Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)
Con motivo de la celebración en Madrid del World Pride, Tinder introduce en España su actualización inclusiva para que los usuarios puedan expresar libremente su identidad de género. Compartimos aquí su spot #OrgulloTinder, dirigido por Javier Giner. Nos lo cuenta Enrique Anarte (@enriqueanarte)
Se conocieron cuando todavía tenían miedo de decir en voz alta lo que decían. Se enamoraron en silencio, a través de una pantalla. Primero se dijeron “te quiero” con una mirada, después en un susurro. Años más tarde, cuando les preguntaban por aquellos tiempos, a veces seguían respondiendo que se conocieron en la Filmoteca. Ese es el tipo de historias que nos gusta escuchar.
Me pregunto, ahora que empezamos a atisbar esa libertad que a tantas otras personas les fue negada, cuándo dejaremos de renunciar a nuestras historias. Cuándo podremos decirlo en voz alta: “Nos conocimos en Tinder”. O en Grindr, Badoo, Instagram. Heteros, gais, lesbianas, bisexuales, pansexuales, trans, queer, personas identificadas con cualquier género más allá de la norma binaria y heteropatriarcal. ¿Cuándo dejaremos de fantasear con esa frágil edad de oro con la que barnizamos historias de amor de tiempos pasados, siempre mejores, para abrazar un presente imperfecto, absurdo, y precisamente por ello de un valor incalculable?
Nos conocimos en Tinder, sí, y después en persona. Al final, no obstante, lo único que importa es que nos conocimos. Y todo lo que tuvimos la suerte de vivir después.
Por Enrique Anarte (@enriqueanarte)
Mohammed (nombre ficticio) vive en Madrid. Es árabe, de un país rico en problemas y pobre en soluciones. Probablemente porque se las robaron las oligarquías locales y los intereses extranjeros. Un país que hoy se asocia con algunos de los capítulos más oscuros de las historia de la Humanidad. Podría ser Siria, Irak, Yemen. En el fondo, el nombre no importa. Las vidas deberían valer lo mismo, al margen de las fronteras.
No es ese, sin embargo, el país que Mohammed recuerda. El día en que nos conocemos, tras hablar unas semanas por una popular app para chicos gais, se abre sin problemas a mi quizás demasiado incisiva curiosidad. Me habla de su antigua vida, de su familia, del chico con el que hace un tiempo compartió sueños de futuro. Me habla de su fe. Lo hace armado hasta los dientes de explicaciones, de justificaciones, como si tuviera que rendir cuentas por lo que siente. Como si yo tuviera derecho alguno a juzgarlo. Lee el resto de la entrada »