Lesbianas a contraluz: Esquemas de iluminación básica I

                                    Nuestra colaboradora y fotógrafa Laura Ramírez sigue explicándonos distintas técnicas para fotografiar lesbianas

 

¿Es la visibilidad una cuestión de mirada o del objeto de esa mirada?

Hoy hablaremos de luz.

La luz, elemento imprescindible para que exista el mundo. Y responsable, además, de que podamos ver todo lo que hay en él. Sin luz no hay vida ni lesbianas ni nada.

De hecho, la materia prima de la Fotografía es la luz. Resulta fundamental pues, saber iluminar correctamente un objeto o sujeto para que pueda salir decentemente en la foto.

Y necesitamos salir en la foto porque en este mundo de imágenes, lo que no se fotografía no existe.

Recordemos que proyectar luz sobre un asunto también ayuda a ponerlo a foco correctamente.

En el ecosistema que habitamos, el depredador natural de la lesbiana común es la ignorancia, el desconocimiento, la prepotencia, el miedo: La falta de luz, vaya.

Dentro de la estrategia defensiva de la manada, a veces, para protegernos de las agresiones que causan estos comportamientos nos ocultamos, buscamos refugio, guarida, calor en el agujero, abrimos el doble fondo del armario y allí nos metemos a esperar tiempos mejores. Hay quien lo hace para siempre. Y es por algo parecido, no crean, por miedo, por necesidad, por no saber cómo, por comodidad mal entendida. Siempre encuentras a alguien que piensa que es donde debemos estar. Y siempre encuentras a alguien que le escucha.

Lo malo es que dentro del armario no se ve apenas, está negro, huele a polilla; un armario no hay que usarlo mas que para jugar al escondite, ocultar amantes si te pescan in fraganti y guardar joyas de la abuela. Para nada más. No sé qué hace ninguna lesbiana ahí dentro. Lo primero y primordial es salir de ahí, abandonarlo. Una vez fuera, buscad la fuente de luz.

Dicen que la mejor defensa es un buen ataque. Propongo como ofensiva que la lesbiana, a oscuras hasta el momento, se prepare para su ración de luz correspondiente y necesaria.

Vamos pues al segundo punto de nuestro manual fotográfico de visibilidad lésbica:

2. Esquemas de Iluminación básica para lesbianas

Cuando se habla de iluminación en Fotografía, se dice que hay que tener en cuenta fundamentalmente tres cualidades de la luz: intensidad, calidad y dirección. Según esto, para iluminar algo o a alguien nos preguntaremos tres cosas, si la luz es suficiente, si resulta dura o suave y cual es la posición de los distintos elementos entre sí (fuente de luz, fotógrafo, modelo).

La responsabilidad de llevarlo a buen puerto es, de esta manera, de todos los participantes del juego.

Veamos:
Contamos para empezar con el sol que nos alumbra, fuente de luz natural por excelencia y, de momento, a disposición de todo el mundo. La intensidad se da por descontado, pero pensad muy bien en la dirección del haz de luz, dónde os colocáis con respecto a él, no vayáis a provocar un eclipse. Si os van a fotografiar y os plantáis justo delante, el que os mira se deslumbra y os convertís en silueta. Si sois quien tiene la cámara, seguid el consejo universal para cualquier fotógrafo principiante: que el sol esté a vuestra espalda, procuradlo, porque si no, ni la cámara ni vuestros ojos serán capaces de distinguir nada.

Es entonces cuando llega un/a chavalito/a sonriente y te hace el siguiente comentario: ‘No, si yo estoy a favor de los homosexuales y todo eso pero dime, ¿Cual de las dos hace de chico?’ (…Pasa rodando una pelusa gigante…)

Por no escuchar esto, a mí a veces también me dan ganas de meterme no ya en el armario, sino en una cueva en mitad del monte y no volver a salir… Aunque esto es descafeinado, puede ser peor y tener que asistir a variopintas groserías de macho ibérico con sus correspondientes soluciones a mi problema de todos los calibres, que no transcribiré aquí por ahorrarles el cuadro de estupideces sobre pesos y medidas. (Y claro está que lo mismo puede provenir de cierto espécimen de mujer, pero no encuentro el apelativo equivalente…)

Señoras, señores, a esto me refería, estamos en situación de contraluz y es la que menos nos conviene. Por tanto tenemos un problema de colocación, de posiciones.

Contraluz
Fotografía de Laura Ramirez

 

Es habitual ver la lesbiana a contraluz, cual silueta, a modo de bulto negro sin dibujo. Una mancha negra sin detalles de la que solo se aprecia su contorno y que cabe en cualquier saco, por lo visto.

Y es que cara al sol no se distingue nada porque te deslumbra con su brillantez y te quedas momentáneamente ciego (cuidado con mirarlo demasiado tiempo, que entonces la ceguera será permanente). Con los ojos tan llenos de blanco puro se te vienen ideas demasiado claras y como con un resplandor brillante…

Iluminadores de caminos: Las lesbianas no somos una copia defectuosa, tarada de la sacrosanta imperante idea de vida, de pareja, de matrimonio. Presten un poco más de atención, por favor. Lo importante son los detalles, ¿nunca se lo han dicho?

El problema es el contraste: La diferencia entre las condiciones lumínicas de una y otra parte de la escena es demasiado extrema. La demasiada luz del otro lado deslumbra al que mira y resulta excesiva por comparación, con lo que quedamos a oscuras. Necesitamos, por tanto, la misma luz que los demás, que incida sobre nosotras de una manera más adecuada.

Una vez definido y localizado el problema, las soluciones en la próxima entrega.

(Continuará…)

14 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser Loli

    Decir que se puede estar a favor o en contra del colectivo LGTBI es como decir:

    Ah pues yo estoy a favor, o en contra, de que el sol salga cada día.

    De verdad, que…

    08 diciembre 2014 | 10:05

  2. Dice ser Javi

    No entiendo por qué seguís emeñados en hacer de algo normal, algo extraordinario.

    Creo que nadie se ha parado a escribir como fotografiar un macho iérico, de esos de pelo en pecho y voz ronca. Y creo que tampoco ningún hetero le dedica un solo minuto al día para reflexionar en su condición sexual.

    Creo que vas por el lado equivocado. Las personas homosexuales piden igualdad y que se les reconozca como a uno mas, pero slos homosexuales sois los primeros que hacéis de vuestra condición sexual una bandera y le dais más importancia de la que tiene.

    Sinceramente, creo que vas por el lado equivocado reflexionando tanto sobre un tema que no tiene mayor importancia.

    08 diciembre 2014 | 10:21

  3. Dice ser Antonio

    La sexualidad de otros/as me importa una M.

    08 diciembre 2014 | 10:23

  4. Dice ser Una

    Bueno, pero al final no has dicho cuál de las dos hace de chico. ¿Qué contestas? Porque si tienen que leerse todo esto de la luz muchos no te harán caso. Posibilidades:

    1- Ninguna.
    2- Las dos.
    3- Una.

    Si contestas una, próxima pregunta, ¿Cuál de las dos? Sé que no vas a contestar pero que quieres que leamos tu blog y veamos fotos en las que no se ve un pijo.

    08 diciembre 2014 | 10:59

  5. Dice ser Hetero no excluyente

    Respeto la homosexualidad y entiendo la postura de animar a vivir su sexualidad libremente, pero creo que el hecho más extraordinario es hacer de ello algo normal.

    No es necesario grandes declaraciones. No tiene sentido vivir en guetos. Tampoco días festivos especiales. Yo no pierdo un minuto de mi vida en justificarme tal y como soy frente al resto; simplemente me acepto y vivo como tal.

    Todo sería más simple si viviéramos nuestra realidad con total normalidad. De otra manera, levantamos muros que no existen y no derribamos los que deben caer

    Estoy totalmente con Javi.

    08 diciembre 2014 | 12:04

  6. Dice ser Lola

    Creo sinceramente que la opción sexual al igual que la religiosa o política es algo muy libre, pero cuando se ponen tan pesados machacado una y otra vez sobre la opción que se tiene, muchas veces sin venir a cuento, llega a ser muy pero que muy cansino y termina consiguiéndose el efecto contrario al que se deseaba.
    Eso de esquema de iluminación para lesbianas me parece una solemne tontería, ¿acaso no son personas como el resto?

    08 diciembre 2014 | 12:08

  7. Dice ser jaime

    No me entero de nada, por donde vivo lo único que encuentro son homoxesuales, y el barrio es un barrio de lo mas normal, no es un sitio exclusivo de…, no puedo ni tomar una caña.
    Soy yo el que se siente excluido socialmente.

    08 diciembre 2014 | 12:39

  8. Dice ser Antonio Larrosa

    No se de que se quejan tanto los homosex, si copan los mejores trabajos en TV y otros medios.

    Clica sobre mi nombre

    08 diciembre 2014 | 12:53

  9. Dice ser pedro

    siempre estan con los mismos complejos que se originan ell@s mismos deberia pensar que la gente tiene otras cosas mas importantes en que pensar que reflexionar sobre quien es el chico o la chica .

    08 diciembre 2014 | 12:54

  10. Dice ser Pepe

    Me hacen gracia (aunque en realidad no mucha) las opiniones de Javi, Lola y el autodenominado «hetero no excluyente». Y no es que esté en contra de ellos, de hecho pienso que ojalá todo el mundo fuese como ellos, tan abierto, tan pasota de la sexualidad del vecino y tan poco excluyente.

    El problema está en que hay otra gente (mucha gente!) que no es tan abierta, y se dedica a juzgar con quién se debe acostar uno, o a insultar al que es diferente por algo tan inherente a la persona como la sexualidad. Como bien dice la autora del texto, ante ese tipo de ignorancia, se hace necesaria la visibilidad. Y si molesta que el discurso se repita una y otra vez, hay dos posibles razones:
    – Que uno no ve ni entiende la problemática real de las personas LGTBI.
    – Que uno no es ni tan abierto ni tan pasota como le pueda parecer.

    Hacer visible una situación personal no es justificarse, es simplemente hacer ver a la gente que existimos, y que somos tan válidos como cualquier otro. Hay guetos homosexuales porque hay guetos homófobos. Hay días de celebración porque a muchos se les quiere olvidar que existimos, que somos parte de la sociedad de una forma u otra.
    El día que sea normal que una persona heterosexual se sienta discriminada por su condición, que se quede sin trabajo por ello o que lo echen de casa, que le peguen o cosas peores simplemente porque le gusten las personas de otro sexo, ese día, haremos un orgullo heterosexual y yo lo apoyaré el primero. Mientras tanto, agradecería un mínimo de empatía.

    08 diciembre 2014 | 13:10

  11. Dice ser Lola

    A Dice ser Pepe
    Lamento que mi comentario no le guste o que incluso vea en él algún tipo de discriminación. Desgraciadamente no hay una sociedad completamente justa ¡Ojalá! pero eso no es más que una utopía.
    Pero de verdad que no entiendo tanta insistencia, tengo amigos gay, de ambos sexos, nunca me he preocupado por eso, lo mismo que tengo amistades de otras razas, otros piensan en política distinto a mí, y eso tampoco me preocupa. Posiblemente sea porque nací y me crié en un hogar multirracial, con algún miembro con discapacidad mental, y como todo eso lo viví de forma natural, no son cosas que me preocupen.
    En todo caso debemos de insistir en que todo miembro del género humano tenga los mismos derechos, sean cuales sean sus «diferencias»
    Buen día.

    08 diciembre 2014 | 13:46

  12. Dice ser Pepe

    Hola Lola,
    Gracias por tu respuesta, por lo que leo ambos nos hemos criado en ambientes parecidos. Sobre el tema de la insistencia te puedo poner un ejemplo muy ilustrativo: en el colegio, cuando aprendías las tablas de multiplicar, siempre llegaba un punto en el que tú las sabías mejor que los demás pero aún así la maestra las seguía repitiendo para los demás, que aún no las sabían bien.
    Esto es parecido, a ti no te vamos a explicar que todo el mundo es igual, porque ya lo sabes. Pero hay muuuuuuuuuuuuuuuuuucha gente que no lo sabe. De hecho hay mucha gente que defiende lo contrario, así que comprende que no nos podamos callar. ¿Tú te callarías si discriminaran constantemente a tu familiar con discapacidad para no ser demasiado insistente, por si molestas? Yo tampoco. De ahí viene la insistencia 🙂
    Un saludo!

    08 diciembre 2014 | 14:07

  13. Dice ser Antonio

    Para mi hay una respuesta bastante buena al «quien es el chico y quien la chica», una tan simple como «cuando vas a un restaurante chino no te preguntas qué palo es el cuchillo y qué palo es el tenedor»

    Explicas lo absurdo de la pregunta pero quitándole hierro al asunto, y además es un comentario que no se suele olvidar. A mi precisamente no me entran ganas de meterme en el armario con estos comentarios, justamente al contrario, estas personas creen que debemos tener los mismos derechos, pero aún hay un desconocimiento generalizado de lo que implica ser homosexual (el Orgullo puede ser muy divertido, pero «evangelizar»… no lo hace). Por esto mismo, a gente así hay que decirles las cosas bien, intentar transmitirle la sensación que se tiene al ser gay en un mundo de heteros (aunque cada vez mejor aceptados), porque esa persona que tenemos delante quiere ser empática con nosotros aunque no lo haya conseguido a la primera.

    08 diciembre 2014 | 18:03

  14. Dice ser El Señor Obskuro

    ¡Qué bien escribes Laura!

    11 diciembre 2014 | 13:35

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