Entradas etiquetadas como ‘Relaciones amorosas’

¿Quién teme a lo queer? – Intimidad y sexo: un conjunto de órganos fragmentados

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

Foto: «Lulú // Louise Brooks Duplicada» por Chema Ayuso @xemasanayu

Eva Illouz habla del sexteo como una exposición fraccionada, “la visualización y la sexualización del cuerpo, entonces, disocian al cuerpo del yo para someterlo a una mirada rápida e instantánea, dentro de una interacción cuyo objeto se reduce a un órgano”. Somos, en Illouz, un conjunto de órganos fragmentados y, en la práctica del sexteo, reducimos nuestro cuerpo a una fracción cosificada que, a la vez, cosifica. El sexteo invita a leernos (y a leer los fragmentos de otre) como pedazos desapegados no sólo del resto del cuerpo, sino de cualquier otra condición, virtud o fuente relativa a la identidad social.

Como conjunto de órganos fragmentados que ha practicado y practica el sexteo, con mayor o menor frecuencia, no tengo nada que decir en contra, faltaría más. Por más que uno siempre habite la crítica y la sospecha, a veces gusta de meterse en estructuras cosificadoras y en las lógicas mercantilistas del cuerpo, “una tiene sus locas vanidades”, que nos diría Woolf.  Entre esas críticas, claro está, se encuentra el ser consciente de que entrar y salir de una práctica cosificadora del propio cuerpo (más o menos) a voluntad, es fruto de un privilegio y una agencia que, al menos, me sirve para decirme a mí mismo que soy yo quien decide fragmentarse un órgano de vez en cuando, por mucho que, quizá, sea resultado de un autoengaño y la práctica fagocite más esferas de las que creo. Lee el resto de la entrada »

Te miro y me gustas – Crónica del Orgullo 4

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Foto: Freakysita

Te miro y me gustas, soy heterosexual. Te miro y me gustas, soy lesbiana. Os miro y me gustáis, soy bisexual.

Estas tres frases recorren toda mi vida desde mi adolescencia. Es muy sencillo de escribir, y si se intenta tener un mínimo de empatía hacia que las pronuncie no debiera ser difícil de comprender. Pero no, no es así, no ha sido así.

Cuando tenía unos 14 años me enamoré hasta dejar de respirar de un compañero de clase que también quiso la vida regarme su amor. Éramos la pareja perfecta, los más guapos, los que sacaban las mejores notas, los que liderábamos las fiestas y los recreos. Aún recuerdo aquellos primeros besos como un trago de agua fresca en la tórrida tarde de un verano en el sur. Era un amor tan inocente y tan puro que nos condujo a un sexo amable y consentido que se me ha hecho difícil repetir con los años. Tuve la suerte de vivir un cuento de adolescencia y la plenitud de poder recordarlo con quien ahora es un de mis mejores amigos.

Pero la pasión terminó de repente 17 de septiembre y dejamos de vernos y sentirnos durante años. No hubo enfrentamiento ni daño gratuito, pero si dolor y añoranza durante algún tiempo. Lee el resto de la entrada »

¿El drama de la adolescencia?

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina)

 

Foto de Nieves Gascón / Localización: Café de la Luz

Durante el sucesivo comienzo de la adolescencia de mis dos hijas, que se llevan tres años, siempre intenté tranquilizar posibles preocupaciones en relación a cualquier conflicto derivado de la construcción de su identidad de género y sexual. Puede gustarte un chico, una chica o un chique, e incluso varias personas por diferentes cuestiones, pero sobre todo no juegues con la autoestima ajena, ni te vengas arriba cuando descubras que gustas, a fin de cuentas todo el mundo puede tener un punto interesante, y sobre todo, nunca te infravalores por sentir fascinación por otra persona.

La adolescencia es un subidón entre cambios hormonales y el descubrimiento de la atracción y deseo sexual por otras, otres u otros. Pero todo en su justa medida, porque hay cosas que no puedes compartir con tu madre y sólo comentas con amistades. ¡Qué pesada eres mamá! Lo he podido oír unas cuatrocientas veces ó más.

En ese descubrir y relacionar e ir construyendo la propia identidad, cobran gran importancia los detalles cotidianos, las relaciones entre iguales, el instituto, las clases, el barrio, las redes sociales, las cosas que me pasan, las que no y las que ya me gustaría que me pasaran, penas, risas y cuando estás para alguien o por alguien.

Vamos entrando en ambiente de típica película o serie de adolescentes, con esos gags sin apenas gracia para personas adultas, pero todo el interés para nuestros hijos, hijas e hijes, que pueden consumir, a eternas e inmóviles dosis adictivas. Lee el resto de la entrada »

Una vuelta de tuerca a la monogamia

Por Nayra Marrero (@nayramar)

Lovers / Foto: Francois Karm

«Si es por ponerse etiquetas, me identifico como monógama pero estoy en una relación con una persona no monógama. Me identifico como lesbiana y de género no binario”.

Así se define mi amiga, de la que hablaré en femenino por decisión personal ante la imposibilidad de encontrar una fórmula con la que se sienta más cómoda. Volviendo a ella, voy a ponerle yo más adjetivos: es cabezota, un tanto tendente al liberalismo económico y un poco tradicional en lo personal, así que imagínense mi cara cuando nos contó que se estaba enamorando de una mujer que tenía pareja con la que mantenía una relación abierta. Lee el resto de la entrada »