Se despertó pronto y emocionada como una niña en día de Reyes. Ruby se arregló, se puso su mejor sonrisa y salió a la calle, orgullosa como cada día de la mujer que es, pero con una certeza que jamás había sentido: iba a votar. Ruby conocía sus derechos, cumplía todos los requisitos legales para participar en el proceso electoral y llevaba la documentación en regla; sabía que nadie le estaba regalando nada, y sin embargo vivió aquel día como algo mágico. Porque todavía hay mujeres que no tienen derecho a votar.
El 8 de marzo de 2014, víspera de la segunda vuelta de las Elecciones presidenciales de El Salvador, el Tribunal Supremo Electoral publicó un comunicado de prensa en el que instaba a la población y a los organismos electorales a cumplir la ley, y respetar y garantizar el derecho al sufragio activo del colectivo LGBTIQ, y específicamente de las personas trans. Y Ruby fue la mujer elegida como símbolo de la garantía de ese derecho. Fue al centro de votación rodeada de amigas, de medios, de activistas, y ejerció su derecho como una ciudadana más.
Parece absurdo que un organismo estatal tenga que realizar comunicados públicos para promover el respeto de las leyes, pero era necesario. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, al igual que en procesos electorales previos, muchas personas de la diversidad sexual se quedaron sin votar. Son tantos los impedimentos y las agresiones a las que son sometidas, especialmente las mujeres trans, que a menudo renuncian de antemano a ejercer su derecho al voto. Muchas ni siquiera llegan a solicitar la emisión de su Documento Único de Identidad, en el que han de aparecer con el pelo corto o recogido, sin maquillar, aparentando ser el hombre que no son.
Eso le ocurrió a Camila. El 2 de febrero de 2014 asistió a su colegio electoral con toda la documentación en regla, pero no pudo votar. Le dijeron que se cortara el pelo, que se desmaquillase, que se mostrase y se portase como un hombre; como el hombre que aparece en su DUI.
En esa jornada activistas por los derechos LGBTIQ había conformado un grupo de observación electoral que vigiló el cumplimiento de la ley, y específicamente la garantía del derecho a voto; su presencia resultó fundamental para la visibilización de las vulneraciones sufridas por las personas trans, e incluso para el ejercicio del voto de mujeres a las que acompañaron. A pesar de la incidencia, de la presión, de la visibilización, muchas mujeres tuvieron que soportar insultos y volver a casa, humilladas, sin haber podido votar.
Diversas organizaciones, entre ellas ASPIDH Arco Iris, denunciaron las agresiones y la vulneración de derechos sufridas por Camila y por otras mujeres en ese proceso electoral. E iniciaron una campaña de incidencia que culminó con el comunicado público del TSE y un compromiso político: Reformar el Código electoral del TSE, y recomendar y apoyar a la Asamblea Legislativa en la aprobación de una Ley de Identidad.
Se están dando pasos importantes en la visibilización de las problemáticas y en la exigibilidad de los derechos de la población LGBTIQ, y específicamente de las más vulnerables y estigmatizadas, las más expuestas a los ataques de odio, las mujeres trans. Pero todavía tenemos mucho camino por hacer.
El próximo mes de marzo se celebra en El Salvador un nuevo proceso electoral. Una nueva oportunidad para demostrar el compromiso con los derechos, con las mujeres. Para que nunca más tengamos que hablar de mujeres sin derecho a voto.
El titulo dice mujeres sin derecho a voto y resulta que es un transexual.
No son mujeres, no estoy en contra de ellos, pero hay que llamar las cosas por su nombre.
Que forma de manipular el lenguaje y de manipularnos.
12 enero 2015 | 09:20
Bueno, es que las cosas como son, no se puede obtener una identificación correcta desde ese DNI a la persona que lo muestra. En el DNI se ve que es un hombre, y la persona, bueno…
El comentario de la mesa un poco fuera de tono, pero el fondo tiene toda la razón del mundo
12 enero 2015 | 10:26
DEJAR DE VIOLARNOS LOS DERECHOS HUMANOS.
PARA YA DE VIOLAR LOS DERECHOS HUMANOS.
12 enero 2015 | 12:26
es que ahora hay que creer a las mujeres digan lo que digan, que te vienen con el dni de un hombre y te dice que es transexual, pues tu te callas y te lo crees … lo que me parece mal es que no les dejen cambiar sus datos en el dni, que no le dejen votar con el dni de un hombre me parece jodidamete logico
12 enero 2015 | 14:32
Es muy sencillo: mientras no esté extendida la identificación inmediata por adn o huellas digitales habrá que fiarse de la imagen, y según ese método, ese documento no corresponde a esa persona. La falta es suya por no ir a hacer oficial su cambio de sexo y gestionar el cambio de fotografía en su dni.
12 enero 2015 | 15:02
¿Qué es lo que define la sexualidad?¿cuántos sexos hay?¿dónde radica?¿la sexualidad mayoritaria tiene algún tipo de derecho sobre alguna de las minoritarias, puede exigirle comportamientos «socialmente normales»?…¿qué dudas y miedos afloran?…
12 enero 2015 | 16:08
@Juan, no existe la posibilidad de «oficializar» un cambio de sexo en El Salvador. Las personas transexuales no tienen derecho a ver reconocida su sexo real en su documentación y en las fotografías les obligan a ir con el pelo corto o recogido y sin maquillar. No se trata de que no sepan que es esa persona, se trata de que las mesas pueden decir que no lo parece y negarles el derecho a votar.
Una es mujer, independientemente de si no ha sido registrada en ningún organismo oficial o ha sido mal registrada, si no tiene útero, si no tiene pechos o vagina.. Lo que nos hace mujeres es algo más nuestro, innegable e invariable, algo que compartimos las mujeres transexuales y cisexuales.
12 enero 2015 | 17:47
@Nayra, es que el sexo REAL de esta persona es hombre. Si le analizas siempre va a tener un cromosoma x y uno Y, eso no lo va a poder cambiar jamás, otra cosa es que sienta q es otro, pero eso ya es otro debate.
13 enero 2015 | 08:54
el primer error esta en creer que en un sistema que no es socialista se vota. el segundo que se espera de un gobierno fachista que no respeta la opcion de genero. si la camarada ha decido llamarse camila o juliana asi debe figurar en su documento sin distorisiones ideologicas. es obvio que en cualquier pais progresista quienes les negaron a ejercer sus derechos estarian ya en prision preventiva…
zapatero es el guia,
lenin el salvador.
13 enero 2015 | 22:42