Es una acción promocional de la marca de congelados Birds Eye que intenta explorar la vertiente comercial de Instagram.
La empresa ha abierto durante dos días un restaurante pop-up -de carácter temporal- en Londres en el que los clientes han podido pagar la cuenta con el simple gesto de compartir fotografías de sus platos en la red social con el hashtag #BirdsEyeInspirations.
Los próximos serán en Leeds y Manchester.