La persecución de los homosexuales en la Alemania nazi

Hoy se celebra el Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto, Andrea Puggelli (@aikkomad) activista italiano LGBTQI nos comparte esta entrada

Auswitch / Foto: César González Palomo

Auswitch / Foto: César González Palomo

Hace 12 anos visité el campo de concentración de Majdanek, en Polonia y el Guetto de Varsovia. En aquellos tres días me sentí horrorizado al ver que la brutalidad humana no tenía ningún límite.

La homosexualidad de los gais era ilegal en la Alemania bajo el artículo 175 del Código Penal. Sin embargo, existía una tolerancia en Alemania hacia los homosexuales tras de la República de Weimar (después de la Primera Guerra Mundial). Los nazis, en cambio, quisieron eliminar de Alemania el “vicio” de la homosexualidad y de esta forma ayudar a ganar la lucha racial. De esta forma, una vez llegaron al poder en 1933, intensificaron la persecución hacia los hombres homosexuales alemanes. Los nazis creían que los homosexuales eran hombres débiles y afeminados que no podían luchar por la nación alemana. Veían a los homosexuales como gente que probablemente no produciría hijos y no contribuiría a aumentar la tasa de natalidad alemana: sostenían que la homosexualidad fuera un peligro para la raza.

El jefe de las SS Heinrich Himmler dirigió la persecución de los homosexuales en el Tercer Reich. Las lesbianas no se consideraban una amenaza a las políticas raciales de los nazis y en general, no fueron objeto de persecución.

El 6 de mayo de 1933, estudiantes dirigidos por las SS entraron en el Instituto para la Ciencia Sexual en Berlín y confiscaron la excepcional biblioteca. Cuatro días después, la mayoría de esta fue destrozada junto con miles de otras obras de literatura “degenerada” en la quemazón de libros en el centro de Berlín. Los materiales que quedaron nunca fueron recuperados. Majdanek, fundador del instituto, decidió no volver a Alemania.

El 28 de junio de 1935, el Ministerio de Justicia modificó el artículo 175 del Código Penal. Las revisiones proveyeron una base legal para extender la persecución de los homosexuales. Los oficiales del ministerio ampliaron la categoría de las “actividades indecentes criminales entre hombres” al incluir cualquier acto que podría ser interpretado como homosexual. Los tribunales luego decidieron que bastaba hasta la intención o el pensamiento.

El 26 de octubre de 1936, Himmler formó dentro de la Policía de Seguridad, la Oficina Central del Reich para Combatir el Aborto y la Homosexualidad. La policía tenía el poder de tener en custodia protectiva o arresto preventivo a los considerados peligrosos a la fibra moral de Alemania, y podía encarcelar indefinidamente, sin juicio, a quienes quisieran.

El 4 de abril de 1938, la Gestapo anunció una directiva indicando que los hombres condenados por homosexualidad podrían ser encarcelados en campos de concentración. Entre 1933 y 1945 la policía arrestó aproximadamente 100.000 hombres como homosexuales. La mayoría de los 50.000 condenados por los tribunales pasaron tiempo en prisiones regulares, y entre 5.000 y 15.000 fueron internados en campos de concentración.

Algunos homosexuales estaban internados equivocadamente bajo otras categorías, y los nazis los calificaban intencionadamente mal a algunos

Uniforme de un prisiopnero del Campo de Concentración de Majdanek / Foto: Adam Jones

Uniforme de un prisiopnero del Campo de Concentración de Majdanek / Foto: Adam Jones

prisioneros políticos como homosexuales. Los prisioneros identificados por un triangulo rosado que significaba la homosexualidad fueron tratados muy mal en los campos. Según muchos relatos de los supervivientes, los homosexuales eran uno de los grupos más abusados en los campos.

Algunos nazis creían que la homosexualidad era una enfermedad que podía ser curada y diseñaron políticas para “curar” a los homosexuales de su “enfermedad” a través de la humillación y el trabajo duro. Los guardias se burlaban de los prisioneros homosexuales y les pegaban al llegar al campo, muchas veces separándoos de otros prisioneros.

La supervivencia en los campos tomó muchas formas. Algunos prisioneros homosexuales obtuvieron trabajos administrativos y de oficina. Para otros prisioneros, el sexo fue una forma de sobrevivir. A cambio de favores sexuales, algunos Kapos protegían a un prisionero elegido, usualmente de edad joven, dándole comida extra y protegiéndolo de los abusos de otros prisioneros.

Una forma de supervivencia para algunos homosexuales era la castración, algo que algunos oficiales de la justicia criminal apoyaban como una manera de “curar” la perversión sexual. Los acusados homosexuales en casos criminales o en campos de concentración, podían consentir a la castración a cambio de sentencias menores. Más tarde los jueces y los oficiales de los campos de las SS fueron ordenando la castración de un prisionero homosexual sin su consentimiento. Los nazis interesados en encontrar una “cura” para la homosexualidad ampliaron este programa para incluir la experimentación sobre prisioneros homosexuales de los campos de concentración. Estos experimentos causaban enfermedad, mutilación, y hasta muerte, y no tuvo como resultado ningún conocimiento científico.

No existen estadísticas conocidas sobre el número de homosexuales que murió en los campos aunque se habla de mas de 75.000 personas homosexuales que murieron.

Lo que sucedió en aquel tiempo se ha repetido muchas veces que no debería ocurrir, sin embargo la historia muestra que la crueldad humana bajo el paraguas de los gobiernos, las religiones y las ideologías pueden no tener límite. ¿Quién nos asegura que como Humanidad ya hemos visto todo el horror del que es capaz el ser humano? Nadie.

9 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser Pablo Getafe

    Las agresiones homófobas constituyen el delito de odio q más frecuente en España. Llegará julio y nos preguntarán «orgullo» de qué?

    27 enero 2016 | 11:37

  2. Dice ser oscar

    En realidad la persecución de los nazis hacia los homosexuales tiene mas que ver con venganzas políticas internas. Ernst Röhm, comandante de las SA era abiertamente homosexual y gran parte de las SA también lo eran ya que pretendía emular al ejercito de Alejando Magno (a las juventudes de las SA se les llegó a llamar las juventudes homos).
    En el momento en que Ernst puso en peligro el liderazgo de Hitler, hacía jurar obediencia a el y no al fuhrer, se eliminaron las SA y se metieron en campos de concentración a sus militantes, lo de que fueran homosexuales simplemente fue la escusa.
    La persecución de homosexuales fue mucho mayor en estados unidos en la misma época

    27 enero 2016 | 11:37

  3. Dice ser Parranda

    Gran olvidado y ninguneado el colectivo homosexual. Discriminado tanto por los nazis como por muchísima gente reclusa.
    Hoy en día sigue vigente pena de muerte en 15 países del mundo y penas de cárcel en otro montón de ellos.
    El paso de tortuga es el lento cambio que siempre hay que vigilar pues los fanáticos acechan constantemente

    27 enero 2016 | 11:54

  4. Dice ser Astur

    Por ser bastante mas reciente destacaría mas la persecución a los homosexuales en la Cuba Castrista.

    27 enero 2016 | 12:12

  5. Dice ser ciudadanokane

    Vale y ahora ilustranos con las persecuciones a los homosexuales por parte del regimen sovietico de Stalin…y luego por el del regimen cubano de los dictacdores castro y…

    27 enero 2016 | 12:18

  6. Dice ser Señores, por favor...

    «No hay estadisticas conocidas», dice el artículo. Sin embargo, es sabido que se llevaba un registro exhaustivo de todo (es una de las características del sistema burocrático nacionalsocialista). Y pese a no haber «estadísticas conocidas», pese a estar identificados y numerados, el autor lanza una cifra a ver si cuela.

    Tiene bastante sentido que el régimen nacionalsocialista abominara oficialmente de la homosexualidad, no por ser una forma de sexo alternativo, pues en esto eran bastante liberales, sino por las necesidades de mantenimiento y expansión racial que les eran inherentes ideológicamente. La persecución brutal por razones estrictamente morales que se daba en los países democráticos como Reino Unido, Francia, Estados Unidos…dejaba en pañales a la que pudiera desarrollar el régimen nacionalsocialista de Alemania en plena guerra. Ello casa bastante con el hecho de que por ejemplo y como ya han mencionado, Ernst Rohm, número dos del régimen en sus primeros tiempos y único que se permitía llamar a Hitler de «tú», fuera un homosexual confeso y notorio, sin que a nadie le importara lo más mínimo.
    La caída de Rohm fue fruto de conflictos con el poder entre las SA, las SS y el ejército, y en ningún caso con su condición sexual.

    Que estuviera por tanto mal visto, es indudable. Que fuera causa única, exclusiva, para que te mandaran a un campo de concentración, es dudoso. La obsesión alemana por clasificarlo, ordenarlo y archivarlo todo explica los triángulos de colores, que los había y muchos. Era más contundente contra la homosexualidad la legislación del resto de países europeos, empezando por la de España, en aquel momento una república, como saben, a través de su famosa ley de «vagos y maleantes».

    Lo del «trabajo duro» y demás relatos de condiciones lamentables, eran las comunes a todos, independientemente de su condición sexual, y más aún cuando comienza la guerra mundial, por lo que el artículo, en fin. Poco aporta. Solo le falta el violín lastimero de fondo y a lo mejor les hacen una película. Lo que se menciona de las lesbianas, no hace falta ni comentarlo.

    27 enero 2016 | 12:50

  7. Dice ser Una vez mas

    «No hay estadisticas conocidas», dice el artículo. Sin embargo, es sabido que se llevaba un registro exhaustivo de todo (es una de las características del sistema burocrático nacionalsocialista). Y pese a no haber «estadísticas conocidas», pese a estar identificados y numerados, el autor lanza una cifra a ver si cuela.

    Tiene bastante sentido que el régimen nacionalsocialista abominara oficialmente de la homosexualidad, no por ser una forma de sexo alternativo, pues en esto eran bastante liberales, sino por las necesidades de mantenimiento y expansión racial que les eran inherentes ideológicamente. La persecución brutal por razones estrictamente morales que se daba en los países democráticos como Reino Unido, Francia, Estados Unidos…dejaba en pañales a la que pudiera desarrollar el régimen nacionalsocialista de Alemania en plena guerra. Ello casa bastante con el hecho de que por ejemplo y como ya han mencionado, Ernst Rohm, número dos del régimen en sus primeros tiempos y único que se permitía llamar a Hitler de «tú», fuera un homosexual confeso y notorio, sin que a nadie le importara lo más mínimo.
    La caída de Rohm fue fruto de conflictos con el poder entre las SA, las SS y el ejército, y en ningún caso con su condición sexual.

    Que estuviera por tanto mal visto, es indudable. Que fuera causa única, exclusiva, para que te mandaran a un campo de concentración, es dudoso. La obsesión alemana por clasificarlo, ordenarlo y archivarlo todo explica los triángulos de colores, que los había y muchos. Era más contundente contra la homosexualidad la legislación del resto de países europeos, empezando por la de España, en aquel momento una república, como saben, a través de su famosa ley de «vagos y maleantes».

    Lo del «trabajo duro» y demás relatos de condiciones lamentables, eran las comunes a todos, independientemente de su condición sexual, y más aún cuando comienza la guerra mundial, por lo que el artículo, en fin. Poco aporta. Solo le falta el violín lastimero de fondo y a lo mejor les hacen una película. Lo que se menciona de las lesbianas, no hace falta ni comentarlo.

    27 enero 2016 | 13:04

  8. Dice ser Daniel

    Me ha encantado el artículo pero sobre todo el último párrafo. ¿Quién ha dicho que lo hemos visto todo? Nadie. En la Alemania nazi lo imposible se hizo real antes que posible, y eso puede volver a pasar. La gente de hoy día cree imposible que pasen cosas similares porque «estamos en Europa» pues bien como reza un dicho japonés «las cosas se destruyen en un segundo pero tardan 100 años en repararse» amanecer dorado, el Frente nacional o Podemos nos recuerdan que lo imposible puede tornarse real de nuevo antes de que sea posible.

    27 enero 2016 | 13:26

  9. Dice ser Deliranta

    ¿Comparas Amanecer dorado o Frente nacional con Podemos? De verdad que estáis enfermos

    28 enero 2016 | 08:45

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