mundo.

Han formado un equipo en el que cuentan con varios artistas chinos de la ciudad de Xiamen (China) y su idea va más allá de convertir una imagen en una postal o un imán, como ya puede hacerse en Internet con las fotos que publicamos en Instagram. Con algunas limitaciones en cuanto al contenido -por ejemplo, que no haya muchas personas o animales en un espacio muy reducido-, los cuadros pueden ser de varios tamaños y precios.

 

Freeman explica que los óleos mantienen los colores y la composición de la foto original, así como la visión del autor de la imagen; ellos solo se limitan a reproducirla. Dice que, más que crear otra empresa de pinturas por encargo, querían conectar de alguna manera a los instagramers con el talento de los artistas que él mismo ha descubierto en el gigante asiático, país en el que reside desde hace ya unos años.

Los precios no son desorbitados y, además, al participar en la campaña de crowdfunding -hay aportaciones desde un dólar hasta 1.000- puedes obtener descuentos. El proceso es: abona la cantidad en función del cuadro que quieras y, cuando acabe la campaña, te escribirán para que les mandes la foto que quieras convertir en un cuadro. Por lo que veo, la fecha que manejan de entrega para estos primeros es el mes de octubre.

Podéis ver una muestra de lo que Pixelist vende en su perfil de Instagram:

Y también comparar el resultado con la fotografía original repasando la galería que enseñan en la página de Indiegogo:

 

(Vía @mediotic)

La película de Jobs tiene tráiler en Instagram

Hace unos días se estrenó el primer tráiler del biopic de Steve Jobs, fundador de Apple, película protagonizada por Ashton Kutcher. El segundo no ha tardado en llegar, aunque en una versión algo más corta: los 15 segundos que permiten los vídeos de Instagram.

La cuenta oficial Jobs the Film en esta red social ha publicado el corto y ha generado algunas preguntas y dudas entre los usuarios, que se reflejan en los comentarios de Facebook y de Instagram y que no tienen desperdicio.

El último plano del trailer, utilizado como imagen de inicio del vídeo y también para compartirlo en Facebook, muestra al personaje de Jobs mirando un móvil, que «no es de (el sistema operativo) IOS», dice uno. Otro hace una pregunta lógica, «¿cómo habéis subido el vídeo (a Instagram)?».

Y es que los usuarios mortales de Instagram solo podemos grabar vídeos con la aplicación y subirlos en el momento a nuestras cuentas, pero no podemos subir vídeos grabados con anterioridad, algo que está reservado, al parecer, al tema publicitario.

Hay quien sabe cómo hacerlo, aunque sea un poco trabajoso. Es lo mismo que ocurrió con el código para incrustar las fotos y los vídeos de Instagram en una web: los usuarios ya sabían cómo saltarse los cauces normales antes de que la red social decidiera permitirlo oficialmente.

Pero en este caso, dudo mucho que Instagram permita en algún momento subir vídeos almacenados en nuestro teléfono a la aplicación. Y no digamos en web, con unas utilidades, por ahora, mucho menos desarrolladas.

Le quitaría frescura y acabaría con las imperfecciones y, en cualquier caso, así evitan que nos lancemos a subir archivos con pesos enormes y duraciones incorrectas (recordad a Rick Astley). Si dejaran hacerlo, la gente ‘tunearía’ sus vídeos fuera de la aplicación y los subiría sin usar, por ejemplo, los filtros que ofrece Instagram o acabaría editándolos a su manera…

Antes de que digáis nada: sí, esto sí se puede hacer con las fotos (subir imágenes hechas con anterioridad o retocarlas fuera de la app con otra app). Pero creo que con los vídeos las incomodidades serían poco llevaderas para Instagram. ¿Qué os parece?

(La película se estrena el 16 de agosto en Estados Unidos).

Instagram ya permite ‘embeber’ sus fotos

Pasito a pasito. Así va la lucha entre Instagram y Vine por captar usuarios y facilitar a los mismos el uso de sus redes. Hoy Instagram ha escuchado una de las demandas que más se han repetido últimamente y ha habilitado la opción del ‘embebido’ de sus fotos y vídeos.

¿Qué es eso? Pues que ahora, en la versión web de Instagram, si accedemos a cualquier perfil, escogemos una foto y clicamos sobre ella para hacerla más grande, nos encontramos con que en la parte derecha hay una flecha. Si pinchamos sobre ella, accedemos al código que nos permitirá incluir esa foto (o ese vídeo) en cualquier web.

No es necesario estar registrado en Instagram para acceder al código y, además, si una persona tiene su cuenta con la opción de privada es evidente que, al no verse sus fotos, tampoco se puede acceder a sus códigos, a menos que las haya compartido de forma individual.

Al incluir o incrustar cualquier foto en una web, queda visible siempre quién es el autor, arriba a la izquierda, como podéis ver aquí:

Mi primer vídeo en Instagram ‘chispas’

No, no es que me haya puesto a hacer vídeos a lo loco con la nueva funcionalidad de Instagram, es que ya lo han hecho varios millones de personas antes que yo. Desde el minuto uno.

En concreto, en las primeras 24 horas después de habilitar los vídeos en esta red social se subieron cinco millones de clips. Y ahora la cifra va por los diez millones.

Es solo una muestra de los números apabullantes con los que nos han estado bombardeando desde finales de la semana pasada los dueños de Instagram, es decir, los señores de Facebook: 130 millones de usuarios, un millón de ‘me gusta’ para un vídeo de Justin Bieber en tiempo récord, etc. Además, aunque Vine, la herramienta de vídeos de la competencia -Twitter-, haya hecho mejoras para los móviles Android estos días, ha agachado un poco la cabeza ante la contundencia de ‘los 15 segundos’.

Mirad, por ejemplo, esta gráfica de Topsy que muestra de forma comparada los tuits relevantes que en la última semana contenían enlaces a Vine y a Instagram. Es algo completamente anecdótico, pero ejemplifica el boom de los últimos días:

Topsy

 

En este entusiasmo con los vídeos de Instagram han participado, cómo no, muchas personalidades, como Madonna o Jamie Oliver, marcas como Burberry y también eventos deportivos como Wimbledon. Una publicidad no pagada. Aunque a lo mejor dentro de poco sí, porque el formato de los 15 segundos coincide exactamente con el que sería el próximo lanzamiento de Facebook, según publicó recientemente The Financial Times: anuncios en vídeo con esa misma duración que buscan comerse parte de la tarta publicitaria de la televisión.

collage

Si aún no habéis probado los vídeos de Instagram tenéis que saber unas cuantas cosas. En primer lugar, y al igual que pasa con las fotos, los clips no pueden incrustarse en blogs y no se ven directamente en los tuits. Esa es una de las desventajas respecto a Vine. La otra es la duración. Se pueden hacer vídeos entre 3 y 15 segundos y la manera de grabarlos es la misma que en Vine: posando y quitando el dedo de la pantalla para ir sumando diferentes instantes y componer una peliculita a nuestro gusto.

Los vídeos de Instagram incorporan filtros, igual que las fotos. Son especiales para vídeo y podemos escoger entre 13 diferentes. Y también tiene un botón, «Cinema», que nos ayuda a estabilizar a imagen después de haber grabado un vídeo en movimiento, según podeis ver en este vídeo.

 

Por último, dos detalles importantes: el audio de los vídeos se puede regular simplemente con los botones de control del audio de nuestro teléfono. Si lo tenemos en silencio, los vídeos de Instagram no se escucharán. Y, ¿qué pasa con el autoplay? Pues que se puede regular.

Los vídeos en la aplicación Vine se inician solos y nosotros, los usuarios, somos los que tenemos que tocar la pantalla si es que queremos pararlos. En el caso de vídeos de seis segundos, además, el autoplay cansa un poquito, porque los loops son demasiado repetitivos. En Instagram, si vamos a nuestro perfil y tocamos en el icono de la rueda, hay una opción para deshabilitar el autoplay de los vídeos, lo que descansará nuestros ojos y nuestra mente.

Instagram ya permite etiquetar a personas

Instagram lo enfoca de otra manera. Habla de etiquetar a un grupo de música en una foto hecha en uno de sus conciertos o de poder navegar por las instantáneas relacionadas con una marca, más allá de hashtags. Aunque, aclara, el usuario siempre tendrá el poder.

Me refiero a la nueva funcionalidad que Instagram, la red social de fotos, ha puesto en marcha hace solo unas horas. Por supuesto, hablamos de la aplicación móvil, ya que la versión web todavía es un bebé en este sentido. Se trata de adoptar el sistema de etiquetado de personas o de perfiles de marcas en las fotos. ¿Os suena? Claro que sí, porque el contagio proviene de papá Facebook.

A partir de ahora, si nos hacemos una foto con el móvil en una cena y la subimos a Instagram, la aplicación nos da la posibilidad de etiquetar en la misma, si tienen cuenta, a las personas con las que estamos. Tras la actualización de la app, en nuestro perfil ya se puede ver un icono mediante el que cualquiera podrá consultar las fotos en las que se nos ha etiquetado.

Instagram

Para que nadie se eche las manos a la cabeza, Instagram dice que las fotos en las que se nos etiqueta no tienen que aparecer obligatoriamente en este apartado de forma automática –a menos que así lo decidamos-, sino que tenemos la posibilidad de seleccionar cuáles queremos optando por un modo «manual» (eso sí, por defecto está seleccionado el automático).

Es más, si decidimos en un principio que se vean todas, después tendremos en cualquier momento la opción de cambiar nuestro criterio y «ocultar» las que no queramos que se vean o bien eliminar toda referencia a nosotros en las fotos que nos parezca. Podemos elegir.

Esto no solo sirve para las fotos recién hechas, sino también para las que ya hemos subido, para nuestro archivo. Hay que pinchar en el icono […] y se nos da la opción de «añadir personas». Para hacerlo, hay que tocar la pantalla en el lugar de la foto donde queremos etiquetar a alguien y buscar su nombre; la persona recibirá una notificación (si tu perfil es privado, la recibirá solo si te sigue).

No podremos, en ningún caso, etiquetar a gente en fotos de otros. Aunque cualquier persona, a no ser que la hayamos bloqueado, sí nos puede etiquetar en una de sus fotos. A los perfiles privados solo pueden acceder, como siempre, las personas aceptadas previamente.

Por último, podréis comprobar si alguien ha etiquetado a alguien (sin ser un chiste de Gila) entrando en un perfil, abriendo una foto cualquiera y dando un toque en la pantalla. De inmediato aparecerán las referencias (en web no funciona).

 

Entiendo el etiquetado y su función de red. La argumentación de Instagram, además, evitando mencionar demasiado el tema personal -centra las bondades del etiquetado en un terreno más amplio, de entidades o marcas- es muy positiva. Quiere diferenciarse de Facebook, del tipo de fotos que allí se cuelgan y de las polémicas anteriores sobre este asunto y la privacidad. Y hace muy bien.

Le veo muchas posibilidades a la función de etiquetado, tantas como posibilidades artísticas, informativas u ociosas tiene Instagram. Es un añadido, como ya he mencionado, al hashtag (de los que también se abusa, y mucho, en Instagram). Pero, y aunque sé que todo es editable y puedo decidir yo, (a mi, personalmente) no me gusta nada que me etiqueten. Hay que preguntar primero.

Solo para empezar, por si acaso, yo recomiendo que accedáis a vuestro perfil personal, pulséis el icono de la carita enmarcada y seleccionéis (en la rueda -iPhones- o en los tres puntitos verticales -Android-) la opción «manual». Al menos para evitar el boom inicial.

 

 

Por cierto, imagino que en algún momento Instagram habilitará (¿en web, quizá?) la opción de filtrar de forma selectiva, por listas o con carácter individual, con quién compartimos nuestras fotos. Lo siguiente podrían ser los álbumes. ¿Acabará siendo Instagram la dueña oficial del apartado de fotos en Facebook?

Fotos: Blog de Instagram.