140 y más 140 y más

"It's the end of the world as we know it (and I feel fine)" Michael Stipe

Vale, dilo, pero en 140 caracteres

Por alusiones (léase el título de este blog), tengo que decir algo. O al menos solicitar oficialmente que la medida ‘140 caracteres‘ entre en nuestro sistema métrico decimal.

Si los campos de fútbol y el sueldazo de CR7 -¿o era 9? Me pierdo- han recibido el consenso social y mediático en este tema -para extensiones euroalcorconeras, millones supuestamente afanados o rescates inconclusos, por ejemplo-, no veo razón por la que las expresiones tuiteras no puedan ser reconocidas. De hecho, su uso ya marca tendencia (ojo, señores RAE): ya nadie dice «una imagen vale más que mil palabras», pensadlo. Ahora todo es, si cabe, más afil(n)ado.

 

 

El líder de CiU, Duran i Lleida, ha dicho durante su intervención en el debate del estado de la nación que «reducir la política a 140 caracteres no es política». Depende del cristal, como casi todo. Supongo que el diputado se refiere a los modos, la depreciación y los globos sonda que en ocasiones rellenan el discurso político. Se queja de que muchas veces no hay contenido en lo que los líderes y dirigentes transmiten a los que les escuchan. Se olvida Duran de que existen los benditos enlaces, que son los que acompañan a las palabras y los titulares.

 

 

El contenido siempre fue lo importante, aunque mucho se contribuya para difuminar esta idea. Si no se hace, no es que no se pueda, a lo mejor es que no se sabe hacer. O no se quiere, vaya. La política está más que capacitada para colocar enlaces en esos simbólicos 140 caracteres y no dejar que le saquen los colores por pasarse con la retórica.

 

 

Lo interesante es que los ciudadanos pinchen y accedan (cuezan y enriquezcan). Y lo más difícil, también. ¿Hemos caído en el clic fácil con la política? ¿Hay en ella como en el ecosistema -siento el palabro– de Internet community managers con subidones? Hay debate, porque nadie piensa lo mismo al respecto.

 

 

Casualidad, el Congreso de los Diputados ha escuchado hoy esta alusión cuando Twitter pone en marcha una limitación en el espacio. Los tuits con enlaces o fotos pierden caracteres y se quedan en 118 o 117 si llevan un enlace https -los que incluyen solo texto mantienen incorrupta su extensión-, aunque no dejan de tener tantos como para que la vida misma (o la muerte misma) no pueda ser retratada.

No obstante, habiendo tuiteros cuyos caracteres son distintos a los del resto -en la variedad reside el gusto, pero también la sabiduría- y reciben premios por ello, no hay nada que temer. El universo conversacional es enorme. Y sí, me refiero a @mtascon y sus…

 

 

En cualquier caso, recordad: dotar de contenido nuestro mensaje de 140 caracteres con enlaces, contexto o sustancia no quiere decir que tengamos que ser farragosos o extremadamente pesados. Y, sobre todo, es esta una tarea que demanda -hablemos de Twitter o de política- un elemento muy importante para la comunicación en general: ir al grano.

 

 

1 comentario

  1. Dice ser y mucho es

    Los malos gobiernos deberían durar menos de 140 caracteres.

    21 febrero 2013 | 02:51

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