140 y más 140 y más

"It's the end of the world as we know it (and I feel fine)" Michael Stipe

Sitios «pocos recomendables», como Internet

«Me parece que ha llegado el momento de regular las redes sociales porque no todo vale». Lo dice Pepe Martínez Olmos. Es diputado del PSOE por Granada en el Congreso. Y ha escrito en su blog un post indignado explicando que ayer asistió con horror a todo tipo de insultos y burradas en redes sociales después de conocerse el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. Comprensible. Bien. ¿Bien?

Yo estuve ayer trabajando en esa noticia. Haciendo llamadas, siguiendo la última hora. Y, como siempre, siguiendo lo que se decía en redes sociales. Y sí, hubo gente que hizo comentarios desafortunados, gente que dió su pésame, gente que mostró su tristeza, que bromeó, que insultó, que se precipitó, etc. Gente, fue gente, personas concretas. Ellas son responsables de lo que dicen de forma pública, en Twitter, Facebook, en televisión o en la calle.

«Una regulación que incluya desde un observatorio, un código de conducta, hasta los motivos para actuar (¿?) y la manera de hacerlo desde los poderes públicos para castigar aquellas conductas que ya lo están cuando de otros medios se trata». Una calumnia o una injuria, el enaltecimiento del terrorismo, una amenaza de muerte y otras tantas cosas están contempladas ya en la ley. Están reguladas y son punibles. Me acuerdo de esto que escribí hace un par de años.

«Hay alguna red social» que se ha convertido en un lugar «muy poco recomendable». Lo dice Alfonso Alonso, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso. Insisto. Son personas las responsables de las conductas y las palabras propias. Si alguien considera que se ha cometido un delito o se ha lesionado un derecho puede y debe acudir a la justicia. Que denuncie. Sí, el anonimato es un escudo perfecto para algunos y un obstáculo a la hora de encontrar al supuesto autor, de eso no hay ninguna duda. En la calle también pasa.

Hay gente desagradable, soez, gilipollas. Imprudentes, resabidillos, gente sin pudor, con ganas de llamar la atención o que se creen siempre en posesión de la verdad. Gente con incontinencia verbal. Y hoy tienen más altavoces o, al menos, altavoces distintos. También hay gente que no sabe usar las redes sociales ni mantener una conversación. Pero también hay mucha gente que expresa sus expresiones libremente (¿Son el mal gusto o la falta de sensibilidad perseguibles? ¿Hasta dónde?). Cambie usted de canal. Hago autocrítica, en cualquier caso: ¿damos demasiada publicidad al que no la necesita?

Leo: «Hay que limpiar las redes de indeseables». Lo dice el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Dice que «al igual que es necesaria la seguridad en campos como la seguridad vial también lo es en Internet». La Policía ya está investigando algunos tuits supuestamente injuriosos escritos el lunes; si no me equivoco, «cuando la ofensa se dirija contra funcionario público, autoridad o agente de la misma sobre hechos concernientes al ejercicio de sus cargos», se puede investigar de oficio. Bien. El juez dirá.

Por cierto, que ahí sigue sus trabajos la subcomisión de Estudio sobre las Redes Sociales en el Congreso, un año después. Cito al abogado David Maeztu, que allí compareció: «La guerra es la guerra se declare por telegrama o por Twitter». Una cosa más: no se sabe quién disparó ni sus razones; no se sabe aún si son una o dos personas las involucradas, si estaba planeado o no, si es un tema pasional o no. No se sabe nada de nada. Pero todos opinaremos, en las redes y en la calle. Políticos incluidos.

 

* Foto de Gtres Online.

52 comentarios

  1. Dice ser Pere L.

    Una cosa es eld erecho al honor y otro muy diferente es el uso expúrio que se hace del mismo por parte de este Ejecutivo para dilapidar un derecho fundamental más como es la libertad de expresión. La ciudadanía está sufriendo un retroceso en materia de derechos y libertades fundamentales histórico, y ninguna democracia que se precie puede sostener la censura en las redes sociales ni en ningún ámbito público, porque de ser así estaríamos abriendo la caja de pandora que han abierto otros estados totalitarios en Oriente Medio y que han supuesto importantes conflictos internos. La libertad de expresión es un derecho constitucional que si bien no es infinito no puede ser menoscabado para preservar supuestamente el honor de quienes han dilapidado por sí mismas ese derecho. Este suceso perpetrado por exmiembros del mismo partido (hecho que no ha sido destacado por ningún medio oficilialista), no puede ser utilizado por quienes se arrogan el infinito derecho a decidir qué se puede expresar y qué no en las redes sociales, y el código penal ya establece claramente lo que es vulneración del derecho al honor y lo que no, los tribunales están para delimitar (si bien en no pocas ocasiones tampoco han demostrado ser muy «justos» en la defensa de los derechos de los afectados, como todo en esta vida depende de la posición económica y por tanto jurídica de quienes invocan la defensa de ese derecho presuntamente lesionado), los límites de esa libertad de expresión. Es cuanto menos sonrojante e hipócrita invocar el respeto por el honor de nadie, mientras en el año 2009 la política tristemente desaparecida se subió uno de los 12 sueldos que poseía en pleno auge de la crisis y con el apoyo nada más y nada menos que del PSOE, este tipo de declaraciones si que socavan la integridad, el honor y la dignidad de quienes lo han perdido todo sin tener ningúin soporte institcuional, y a pesar de ello aún creen en esa democracia que se corroe a golpe de nuevo caso de corrupción institucional. Ya está bien, de cercenar derechos y libertades, y expoliar al vulgo, y de no hacer una labor honesta de oposición con todos y cada uno de los agravios cometidos por esa democracia virtual en la que vivimos. No es de extrañar con estas declaraciones y las de Felipe González que los votantes socialistas o no estén más que hartos y hastiados de que el papel del socialismo haya quedado relegado a servir de meros sujetos pasivos, sino connibentes con el status quo de la legislatura más antidemocrática de nuesstro expoliado, sojuzgado y humillado país nuestro, con o sin recortes, con o sin corrupción. Eso sí para lo que interesa cada 4 años, estos mismos «indignados» tras invocar ese derecho al honor, bien que animan a las redes sociales y a todo el electorado a ir a las urnas, para qué para seguir sosteniendo esa ficción democrática llamda España?. Después de lo que ha sucedido en este país y ver cómo se comporta la ciudadanía (de forma ejemplar), nada ni nadie puede una vez más utilizar un derecho fundamental para seguir humillando y castigando el honor, los bolsillos y la dignidad de ese electorado al que dan la espalda con sus retrógradas medidas (el PP), o con su silencio o pactos más o menos explícitos (PSOE). Este tipod e comentarios y los hechos que los acompañan sí dan la razón a quienes piensan que PP y PSOE son el reverso de la misma moneda, y soy votante del PSOE de toda la vida, pero este tipo de imposturas me desagarran el alma como demócrata. Lo que hay que leer, el colmo del cinismo.

    15 mayo 2014 | 14:34

  2. Dice ser David

    Buen comentario Pere L.,pero por esas mismas no sé cómo eres capaz de votar al PPSOE,tú mismo,pero así nos va.

    17 mayo 2014 | 23:50

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