Entradas etiquetadas como ‘visibilidad lésbica’

Historia de una revolución lésbica

 

Por Nayra Marrero (@nayramar)

 

La Historia en mayúsculas tiene distintos ciclos. Hay cosas que se miden en siglos y otras para las que nos bastan unos cuantos años para notar el cambio, trascendental, transformador.

Corría 2007 cuando la Federación Estatal LGTB decidía que había que hacer acciones proactivas para que se generaran referentes de mujeres no heterosexuales porque no los había: ni en los medios de comunicación, ni en los ámbitos políticos, económicos, deportivos…

De ahí surgió la propuesta de dedicar el 2008 a la Visibilidad Lésbica, y tratamos entonces de poner en todas las historias que pudiéramos las voces de mujeres visibles que rompieran una lanza por las demás. Yo lo hacía como responsable de prensa. Los armarios estaban llenos de miedos y reticencias pero algunas doblaron su esfuerzo activista por esa visibilidad. Carmen Hernández como coordinadora del Área de Políticas Lésbicas de FELGTB se dejó la piel, pero también otras como Sylvia Jaén, que entonces era Secretaria General, o algunas presidentas de asociaciones LGTB como Luisa Notario en Lambda Valencia o Pepa Tascón en Lesgávila. Lee el resto de la entrada »

Lesbianas en el espacio

Por Charo Alises (@viborillapicara)

Foto: Richard Overtoom

Las lesbianas aún no hemos conquistado el espacio. El espacio público está prácticamente desierto de mujeres con sexualidades no normativas.

Durante la dictadura franquista, las lesbianas se relacionaban  tejiendo redes secretas ente ellas  que propiciaban encuentros en lugares privados para evitar las represalias  del poder, que reprimía con dureza la disidencia sexual. Las reuniones en domicilios particulares eran la forma de socialización más común de las libreras, término utilizado por las mujeres lesbianas en aquella época para reconocerse sin nombrarse. Lee el resto de la entrada »

Mujeres que se quieren

Por Nieves Gascón (@nigasniluznina)


Me gustan todo tipo de manzanas menos las verdes. Soy una experta en manzanas. Aquel primer día mi madre se equivocó y me metió en la mochila una Granny…Pero no podía perder la ocasión de compartirla contigo, así que cuando la mordimos juntas, no sentí esa acidez que me daba escalofríos, sino todo lo contrario, algo muy muy dulce. 
(91,92, J.L. Mira Candel, 2012)


Marzo es el mes de las mujeres, para el que escogemos Beca y Eva dicen que se quieren, una obra de teatro y un libro de Juan Luis Mira Candel, ganadora del V Certamen Teatral Leopoldo Alas Mínguez – Festival Visible, editado por la Fundación Autor en primera edición en 2012.

Esta obra llega a nuestra estantería de diversidad de forma casual e imprescindible. Tan sólo dos personajes en escena, Beca y Eva, de diecisiete años, una pareja con una historia de amor y de relación con su entorno que trasladan al escenario, evocando diferentes momentos, tanto de su propia relación de pareja, como de la reacción de otros personajes sobre el amor entre ellas.

El inicio del relato parte en la habitación 302 de un hospital en la que están ambas protagonistas hablando de sí mismas y su futuro, con hijos o hijas, en un contexto económico y laboral poco alentador, en el que apenas aspiran a ser mileuristas o cieneuristas.

Continúa con una conversación de Beca y su padre, un hombre que ha crecido en democracia y criado por una madre de las que vivieron reivindicativamente el mayo del 68 francés, en un ambiente de lucha por la libertad, pero que no termina de entender que su hija sea lesbiana. Lee el resto de la entrada »

Autorretratos: salir del baño

Por Laura Ramírez

Desde hace mucho tiempo me hago autorretratos en los espejos de los baños.
Me gustan los baños. Quizá por el agua.
Por la sonoridad.
Por el silencio.
¡Por las bañeras con velas! (esto es un brindis)
Por lo íntimo.
Por cierto, leí en algún lugar que cuando estás a gusto con alguien en un baño, es que entre las dos, o los dos, hay algo realmente importante. Se me quedó grabado en su momento y ahí sigue.
También me gustan los espejos.
Y pienso yo que a lo mejor es que quiero investigar y alimentar el vínculo que existe entre mi reflejo y yo, en un baño.
Hecha esta aclaración vamos a lo que me trae aquí, la mirada y su reinado: la visibilidad.

¿No nos miran? ¿No nos miramos?

No hay muchas historias de lesbianas, ¿no? Quizá hemos normalizado tanto ciertos comportamientos y reacciones que nos hemos desenfocado para el resto, más bien hemos permitido la confusión. Estamos, pero entre la niebla.

En muchos de mis autorretratos no se me ve bien, son borrosos, oscuros, imprecisos… Y esto puede ser una cuestión formal o no tanto. Hay razones fotográficas, soluciones fotográficas para la visibilidad que pueden aportar algo de luz al tema.

Empecemos por mirarnos a fondo. Empiezo por mirarme a fondo. Salgo del baño. Quiero enfocarme en condiciones, salir nítida en la foto. Y que las condiciones sean no tan íntimas.

Diré que me siento extraña al tratar algo que para mí es lo más natural en estos términos, no me gustan las etiquetas, nunca encontré una que pudiera colgarme y me quedara bien (sabe la diosa que hubiera sido más fácil) ¿De dónde me la colgaría? ¿Del agujero siempre vacío de mi oreja?

Pero ahora quiero definirme, no para cerrarme ni acotarme ni diferenciarme, más bien al contrario, para abrirme. La definición de hoy, ni que decir tiene, puede matizarse cualquier otro día. Déjame que investigue un poco más sobre la teoría queer y ya te diré. De momento:

Hola, mi nombre es Laura y soy lesbiana.

Me alegra decirles que nunca he tenido ningún problema en aceptarlo, que soy reincidente desde que lo sé y que no pienso quitarme.

Y ya está, esto no es una reunión de ‘LLAA’ (‘Lesbianas Anónimas’)

Estaría bien que saludarais, si os quedáis un momento me sirve.

¿Que a qué viene esto? Por si alguien no se había dado cuenta. Por las lesbianas anónimas, precisamente. Aunque aún se considere en círculos bien-pensantes del como-dios-manda que esto que me pasa es más bien una desgracia, yo quiero que se vea de lejos. Y de cerca.

Además de bollera soy fotógrafa, me muevo entre miradas y, como se me ve el plumero por todas partes y además me da igual, empiezo hablando de mí a ver si con ello hablo de más gente.

Quiero enfocarme y no solo en la foto.

Quiero enfocarme del todo.

(También me pasa que tengo los ojos castaños, pero no hay un blog para las que tenemos ojos castaños, no sé por qué)

Autorretrato de Laura Ramírez Martín

Autorretrato de Laura Ramírez Martín.