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"It's the end of the world as we know it (and I feel fine)" Michael Stipe

Archivo de agosto, 2014

El Mundial de Baloncesto se alía con Twitter

Durante el pasado Mundial de Fútbol de Brasil se escribieron 672 millones de tuits relacionados con el campeonato. Los picos tuvieron lugar durante la retransmisión en directo de los partidos. Este sábado comienza el Mundial de Baloncesto, que se celebra en España, y en la red social Twitter aseguran tener unas “expectativas bastante altas” sobre su impacto en Internet.

Mundial de Fútbol en Twitter

“El basket en nuestro país tiene un engagement muy alto”, me cuenta por teléfono David Núñez, director de Media Partnerships de Twitter España. Los deportes tiran y mucho. Twitter lo sabe y por eso se encarga de mantener unas fluidas relaciones con equipos, con representantes de jugadores y también con “stakeholders” como la FIBA y la FIFA, con los que trabaja codo con codo cuando tiene lugar un acontecimiento de este tipo. ¿Cómo? Con acciones concretas.

En este caso, por ejemplo, si a partir del inicio del Mundial y durante la celebración de uno o varios partidos un usuario tuitea «@FIBA scores», sabrá automáticamente el resultado de los mismos. “Es algo que no se hace habitualmente”, dice Núñez, señalando la especificidad de un deporte como el baloncesto, en el que “los puntos suman más rápido”.

También se han importado un par de formatos que normalmente se están utilizando en alfombras rojas como las de los Globos de Oro o los Grammy: Vine Booth y Twitter Mirror. El primero graba vídeos de Vine -seis segundos- de 360 grados de aquellos que se presten. Tiene su aquel en entregas de premios por aquello de los atuendos, pero seguramente los jugadores y asistentes a los partidos den bastante juego; el segundo es una cámara de selfies, para hacer posados. La idea es mostrar qué hay detrás de un campeonato de este tipo.

 

 

Twitter tiene en España un equipo dedicado al Mundial que lleva meses trabajando y desplazará a algunos representantes de la red social a las distintas ciudades donde se jueguen encuentros. A los jugadores, dice Núñez, los animan constantemente a participar, “relatar sus experiencias, sensaciones”, a que “tuiteen en directo, siempre y cuando sea posible”. ¿Qué deportistas hacen un buen uso de la red?, pregunto. Me cita a Cristinano Ronado, a Rafa Nadal, Paul Gasol, Kobe Bryant y LeBron James, algunos de los cuales compaginan profesión con vida personal.

También sale a colación Mireia Belmonte y su capacidad para hacer visible, además de con sus triunfos y medallas, un deporte que no suele tener tanto espacio en los medios y en las redes. Las fotos y los vídeos, sobre todo estos últimos, son una de las claves en Twitter. Pregunto por futuras apuestas en este y otros sentidos, pero la confidencialidad es máxima, dicen.

Al principio citaba a la retransmisión en directo de los partidos: la televisión se ha convertido en la amiga del alma de Twitter. “El prime time televisivo es el prime time de Twitter”, dice Núñez, añadiendo lo que ya se ha constatado durante los dos últimos años, que la red social “se ha convertirlo en la doble pantalla”, sobre todo en acontecimientos en directo. Las cadenas, además, “han descubierto un nicho que es el del público que está con el móvil y que tiene Twitter y si se meten en su conversación pueden tener una audiencia mayor”.

Las marcas también (me cita a McDonald’s y el mordisco de Luis Suárez). No hay anuncio o cartel publicitario sin hashtag hoy en día. ¿Saturación? Núñez no lo ve así.  “Antes se ponía la web, ahora es el hashtag, es parte del medio del que estamos ya inmersos”.

Asegura que no sabían de la marcha de Xabi Alonso de la Selección, pero destaca que utilizó Twitter para lanzar la carta de despedida, lo mismo que la casa real con la carta de abdicación del rey Juan Carlos. Es algo que ya es “previsible”, apunta, porque Twitter ya se considera una vía de comunicación “oficial”. O al menos así lo han entendido estos usuarios.  

Firmas, estados, mensajes

Después de leer este artículo en Medium de Peter Sims sobre la variedad en las firmas de los correos electrónicos he de decir que este es un tema que me suscita gran curiosidad. Sí, es un poco friki, pero no deja de sorprenderme el detallismo de la gente, desde el que quiere impresionar a otros con sus cargos y sus trabajos al que prefiere dejar en blanco el final de un mensaje.

Al margen de las firmas corporativas, que muchos tienen y que vienen impuestas para los correos profesionales, las que incluimos en el correo electrónico que manejamos desde el móvil tienen su miga. No son solo firmas, son mensajes curiosos, dirigidos, llamativos, divertidos. O muy simples. «Perdona las erratas»; «Enviado desde el fondo del mar»; «Ciao»; «Enviado desde el móvil de …»; «R».

Por no hablar del que -siempre en un correo personal- firma con su nick universal, aunque sobre todo de Twitter: @usuario.

Pero hay un lugar más allá de todo esto. Son los estados de whatsapp. De vez en cuando lo hago, repaso mis contactos en el teléfono y me doy cuenta de que la gente se preocupa, y mucho, por lo que escribe en ese apartado. En mi agenda tengo a una persona que no lo ha cambiado en 942 días y a otra que no hace más que modificarlo, como si fuera aquello Facebook.

Gerundios, frases de escritores famosos, emoticonos, disculpas anticipadas -«Si no contesto, paciencia»: «Prueba»-, palabras en árabe, en euskera, ubicaciones… de todo hay. Me hace gracia, qué le voy a hacer. Porque a algunos los conozco mucho, pero a otros los tengo en mi agenda, por ejemplo, por motivos de trabajo. Y parece como si entrara en una parcela secreta de su vida.

Aquellos que tienen foto, además, completan la tarjeta de presentación. Casi nunca son caras, hay que decirlo, veo sobre todo paisajes o lemas (aunque los niños también abundan). No me parece mal, dada la cantidad de personas que uno puede llegar a tener en su agenda. En todo caso, me quedo con los estados. Dicen mucho más de lo que uno puede suponer.

Whatsapp

 

*Imagen: Whatsapp.

Facebook anuncia un gran cambio que te afecta: ¡No te lo vas a creer!

Question!

Los cebos de Internet funcionan de forma diferente a los de la televisión. Los segundos casi te lo enseñan casi todo -como algunos trailers de cine- y, después, cuando ves el contenido completo al que hacen referencia, este no te aporta prácticamente nada nuevo. Se utilizan, además, para mantener enganchada a la gente durante un programa completo. «Ya casi te lo ponemos, ya».

En la Red se busca el click inmediato con titulares que no dicen mucho (o sí, según), pero que invitan a pinchar. Con interrogaciones y apelaciones directas al usuario. Con adivinanzas, alusiones conspiranoicas o supuestos anuncios de impacto. Como el titular que corona este post. También es frecuente el uso de imágenes cortadas de tal manera que no dejan ver lo importante. «Pincha, que si no, no verás el vestido de…».

 

Facebook ha anunciado que le declara la guerra a este tipo de cebos. Al llamado «click-baiting». La red social explica que estas publicaciones consiguen muchos clicks y que, por ese motivo, se muestran siempre en posiciones preferentes en el feed, lo que entierra el contenido que, a priori, es el que los usuarios quieren ver, el que les gusta de verdad. Lo asemejan al spam.

¿Y cómo saber si el usuario ha sido ‘engañado’ (siempre según Facebook)? Pues, por ejemplo, midiendo el tiempo que dedica después a leer el artículo en el que ha pinchado o el que tarda en volver a Facebook para seguir mirando publicaciones. También tendrán en cuenta la gente que comparte o conversa sobre dicho artículo en relación con la gente que ha pinchado en él.

Ya… Un par de consideraciones.

Sobre esto último, pensemos en Twitter. Los usuarios suelen conversar y discutir largo y tendido sobre ciertos artículos, pero muchos de ellos no han pinchado en el enlace para leerlos (por cierto, que hay quien ya combate desde Twitter los cebos haciendo spoilers del contenido; por ejemplo, las cuentas @HuffPoSpoilers y @SavedYouAClick). Y lo mismo digo a la hora de compartirlos, mucha gente hace un RT casi de forma automática (error). ¿Medir el tiempo que uno pasa leyendo? Podría funcionar, aunque no sé si la medida sería 100% eficaz.  

  Twitter tiene una forma –o tenía, visto lo visto– de guardar enlaces para leer después: darle a fav. Pero en Facebook es distinto. Pinchas en un enlace, lo guardas en otro sitio, lo dejas abierto, etc. Sé que hay maneras de guardar contenido para leer después, pero hablo de personas que no las utilizan. También entiendo que esto solo afecta a Facebook, no a aplicaciones tipo Flipboard.

Pero volvamos al lío. Dice Facebook que los cebos usan titulares y entradillas que no dicen nada sobre el contenido que hay detrás y que, en realidad, sus usuarios quieren tener desde el primer momento la información suficiente para poder decidir si pinchan o no en el enlace. Vaya, ¿a qué me suena esto? ¿a «fragmentos significativos»? Ahí lo dejo.

En fin, que Facebook quiere volver al contenido de verdad (o eso dice), lo que juega en contra, de forma muy directa, de publicaciones como Buzzfeed -con férreos defensores de sus maneras, porque éxito tiene– y, en general, de muchos editores que usan estrategias de viralidad para competir por la atención de los usuarios.

Por cierto, que hay otro anuncio. A partir de ahora, nada de fotos sobre las que pinchar para acceder al contenido: se mostrará el enlace en la parte superior del post que hayamos puesto, por encima de las fotos, para facilitar la interacción. Tenéis un ejemplo en la nota que Facebook ha hecho pública para contarnos sus cambios. No era tan cebo el titular, ¿no?  

 

P.D.: Aquí rescato un generador de titulares, para el que quiera jugar.

* Imagen: Question!, de Stefan Baudy en Flickr.

Seguir o no seguir en Twitter (II)

En el post anterior hablábamos de los límites. Twitter pone obstáculos a la hora de que un usuario siga a otros. Lo hace para que no se desmadre la comunidad. Por ejemplo, solo se pueden seguir 1.000 usuarios al día.

Asimismo, la red social controla lo que llama «seguimiento intermitente» y/o «seguimiento agresivo«. Ups. «Twitter no es una carrera para obtener la mayor cantidad de seguidores», dice. Ajá.

Cuando un usuario sigue a más de 2.000 cuentas, tiene limitaciones para seguir a más en función de su proporción entre seguidores y seguidos. Es decir, que si solo te siguen 10 tú no puedes seguir a 10.000. No puedes.

Dicho esto, hay cuentas que siguen a millones (sí, millones). Hay 18 usuarios en Twitter que siguen a más de un millón de usuarios, según podemos ver en este artículo de Media Bistro. Los datos son de Twitter Counter.

La primera en la lista, con más de 2,4 millones de seguidos, es @arabicbest. ¿Y la número 19? Pues @yokoono. En la situación opuesta se encuentra @katyperry, la que más seguidores tiene (55,9) y que solo sigue a 154.

Twitter Counter

 

 

* Imagen: pantallazo de la web de Twitter Counter.

Seguir o no seguir en Twitter (I)

¿Cómo sé a quién estoy siguiendo? Buena pregunta. Sobre todo desde esta semana. Yo ya he empezado a ver en mi timeline de Twitter algunos tuits de usuarios a los que no sigo. Forma parte del cambio de reglas del juego de la red social.

Twitter ha abierto una compuerta para renovar el agua de su pantano. Mover lo que en un principio se nos presentó como ecosistemas individuales al gusto en los que podíamos elegir y conformar nuestro universo.

Al final, éramos conscientes de que estábamos restringiendo nuestras propias relaciones y limitando mucho nuestra visión, las opiniones sobre un tema, la propia información. Lo sabíamos, y aun así decidimos acomodarnos; no sin, por cierto, hacer creer al mundo todo lo contrario: Twitter dice, Twitter grita, Twitter llora.

La red social ha decidido romper esa comodidad en aras de darle vida a su comunidad, algo estancada. Curiosamente, sigue manteniendo sus limitaciones para seguir a gente, el poder de los usuarios para bloquear, para proteger sus comentarios, para tomar decisiones sobre lo que publica. Es un toma y daca.

No hay libertad total de movimiento, nunca la ha habido. Y, sobre todo, no hay momento para dormirse. Los planes de Twitter a corto plazo incluyen varias apuestas, como la del vídeo. Y es muy probable que, a pesar de manejar el timón, la red social se vea sorprendida por sus usuarios, que a pesar de todo siguen entendiendo de qué va esto.