140 y más 140 y más

"It's the end of the world as we know it (and I feel fine)" Michael Stipe

Archivo de junio, 2013

Amenábar junta a Kubrick con las Nancys

«Tú eres más de Facebook, yo soy de Instagram. Yo soy de los 80, tú eres del 2000″. Es parte de Me encanta, adaptación española del tema I love it del dúo sueco Icona Pop.

Los culpables son Nacho Canut (que ha escrito la letra) y las Nancys Rubias, el grupo de playback de Mario Vaquerizo. Lo llamo así porque el mismo Mario, al que conozco desde hace años, siempre explica que ellos cantan en playback en los conciertos.

En este caso, además, la versión, que se ha hecho popular con el reality Alaska y Mario, cuenta con un videoclip dirigido por el cineasta Alejandro Amenábar, que debuta en este terreno. Un homenaje a Stanley Kubrick y La naranja mecánica completa el círculo.

El videoclip se ha estrenado hoy en el canal de YouTube de las Nancys:

 

Y sí, a Mario le va más Instagram.

 

Mi primer vídeo en Instagram ‘chispas’

No, no es que me haya puesto a hacer vídeos a lo loco con la nueva funcionalidad de Instagram, es que ya lo han hecho varios millones de personas antes que yo. Desde el minuto uno.

En concreto, en las primeras 24 horas después de habilitar los vídeos en esta red social se subieron cinco millones de clips. Y ahora la cifra va por los diez millones.

Es solo una muestra de los números apabullantes con los que nos han estado bombardeando desde finales de la semana pasada los dueños de Instagram, es decir, los señores de Facebook: 130 millones de usuarios, un millón de ‘me gusta’ para un vídeo de Justin Bieber en tiempo récord, etc. Además, aunque Vine, la herramienta de vídeos de la competencia -Twitter-, haya hecho mejoras para los móviles Android estos días, ha agachado un poco la cabeza ante la contundencia de ‘los 15 segundos’.

Mirad, por ejemplo, esta gráfica de Topsy que muestra de forma comparada los tuits relevantes que en la última semana contenían enlaces a Vine y a Instagram. Es algo completamente anecdótico, pero ejemplifica el boom de los últimos días:

Topsy

 

En este entusiasmo con los vídeos de Instagram han participado, cómo no, muchas personalidades, como Madonna o Jamie Oliver, marcas como Burberry y también eventos deportivos como Wimbledon. Una publicidad no pagada. Aunque a lo mejor dentro de poco sí, porque el formato de los 15 segundos coincide exactamente con el que sería el próximo lanzamiento de Facebook, según publicó recientemente The Financial Times: anuncios en vídeo con esa misma duración que buscan comerse parte de la tarta publicitaria de la televisión.

collage

Si aún no habéis probado los vídeos de Instagram tenéis que saber unas cuantas cosas. En primer lugar, y al igual que pasa con las fotos, los clips no pueden incrustarse en blogs y no se ven directamente en los tuits. Esa es una de las desventajas respecto a Vine. La otra es la duración. Se pueden hacer vídeos entre 3 y 15 segundos y la manera de grabarlos es la misma que en Vine: posando y quitando el dedo de la pantalla para ir sumando diferentes instantes y componer una peliculita a nuestro gusto.

Los vídeos de Instagram incorporan filtros, igual que las fotos. Son especiales para vídeo y podemos escoger entre 13 diferentes. Y también tiene un botón, «Cinema», que nos ayuda a estabilizar a imagen después de haber grabado un vídeo en movimiento, según podeis ver en este vídeo.

 

Por último, dos detalles importantes: el audio de los vídeos se puede regular simplemente con los botones de control del audio de nuestro teléfono. Si lo tenemos en silencio, los vídeos de Instagram no se escucharán. Y, ¿qué pasa con el autoplay? Pues que se puede regular.

Los vídeos en la aplicación Vine se inician solos y nosotros, los usuarios, somos los que tenemos que tocar la pantalla si es que queremos pararlos. En el caso de vídeos de seis segundos, además, el autoplay cansa un poquito, porque los loops son demasiado repetitivos. En Instagram, si vamos a nuestro perfil y tocamos en el icono de la rueda, hay una opción para deshabilitar el autoplay de los vídeos, lo que descansará nuestros ojos y nuestra mente.

Sin Whatsapp, sin Whatsapp y sin ira

Se está convirtiendo, poco a poco, en uno de los vídeos más compartidos en redes sociales de la última semana.

Con la excusa del Libertad sin ira de Jarcha, el programa Oregon TV, que se emite en Aragón Televisión, ha hecho una divertida parodia sobre la locura tecnológica, qué nos pasa si no podemos usar el móvil y cómo se resienten nuestras relaciones sociales cuando hacemos más caso a la pantalla que a la gente que está a nuestro alrededor. Una oda al Whatsapp en toda regla.

Ojo, que se pega.

 

#Followme, el nuevo juguetito de Twitter

El nuevo juguetito de Twitter se llama #Followme y viene dado por Vizify, una herramienta de la que ya os he hablado alguna otra vez (para el balance de 2012).

La idea es hacer un pequeño resumen de nuestro timeline de Twitter, lo que más nos puede definir, escogiendo entre tuits, gente que nos sigue, fotos que hemos subido alguna vez, vídeos de Vine, etc. Es decir, es una bio interactiva.

Lo que hace la herramienta, entre otras cosas, es analizar nuestros 3.200 tuits más recientes.

La pieza en vídeo resultante, que es editable –aunque con limitaciones respecto a los elementos que puedes incluir, o al menos a mi no me deja escoger demasiado-, lleva música -que también puedes cambiar eligiendo entre varias piezas de una librería- y pretende ser una presentación de tu perfil para enganchar a posibles seguidores.

Yo ya he hecho el mío, ¿os animáis? (Basta con darle permiso a Vizify para que use vuestra cuenta de Twitter).

Por cierto, el vídeo no tiene límite de tiempo, podéis editarlo cuantas veces queráis, compartirlo en otras redes y no es embebible, así que os lo incluyo en un tuit.

 

 

Ojos que no ven, hashtag que te clavo

«Para crear un hashtag, el internauta deberá preceder aquella palabra o conjunto de palabras que desee etiquetar del símbolo #, lo que automáticamente la pondrá en relación con el resto de etiquetas de este mismo tipo que circulen por la red social» (EFE dixit).

Leo esto y no me queda claro nada, la verdad. Como si una pantalla nueva apareciera y se llenara de #’s con «conjuntos de palabras» nadando entre píxeles. Es la manera de definir las etiquetas que ha vuelto al mundo de los vivos porque Facebook ha decidido introducir este recurso en las conversaciones de los «internautas». Vamos, que a partir de ahora podremos usar hashtags, como los de Twitter, Instagram o Google Plus, en Facebook.

A partir de ahora es un decir, porque de momento no funciona en España (cambiando el idioma a inglés, que es el truco habitual, parece que sí, aunque yo no acabo de conseguirlo).

Un hashtag sirve para agrupar publicaciones sobre un mismo tema, para seguir hilos concretos, para tener una visión amplia sobre un tema. Sí. Pero, ¿es Facebook el terreno ideal para esto, siendo que los niveles de privacidad pueden frenar su potencial? No conozco a demasiada gente que lo comparta todo de forma pública en esta red social y lo que sí ha dejado claro Mr. Zuckerberg es que aunque pongas etiquetas en tus posts, si los compartes solo con tus amigos, solo ellos verán lo que has escrito.

Digo Zuckerberg como podría decir Greg Lindley, que es el «product manager para hashtags» de Facebook. En efecto, se nos va de las manos.

No sé por qué, pero me da que los hashtags van a servir más para agrupar contenido generado dentro de una misma página, en torno a una marca, a un grupo, etc. O bien, por ejemplo, lo generado en dos o tres grupos creados sobre lo mismo. Facebook está lo bastante fragmentado como para que sea más complicado agrupar conversaciones y tiene más barreras que otras redes sociales (casi todo el mundo publica en abierto en Twitter o Instagram).

Hay otras dos cosas: una, la saturación. En Twitter solo tenemos 140 caracteres, pero la plaga de hashtags en Instagram (#nofilter, #bestoftheday, #instagood, ya sabéis) es espectacular. He llegado a ver fotos con 25 hashtags y eso, a mi juicio, rompe el relato, rompe la conversación y rompe la pura estética. Facebook tiene mucho más espacio para explayarse, así que ya veo que en vez de largas explicaciones sobre fotos, artículos u otras cosas, optaremos por etiquetar para ser etiquetados por inercia.

La otra es el hashtag para cada término. En plan, cada palabra es un concepto. #Y #así #todo. Pues no, porque esto no es Google y porque dejaremos de leer para re-facebookear (a lo retuitear) sin mirar. Esto rompe la lectura y la claridad lingüística. Los hashtags, cuyo nacimiento en 2007 se reparten Stowe Boyd y Chris Messina, son para utilizar con mesura, pero sobre todo con intención e inteligencia. Que no te metan en la conversación, métete tú, porque lo vales.

 

hashtag

 

* Imagen de Dan Moyle.

Hillary Clinton desembarca al fin en Twitter

Después de muchos meses de espera y de especulaciones con cuentas no oficiales (y suspendidas), la ex secretaria de Estado de EE UU Hillary Clinton ha tuiteado por primera vez. Y claro, su recién llegado marido, Bill Clinton, y su hija Chelsea le han dado la bienvenida enseguida.

Pero, ¿para quién ha sido la primera manifestación tuitera de la también exsenadora en esta red social? Pues para Adam Smith y Stacy Lambe, creadores del famoso Tumblr Texts from Hillary, uno de los mayores productores de memes del pasado año en el que varias imágenes especulaban con los mensajes que Clinton enviaba desde su móvil.

 

 

De hecho, Clinton ha escogido la misma imagen para su avatar que la cuenta de Twitter de TFH, la imagen que lo empezó todo (es una foto de Time de 2011), y ha optado por escribir una divertida bio en su perfil, incluyendo las siglas TBD (To be determined), algo que muchos interpretan como una alusión a sus posibles aspiraciones políticas de cara a 2016.

«Gracias por la inspiración», ha dicho Clinton en su primer tuit; en pocos minutos ha logrado acumular más de 70.000 seguidores. La cuenta, en este caso, está verificada.

 

 

¿Y quién recoge ahora el testigo en Tumblr de Clinton? Evidentemente, Obama. A raíz de las informaciones reveladas por The Washington Post y The Guardian sobre la existencia del programa de espionaje PRISM y la obtención de datos por parte de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) de nueve empresas de Internet, entre ellas Facebook y Apple, hay un blog que ha adquirido cierta popularidad.

Se llama Obama Is Checking Your Email (Obama está revisando tu correo electrónico) y se creó hace un par de días con imágenes del presidente de Estados Unidos… pues eso, leyendo cosas de ordenadores o de móviles.

 

* Imágenes de Texts from Hillary y Obama Is Checking Your Email.

¿Y si Facebook fuera un musical?

Es la pregunta que se hacían los hermanos Antonius y Vijay Nazareth, fundadores del canal de YouTube AVByte, que transforman en musical todo lo que pasa por sus manos. Youtubesicals, los llaman.

Muy populares en la Red, cada semana lanzan un nuevo vídeo -el de las princesas Disney hipster tiene más de cinco millones de visitas- y en esta ocasión le ha tocado a Facebook ser protagonista. Pero Harry Potter, 50 sombras de Grey o The walking dead, con más o menos acierto, han pasado antes por su repaso melódico.

La letra es un resumen básico de las ventajas y defectos de la red social en tono paródico: ansiedad por comprobar el muro, la situación sentimental, los amigos del colegio, los cambios constantes en la configuración (con pullita a Zuckerberg), etc.

La canción, por cierto, hasta se puede comprar en iTunes, si es que alguno se engancha al machacón «Gotta check my facebook». Hoy, además, han publicado el tradicional ‘detrás de las cámaras’.

Ups, creo que me he cargado Vine

Son las palabras de un chico llamado Will Smidlein, que se ha visto obligado a disculparse después de sortear el límite de tiempo de la aplicación Vine (6 segundos) y subir un vídeo completo de Rick Astley, de más de tres minutos. En efecto, un loop de Never Gonna Give You Up.

Es decir, que ha logrado hacer el primer Rickroll oficial de Vine, según lo han bautizado ya algunos medios en alusión al meme que se hizo tan popular en 2008 y que devolvió el éxito al cantante de los 80. Consistía en compartir enlaces de aparente contenido relevante que finalmente iban a parar al videoclip. En este caso, el logro ha sido colar un archivo en la aplicación que no correspondía.

 

 

La broma corrió como la pólvora y la trampa no terminó de gustar, ya que el chico recibió un mensaje amigable para que retirara el vídeo; leyendo el timeline de su Twitter, él tampoco acaba de digerir su repentina fama de unas horas. Todo esto ha ocurrido el mismo día en el que Vine -que según Twitter ya usan 13 millones de personas– ya está disponible para los móviles Android y además cuenta con algún añadido para estos nuevos usuarios, como por ejemplo el zoom.

Por cierto, que hoy mismo Jack Dorsey, creador de Twitter, ha tenido un subidón de Vine y ha compartido en Twitter hasta 25 vídeos de esta aplicación hechos en una visita de obra al puente de San Francisco. Dos interpretaciones: o tenía una sola mano para agarrarse o era un mensaje oculto sobre algún tipo de deseo de alianza entre Vine y… ¿Google Glass?