Entradas etiquetadas como ‘Plumofobia’

¿Quién teme a lo queer? – Intimidad y sexo: un conjunto de órganos fragmentados

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

Foto: «Lulú // Louise Brooks Duplicada» por Chema Ayuso @xemasanayu

Eva Illouz habla del sexteo como una exposición fraccionada, “la visualización y la sexualización del cuerpo, entonces, disocian al cuerpo del yo para someterlo a una mirada rápida e instantánea, dentro de una interacción cuyo objeto se reduce a un órgano”. Somos, en Illouz, un conjunto de órganos fragmentados y, en la práctica del sexteo, reducimos nuestro cuerpo a una fracción cosificada que, a la vez, cosifica. El sexteo invita a leernos (y a leer los fragmentos de otre) como pedazos desapegados no sólo del resto del cuerpo, sino de cualquier otra condición, virtud o fuente relativa a la identidad social.

Como conjunto de órganos fragmentados que ha practicado y practica el sexteo, con mayor o menor frecuencia, no tengo nada que decir en contra, faltaría más. Por más que uno siempre habite la crítica y la sospecha, a veces gusta de meterse en estructuras cosificadoras y en las lógicas mercantilistas del cuerpo, “una tiene sus locas vanidades”, que nos diría Woolf.  Entre esas críticas, claro está, se encuentra el ser consciente de que entrar y salir de una práctica cosificadora del propio cuerpo (más o menos) a voluntad, es fruto de un privilegio y una agencia que, al menos, me sirve para decirme a mí mismo que soy yo quien decide fragmentarse un órgano de vez en cuando, por mucho que, quizá, sea resultado de un autoengaño y la práctica fagocite más esferas de las que creo. Lee el resto de la entrada »

¿No te gustan los hombres femeninos o las mujeres masculinas? Lo tuyo se llama plumofobia

Por Andrea Puggelli (@aikkomad) activista italiano LGBTQI

'Los hombres también tejen- Tejiendo Masalaña 2014' / Foto:Marta Nimeva Nimeviene

‘Los hombres también tejen. Tejiendo Masalaña 2014’ / Foto:Marta Nimeva Nimeviene

Este era un tema que hacía tiempo tenía ganas de tratar. Retomo una definición de plumofobia que escuché en un debate que moderé  en COGAM, en enero de 2013, sobre plumofobia. Por esta se entiende la aversión irracional hacia el amaneramiento femenino de gais o masculino de las lesbianas. A mucha gente no le importa que uno/a se acueste con otro u otra de su mismo sexo, siempre que quede en el ámbito privado y que no ponga en cuestión la heteronormatividad.

La homobifobia se dirige contra aquellas personas que se salen de la heterosexualidad y lo hacen públicamente, pero la plumofobia va contra aquellas que se salen de sus roles de género: contra las mujeres que no hacen lo que tienen que hacer las mujeres y, contra los hombres que no hacen lo que se supone que tienen que hacer los hombres. Si no te gusta el fútbol, si no eres rudo, si te da por el ballet clásico o por llorar, lo primero que te van a llamar es «maricón». Contra las chicas que se salen de sus roles de género, el insulto tiene más que ver con su libertad sexual, ya que normalmente las llamarán «putas», «guarras» o «zorras», pero siempre se utiliza la lesbofobia para atajar las posibles alianzas entre mujeres en situaciones de discriminación. Lee el resto de la entrada »