140 y más 140 y más

"It's the end of the world as we know it (and I feel fine)" Michael Stipe

Archivo de octubre, 2013

La aerolínea Virgin se marca un videoclip para que te abroches el cinturón

Un total de 36 bailarines y 14 estilos diferentes de baile. Más de 40.000 visitas en YouTube y un hashtag, #VXsafetydance, con el que la compañía aérea Virgin America ha lanzado un concurso en Instagram para buscar los protagonistas de sus futuras creaciones.

Todo gira en torno al nuevo vídeo que la aerolínea ha elaborado para contar a bordo cuáles son las instrucciones básicas de seguridad que los pasajeros tienen que seguir durante los vuelos. Sí, lo de abrocharse el cinturón, acceder a la máscara de oxígeno y apagar el móvil.

Pero de una forma poco usual y entretenida, como un musical.

 

El Vaticano se despide de Lou Reed

El cantante Lou Reed, que murió el pasado domingo, ha recibido miles de despedidas de usuarios en las redes sociales, principalmente con alusiones a sus canciones  más famosas. Aunque, según leo en Vanity Fair, hay una que quizá nadie podría esperarse: la del Vaticano.

El cardenal Gianfranco Ravasi, ministro de Cultura que dijo hace poco que Jesús fue el «primer tuitero de la historia», tuiteó ayer una estrofa de Perfect Day.

No obstante, poco después y visto que su tuit podría crear confusión, ya que algunos interpretan que la canción habla de la heroína -y así se lo comentaron en algunos replies-, decidió añadir un versículo de la Biblia: «No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se siembra«.

 

 

 

Comer con los ojos y en las redes sociales

La cocina y las redes sociales se están haciendo cada vez más amigas.

No solo porque los usuarios compartan constantemente lo que comen o elaboran en sus casas (sí, ya sé qué a veces es cansino y excesivo, y lo digo tanto por la cantidad como por la calidad), sino porque los profesionales están aprovechando muy bien las posibilidades de Internet para explicar qué hacen y cómo lo hacen, pero también para darse la mano con sus clientes y seguidores, presentes y futuros.

Suelo estar al tanto de los perfiles en redes sociales de varios restaurantes, cocineros y críticos gastronómicos, pero lo mio es pura afición. Los sigo en Twitter, Facebook e Instagram, fundamentalmente, aunque algún blog hay por ahí. Cada uno aporta algo diferente y, entre todos, satisfacen mi curiosidad en torno a este tema. Las opciones son muchas y bastante interesantes.

¿Ejemplos? Mugaritz y sus concursos de fotografía, José Andrés y sus viajes por medio mundo, Nada Importa y sus experiencias sin adornos, Robin Food y sus obscenidades culinarias, etc. Aunque los sigo a todos con fruición y, por supuesto, están más que recomendados, hoy os hablaré de tres sugerencias concretas que creo que os llamarán la atención:

El restaurante.

Lakasa es un lugar muy acogedor. Está al cargo de César Martín, profesional que ha pisado antes lugares como Arce o La Abacería de la villa. No me detendré en la comida, que es fantástica, pero sí en las redes sociales, de las que se ocupa Riki F. Callejo. El restaurante, que está en Madrid, se mueve en todas. Tiene perfiles en Facebook, Twitter, Pinterest, InstagramYouTube, Linkedin y hasta en Spotify.

Dentro de su web tienen un blog, hacen de repente un storify, nos cuentan en fotos qué pescado han encontrado en el mercado o nos enseñan en vídeo cómo funciona la cocina cuando tienen el local hasta arriba. Y sonriendo. Hace un par de días incluyeron en su web un rincón para blogueros. Tienen vídeo-recetas y se preocupan porque cada red social tenga su dedicación.

 

 

No replican los mismos contenidos en todos los perfiles, o al menos de una manera que aburra al usuario. Interactúan y, sobre todo, da la sensación de que se enteran de lo que pasa más allá de su cocina. Hasta organizan debates en Facebook -red en la que yo les sigo más- y tienen un plato con hashtag. Además de los perfiles oficiales, algunos de los cocineros hacen también de las suyas. ¿Saturación de lo 2.0? No, ni hablar.

 

El cocinero.

Gaston Acurio es peruano, colecciona premios y tiene un montón de restaurantes, entre ellos, Astrid y Gastón, aunque no para de abrir locales por todo el mundo. Es muy activo en Facebook y suele hacer partícipes de sus seguidores en redes sociales de sus continuos viajes. Tiene la friolera de casi 600.000 followers en Twitter y en sus timelines no faltan las fotos.

Yo había oído hablar de ellos hace un tiempo, pero ha sido ahora cuando me he aficionado a leer sus recetuits. En su cuenta personal de Twitter, el cocinero lanza desde hace meses sin parar y de forma intercalada con otros mensajes o replies, pequeñas recetas bajo el epígrafe de ‘recetuit’ (pido desde aquí una almohadilla). Platos en 140 caracteres sin literarura, al grano.

 

 

El bloguero.

Carlos Maribona es otra de las personas a las que me he acostumbrado a leer en redes sociales, concretamente en Twitter. Tiene un blog muy conocido en Abc.es llamado Salsa de Chiles. Es crítico gastronómico desde hace 20 años, pero eso no ha sido óbice para que las redes hayan entrado en su día a día. Da noticias, hace críticas breves y recomienda sitios, además de responder a usuarios.

Es una buena opción para descubrir sitios en Madrid, aunque viaja bastante, por lo que no se ciñe solo a la capital. Recuerdo que en verano, si no me falla la memoria, pasó por Asturias. Su contenido está muy centrado en su trabajo y se agradece de vez en cuando leer un ‘no me gusta’ o un ‘ya era hora’. Me consta que se le tiene respeto en muchas cocinas.

 

 

Así componen Leiva y Lino, así

Los conozco. A ambos. Hemos compartido festivales, entrevistas y hasta copas en algún garito de tintes neoyorquinos en Buenos Aires. Hablo de Miguel Conejo Torres, aka Leiva -uno de los componentes de Pereza, que ahora toca en solitario-, y Lino Portela, periodista musical de altura que ha entrevistado a todo el mundo, menos a Mick Jagger y Bob Dylan.

Acaban de estrenar tema. No es que Lino se haya metido a músico, que poco le falta, es que juntos han lanzado un proyecto muy chulo, en pequeño formato, que muestra el proceso de componer una canción al tiempo que es entrevista, documental y experimento internetero. Se titula Road Song (ds3) y está compuesto de ocho capítulos que se han ido estrenando en YouTube y redes sociales en las últimas semanas.

Roadsongds3

El argumento es el siguiente: los protagonistas, L y L, cogen un coche y viajan hasta El Naútico, un mítico local en O Grove (Pontevedra) por el que pasan cada año artistas como Iván Ferreiro, Coque Malla, Kiko Veneno o M-Clan, entre otros muchos. Durante el trayecto, que tiene sus paradas y que van grabando las cámaras, va tomando forma la canción Afuera en la ciudad, que Leiva termina cantando en el destino final.

El Naútico es de Miguel de la Cierva, excomponente de Los limones, y Leiva cuenta en uno de los capítulos que lo conoció hace unos 13 o 14 años gracias al manager de Vetusta Morla. «Lo hemos pasado muy bien», me dice Lino, y añade que en Road Song «hay mucha preparación», pero que han intentado que, sin dejar nada a la improvisación, haya también «mucha naturalidad» en el resultado final. Sin forzar.

Los capítulos se han distribuido, desde que se estrenó el teaser hace un mes, en perfiles de Twitter, Facebook y Google Plus creados expresamente para el proyecto. Todo se ha recogido en una web. No hay cuenta en Instagram -habría estado bien, tratándose de un viaje-, pero Lino ha ido colgando cositas en la suya. Es la primera toma de contacto, así que supongo que en el futuro irán abarcando más, incluidos también, como concepto, los dispositivos móviles.

La idea de hacer Road Song fue, explica Lino, de Mauro Canut (de los Canut de toda la vida), con el que comparte el programa Portela de Noche en la radio on line Gladys Palmera. Encontraron -«no fue fácil»- patrocinador y se lanzaron. Una marca de coches, claro, les apoyó. Detrás está también la agencia Blablabla, de Rafa Canut y Clara Barral.

«No sabemos todavía si habrá un siguiente», me dice prudente, irá «en función del éxito» que tenga esta primera edición. No haré spoilers, pero las anécdotas no cesan a lo largo de las conversaciones entre los protagonistas. El género es interesante y la apuesta por las redes e Internet, también.

No obstante, y desde luego, es un formato -y Lino está de acuerdo- muy vendible para televisión. Son pequeñas píldoras musicales con fondo narrativo y final feliz. Y lo digo por la canción, porque he intentado sacarle a Lino el nivel de juerga durante el viaje y me ha salido con un «ni más ni menos que un día normal». Ya.

Os dejo con el estreno de #afueraenlaciudad, el capítulo 8.

 

* Foto cedida por Roadsongds3.

‘Selfies’, más que una tendencia

El 11% de las fotos que suben a Instagram las 50 celebrities más seguidas son selfies; en el caso de Twitter, el porcentaje baja al 2%. Son datos que Ebay ha plasmado en una infografía que os dejo más abajo. La reina en Twitter en este campo es la cantante Miley Cyrus (121 fotos); la de Instagram, la modelo Kylie Jenner (451 fotos).

Pero no es oro todo lo que reluce, ya que algunas estrellas como Rihanna o Heidi Klum tienen cierta ayuda para estos menesteres: fotógrafos profesionales o gente de su entorno que se encarga de sacarles las fotos que deberían hacerse ellas mismas. Es una forma de salir siempre bien. En cualquier caso, desde que (Sir) Paul McCartney se ha declarado, en plena promoción de su nuevo disco, inventor de los selfies, nos quedamos todos mucho más tranquilos.

Warhol se lo habría pasado en grande con las redes sociales. Pero también algunas actrices de la época dorada de Hollywood o hasta el mismísimo Napoleón. La sola posibilidad de retratarse a sí mismos de la mejor manera, de forma continua y en todo tipo de escenarios habría sido un caramelo en sus bocas. Algunos reyes tenían al retratista de referencia siempre disponible, por eso, de tener un smartphone en la mano, podrían haber sido adictos a los selfies.

Aunque pasó desapercibido por el huracán Cyrus y su famoso baile de dudoso gusto, el twerk, el término selfie fue incluido también a finales de agosto en el diccionario de Oxford. Hablamos, en definitiva, esas autofotos que subimos a las redes sociales y que, por ejemplo, según The Telegraph, suponen el 30% de todas las que cuelgan  los jóvenes británicos entre 18 y 24 años. Nada muy diferente a lo que pasaba en MySpace o Fotolog, aunque de dimensiones monstruosas.

Según webstagram, más de 51 millones de imágenes en Instagram llevan el hashtag #selfie, más de 143 millones incluyen el hashtag #me y más de 103 millones tienen el hashtag #followme. Yo, yo, yo. ¿Qué pasa con la familia y los amigos? Pues que se quedan en 38 millones (#family) y 62 millones (#friends). Esto, según algunas voces, hasta puede repercutir en las relaciones personales, según un estudio citado por el Daily News. A saber.

El usuario con más seguidores en Instagram, Justin Bieber, no hace más que compartir fotos suyas. Como Benny Winfield Jr, sensación este verano con sus más de 130 sonrisas. La red social Tumblr es otra mina de oro de los selfies, con fenómenos como el de las Tumblr girls, una suerte de it girls virtuales que compiten por obtener el favor de los aficionados al estilo de otros.

Es curioso cómo la multiplicación de nuestras ventanas al mundo -hablemos de redes sociales o de cámaras incorporadas a los teléfonos- han simplificado nuestra manera de mirar. Y si no, fijaos en una cosa tan tonta como la cámara frontal de un móvil, hueco que hasta ahora cubrían los espejos del baño o de los ascensores en lo que se denomina, popularmente, fototuenti. Por si queréis una clase rápida de selfie, la famosa bloguera Michelle Phan ha publicado en YouTube un tutorial para hacerse fotos con el teléfono.

Esta afición narcisista ha llegado hace poco a la exhibición audiovisual Moving Image de Londres con el nombre de The National #Selfie Portrait Gallery, muestra en la que 19 artistas contemporáneos hacen de las suyas con los selfies. El arte moderno ya se ha ocupado de esto antes: recordad ese montaje de Tony Blair haciéndose una foto en plena guerra de Irak y que ahora vuelve a tener un hueco en la exposición Contemporary Art and War.

Y mientras reflexionáis sobre la foto que os vais a hacer ahora, aquí la infografía mencionada al principio del post:

 

Mashable-Selfie

 

Twitter permite que cualquiera te envíe mensajes privados (si le dejas)

A mi ya me ha salido la casilla; a algunos de mis compañeros en el periódico aún no. Pero no tardará.

Hablo de la casilla de los DM (mensajes directos) en Twitter, la que permite habilitar la opción de que cualquiera -sí, habéis oído bien- pueda enviarnos un privado. Así es como se ve en el apartado de «configuración» en web:

Casilla DM

Nadie se ha dado cuenta de esta nueva función hasta hoy mismo. De hecho, en el Help Center de Twitter no ha habido cambios al respecto -a la hora de escrcibir este post-, tal y como se puede comprobar tanto en la versión en inglés como en la española.

Help Center

Twitter no ofrece por el momento una explicación sobre el tema, aunque podemos elucubrar. Para empezar, tal y como comentan The Verge o Techcrunch, esto favorecerá que usuarios/clientes contacten con empresas/marcas. Yo añado que, además, estos contactos dejarán de airear el público ciertos problemas derivados de la atención al cliente, a veces en un tono no muy agradable.

Por su supuesto, esto irá a la inversa. Si habilitamos la casilla puede que empecemos a recibir publicidad porque, ¿no es esto un consentimiento implícito para estas cosas? Si nos sigue una marca podrá enviarnos publi; digo, mensajes.

Por otro lado, a lo mejor ahora es más difícil discriminar los mensajes reales, con contenido, del spam o de los virus. Más o menos sabemos a quién seguimos pero, ¿tenemos identificados a todos los que nos siguen? Puede ser complicado de gestionar.

No activar la casilla supone mantener el control sobre la parte más privada de la cuenta de Twitter; hacerlo puede abrirnos puertas, por ejemplo, a profesionales como los periodistas sin que todo el mundo se entere de que alguien quiere contarnos una cosa o ponerse en contacto con nosotros.

Twitter ya empezó hace unos días a hacer pruebas en este sentido con la cuenta de noticias de última hora @eventparrot. Estoy convencida de que pronto empezaremos a ver en las Bios de algunos usuarios en Twitter un ‘acepto DMs’ (o ‘no acepto’). En algunos casos hasta sería conveniente.

¿Serán los mensajes directos el nuevo whatsapp? Miedo me da.

Hillary Clinton blinda sus conferencias

Leo en un blog del Atlanta Journal Constitution -gracias a que lo ha compartido Amy Chozick, periodista de The New York Times– que la conferencia que Hillary Clinton va a dar el martes ante la organización internacional de comerciantes NACS: The Association for Convenience & Fuel Retailing viene con instrucciones.

Jim Galloway explica que un colega suyo ha recibido un correo electrónico que advierte de que las palabras de la exsecretaria de Estado de Estados Unidos no se podrán grabar, ni en audio ni en vídeo, reproducir o comentar por escrito, fotografiar ni, atención, ser objeto de posts en ninguna red social.

Está «prohibido», dice textualmente la misiva, el uso de redes sociales; además, la prensa no podrá asistir a la clausura. Son órdenes estrictas de Harry Walker Agency, la agencia de representación que también gestiona las conferencias de Bill Clinton, Al Gore o Kofi Annan.

Al margen de lo que Clinton vaya a decir y de que las razones puedan pasar porque, según apuntan algunos, Clinton diga lo mismo en todas las conferencias, ¿tiene sentido prohibir a los asistentes el uso de cualquier red social? ¿Es posible controlar eso?

Yo creo que no, a menos que uno confisque los dispositivos móviles o haga firmar algo al público sobre el carácter confidencial de la charla. En pocas horas, la respuesta…

* Foto: EFE

Si te pueden dar un Nobel, mira Twitter

Sí, la escritora Alice Munro ya se ha enterado de que ha ganado el Nobel de Literatura de este año. Lo sabemos porque han aparecido las primeras entrevistas, concedidas a medios de comunicación canadienses (su país), y porque hay un comunicado difundido por su editorial. Pero no porque haya hablado con la Academia Sueca en primer lugar.

Le ha informado su hija, ha dicho. Aunque igual podía haber mirado Twitter… La prestigiosa institución ha lanzado un tuit tras el anuncio diciendo que habían intentado dar con ella, pero que lo único que habían podido hacer era dejarle un mensaje en un contestador…

 

 

Casi dos horas después, la cosa seguía igual. Tanto, que la Academia ha dado pruebas a los usuarios de que lo que estaba diciendo era verdad. ¿Cómo? Adjuntando el mensaje de voz de Munro del susodicho contestador. Es divertido leer los replies de los seguidores, entre el «drama» y la simpatía.

 

 

A las 18 h en punto de la tarde, hora española, un nuevo mensaje: por fin lo habían conseguido.

 

 

Sevilla, el alcalde de Jun y la ‘twitter riña’

Esa tipografía me suena. Sí, es nuestro. Pero no es de un tema reciente… ¿de cuándo será? Me hice estas preguntas ayer después de ver el siguiente tuit que, por cierto, desencadenó una discusión posterior entre José Antonio Rodríguez, alcalde de Jun (Granada), y Jordi Sevilla.

 

 

Bueno, había más preguntas. Porque cualquier usuario no puede saber, simplemente viendo la tabla, quién la ha elaborado. No hay fuente, y ese «elaboración propia» induce a error. Tampoco hay enlace a ninguna parte. Aunque veo que el tuit es parte de un relato y que viene de aquí:

 

 

El tuit tuvo más de 1.000 retuits y más de 200 favs; lo de las puertas giratorias es un tema candente (aprovecho para recomendar el proyecto Quién Manda, de David Cabo y Eva Belmonte). Pero, ¿alguien preguntó de dónde salía todo aquello? ¿No hablábamos de eléctricas?

El exministro Sevilla se molestó. Vio su nombre en un cuadro, sin información añadida y comparado en comentarios con el de Elena Salgado. No entro en el fondo del asunto, pero sí creo que es necesario –y se nos olvida mucho– aportar el contexto necesario cuando compartimos imágenes, datos o informaciones.

El artículo al que pertenecía la tabla era de mi compañero Nicolás. Es la persona a la que acudo con mis dudas económicas. Lo escribió hace un año. No habla de puertas giratorias de forma expresa ni de «colocaciones inmorales», tal y como las calificó el alcalde de Jun.

Cita «un estudio muy serio», me dice, de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada y menciona la Ley de Regulación de los Conflictos de Intereses, que permite a «expresidentes y exministros ocupar cargos relacionados con su anterior ocupación» dos años después de dejar el cargo. Y viceversa.

Dos años después de dejar el cargo de ministro de Administraciones Públicas, y así lo cuenta en su blog, Sevilla fichó por la consultora PWC, en la que aún hoy, según consta en la web de la empresa, consta como senior advisor en el patronato de la Fundación. En 2009 ya se habló de esto. Y de Elena Salgado.

Volvamos a Twitter. La discusión de ayer terminó con la salida abrupta de Twitter de Sevilla. Otro político que abandona la red social. Ya opiné hace un tiempo de estas cosas y, respetando que cada uno haga lo que quiera con sus redes, es cierto que estos comportamientos no dejan de sorprender al personal.

Tuit de Jordi Sevilla

Sobre todo, en este caso concreto, teniendo en cuenta dos cosas: la causa -una riña y encima con un colega de partido, derivada de un tuit con una información sin fuente, derivado de una queja sobre una eléctrica, y así- y que Sevilla, en mi opinión, no era un tuitero que tuviera la cuenta por tenerla (que los hay).

Aunque supongo que habrá sido la gota que (le) ha colmado el vaso. Y lo digo por esto, de dos días antes:

 

 

Razones aparte, la cuenta de Sevilla aún no ha desaparecido -mientras escribo esto, quiero decir-, así que es posible que su relación con Twitter no haya terminado. Algo que no estaría mal.

En cuanto al alcalde de Jun, ha sido hoy -ha continuado con el debate-, un día después, cuando ha compartido la fuente original de la que salió la dichosa tabla. 85 retuits y 25 favs. El artículo se ha llevado unos 500 pinchazos hasta media tarde de hoy.

Dejo unas preguntas en el aire. ¿Cuánta gente retuitea un contenido sin comprobar que es veraz o, al menos, cuál es la fuente? ¿nos fiamos más de unos usuarios que de otros? ¿qué os parecen estas discusiones en Twitter? ¿aportan o no?

¿El anuncio de la RAE? Yo prefiero ‘Gabriel’

Twitter arde, que se dice últimamente (ay). Con muchas cosas en general, pero con la RAE en particular.

Todos habréis visto el anuncio que la agencia Shackleton ha elaborado para la Academia de la Publicidad, que felicita así a la Real Academia por sus 300 años de existencia. El vídeo en Youtube en el canal de la Academia (la de Publicidad) acumula más de 123.000 visitas, más de 1.000 ‘me gusta’ y unos 150 ‘no me gusta’. Pero ojo, ya tiene 250 comentarios.

Sí, hay debate.

Y el debate tiene mucho que ver con un comunicado conjunto de la Federación de Mujeres Progresistas, la de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas y la Fundación Mujeres que tildan de misógino y sexista el spot (pero no porque aluda a un ama de casa, cosa que, dicen, «no se especifica en ningún momento») . El tuit original de la RAE -del 26 de septiembre, hace ya- obtuvo 45 retuits (no vi nada en @Fundeu). El vídeo se colgó el día 25 de septiembre.

 

 

Es curioso que la Academia de Publicidad haya colgado también en su canal de YouTube un vídeo de cómo el telediario de Telecinco se hizo eco del anuncio, y que la cadena lo haya bloquedado por infringir el copyright; y también que en el canal de YouTube de la propia RAE no haya rastro del anuncio. Aunque no todo han sido vídeos, también ha habido tuits-mensaje-homenaje.

 

 

Según KeyHole, el hashtag #RAE300Años, con el que se lanzó el vídeo, solo se ha usado en Twitter -no en Facebook ni en Instagram, aunque yo he encontrado al menos cuatro fotos en esta red-. Y la evolución de la etiqueta en los últimos días, en la que han participado 379 usuarios, según la herramienta, habría sido más o menos así:

 

Según Topsy, ha habido 594 tuits con el hashtag, 204 de ellos el día 25 de septiembre. Si buscamos solo por las palabras «RAE» y «anuncio» a la vez, es decir, si nos centramos más en el asunto del spot, nos salen unos 4.300. La etiqueta propuesta por la RAE para su aniversario, por tanto, ha sido utilizada por los usuarios, pero no en el marco de las críticas por el vídeo en cuestión.

Supongo que el anuncio partió del Limpia, fija y da esplendor, lema de la institución. Y que la Academia de Publicidad, asumiendo el juego de palabras, construyó un anuncio de mentira con tintes de otros años como guiño. Creo que si este mismo anuncio hubiera sido emitido en un programa de risas o como parte de un gag en una serie de primetime, nadie habría dicho nada.

Cuando lo vi por primera vez me pareció una pieza hecha desde el humor, recordando los antiguos -y no tanto, ¿eh?- anuncios de detergente que todos hemos visto; exagerado, súperactuado. Pero no solo los anuncios… ¿No es esa la voz de Primitivo Rojas? En efecto. Me acordé también de la madre de Toni Garrido («Hijo mio, tienes una voz impotente») y del libro Diga Treinta y tres.

No lo vi machista ni misógino. No lo vi serio ni formal. No lo vi humillante para nadie. No lo vi como esto. Lo vi, casi, como esto. ¿Facilón? Bueno, pues sí. Por eso yo soy más de Martes y Trece y de Gabriel y Julipán.